De vender ropa usada desde el coche a convertir a Zendaya en la mujer mejor vestida: el sorprendente recorrido de Law Roach
Los premios de la moda americana han creado un galard¨®n especial para coronarle como mejor estilista. Pero la carrera del experto va mucho m¨¢s all¨¢ de vestir a sus clientas, ¨¦l es capaz de aprovechar la alfombra roja para construir historias. Algo especialmente relevante en la era de las pantallas.
Cuando Law Roach y Zendaya se vieron por primera vez ¨¦l era el due?o de una tienda de ropa de segunda mano que no consegu¨ªa pagar sus facturas y ella a¨²n era Zendaya Coleman, una ni?a Disney de 14 a?os que buscaba su estilo y dar forma a su carrera. Lo de ser conocida simplemente por su nombre vendr¨ªa tiempo m¨¢s tarde, cuando gracias a los estilismos y al buen ojo de Roach se convirti¨® en un icono de estilo mundial y, despu¨¦s, en una de las actrices m¨¢s admiradas de su generaci¨®n. En aquel primer encuentro ambos estaban perdidos, pero los dos ten¨ªan algunas ideas muy claras: ¡°Ella quer¨ªa ser una estrella de la moda¡±, recordaba Roach en Vogue el a?o pasado. Justo cuando Zendaya recog¨ªa el premio del Consejo Americano de Dise?adores de Moda (CFDA por sus siglas en ingl¨¦s) a icono de la moda, un galard¨®n que en ediciones anteriores hab¨ªa ido a parar a Beyonc¨¦, Naomi Campbell, Jennifer Lopez o Rihanna.
El pasado lunes, un a?o despu¨¦s, era Law Roach el encargado de subir al escenario de los CFDA, pero en su caso para recoger un premio in¨¦dito que nunca se hab¨ªa entregado antes: a estilista del a?o. No rechaz¨® la estatuilla, pero a Law Roach no le gusta que le llamen estilista. Lo suyo, defiende siempre que puede, es ser ¡®arquitecto de la imagen¡¯. ?l viste im¨¢genes para el archivo de la cultura popular y, de paso, hace despegar carreras. Adem¨¢s de Zendaya ha vestido a nombres como Celine Dion, Serena Williams, Anya Taylor-Joy, Priyanka Chopra, Bella Hadid, Ariana Grande¡ El de los CFDA no era su primer reconocimiento: en septiembre se col¨® en la lista de la revista Time que recopila a 100 nombres influyentes en sus respectivos sectores y el a?o pasado hizo historia al convertirse en el primer hombre negro en ser nombrado n¨²mero uno de la reputada lista anual de estilistas que selecciona The Hollywood Reporter (honor que repet¨ªa este a?o).
Law Roach no lo tuvo f¨¢cil. El mayor de cinco hermanos, hijo de una familia desestructurada de la conflictiva zona sur de Chicago y con una madre adicta a las drogas. Desde peque?o se peg¨® a su abuela y con ella pis¨® por primera vez una tienda de ropa de segunda mano. Le gustaba ojear entre los percheros y de vez en cuando compraba prendas, siempre con mucho tino. Las almacenaba en el maletero del coche y pronto amigos y conocidos le pidieron comprarlas. Termin¨® abriendo una tienda propia, Deliciously Vintage, que gan¨® relevancia cuando la visit¨® Kanye West en 2009. Al rapero ca¨ªdo en desgracia le fotografiaron entrando en el local. ¡°TMZ hizo una historia sobre ello y con el tipo de influencia global de Kanye, muchos estilistas empezaron a llamarnos¡±, contaba Roach en Num¨¦ro. Aquella fue la primera vez que prob¨® las mieles de la viralidad y la repercusi¨®n de aparecer en los medios, una lecci¨®n que no ha olvidado.
Hoy las redes sociales han contribuido a mostrar que detr¨¢s de una impoluta fotograf¨ªa sobre la alfombra roja hay todo un equipo trabajando. Pero pocos estilistas han salido de entre las bambalinas de los m¨¢s entendidos como para ser reconocidos entre el gran p¨²blico. Con m¨¢s de 1,2 millones de seguidores en su cuenta de Instagram, Roach es una excepci¨®n, una celebridad por derecho propio como antes quiz¨¢ solo lo hab¨ªa conseguido Rachel Zoe. Pero su concepci¨®n de la moda es antag¨®nica a la que ten¨ªa la creadora de las zoettes. El estilista de Zendaya utiliza cada uno de los looks que construye para contar una historia. Conoce la superficialidad de la alfombra, pero tambi¨¦n que en un mundo en el que los filtros se han convertido en una lente con la que ver el mundo, el p¨²blico abraza con alegr¨ªa cualquier fantas¨ªa escapista. ?l tira de ese deseo para viralizar im¨¢genes algo que, en la era de las pantallas, es especialmente relevante. Y es que la imagen de una celebridad importa: asegura presencia en los medios, campa?as publicitarias y hasta papeles. A Zendaya le llueven contratos con grandes firmas de lujo (Bvlgari, Lanc?me o Valentino), que le reportan un porcentaje suculento de sus ingresos.
Tras su primer encuentro con aquella Zendaya adolescente, al que ella lleg¨® acompa?ada de su padre, Roach se encarg¨® de vestirla para asistir al estreno del documental Justin Bieber: Never Say Never. Esa colaboraci¨®n inici¨¢tica se sald¨® con una americana plateada de Alice and Olivia y una falda de cuero de Alexander Wang, marc¨® el inicio de una lucrativa alianza y, sobre todo, una amistad que se mantiene hasta la actualidad. Desde entonces han sido inseparables y han formado uno de los t¨¢ndems m¨¢s poderosos e influyentes de dos industrias: la del entretenimiento y la de la moda. Es como su hermana peque?a, dice siempre el estilista, que consigui¨® contra todo pron¨®stico hacer de ella una de las mujeres mejor vestidas del momento. Al principio no fue f¨¢cil: nadie les conoc¨ªa y nadie les prestaba ropa, as¨ª que Roach se las ingeniaba con prendas de su colecci¨®n de segunda mano. Tambi¨¦n, demostrando ese manejo de los medios que aprendi¨® hace a?os, buscando prendas que ya hab¨ªan llevado otras famosas antes. As¨ª se aseguraba un puesto en las secciones del ¡®qui¨¦n lo lleva mejor¡¯ que tanto triunfaron hace una d¨¦cada. Adem¨¢s, para sorpresa de pocos, Zendaya siempre lo llevaba mejor. Esas apariciones primero en los tabloides y despu¨¦s en medios m¨¢s especializados le fueron abriendo camino y fueron situando a su clienta entre las mujeres a las que tener en cuenta.
El punto de inflexi¨®n para ambos lleg¨® en 2015, cuando Zendaya fue invitada por primera vez a los Oscar. Para la ocasi¨®n visti¨® un fotog¨¦nico vestido blanco de raso de Vivienne Westwood. ¡°Es la estrella de estilo emergente de los premios de la Academia¡±, escribieron de ella en Vogue, mientras que la controvertida presentadora Giuliana Rancic dijo de su peinado con rastas que ol¨ªa a aceite de pachul¨ª o a hierba. Coronada como icono por ¡®la biblia de la moda¡¯ y colocada en el centro de la pol¨¦mica al ser v¨ªctima de un comentario racista, la protagonista de Euphoria se convirti¨® r¨¢pidamente en tema de conversaci¨®n.
Esa idea de ser viral sigue muy presente en los trabajos de Law Roach hoy. Uno de los recursos m¨¢s sencillos y que m¨¢s utiliza es recrear o inspirarse en looks vintage. As¨ª, al d¨ªa siguiente se asegura miles de posts en todas las redes sociales comparando ambos (y a las redes sociales les gustan las comparativas, son publicaciones que generan mucho alcance). Volviendo a su clienta m¨¢s famosa, en las dos ¨²ltimas ediciones de los Oscar ha hecho que emule a Cher y a Sharon Stone. Hasta esta ¨²ltima le dio su aprobaci¨®n al d¨ªa siguiente en Instagram con un ¡°gran fan tuyo, bella¡±, haciendo probablemente las delicias de Zendaya, de Law Roach, de sus fans y de los medios en busca de clics. Una simbiosis que el estilista es capaz de replicar con todas las mujeres a las que viste, para las que es capaz de idear un estilo personal y un discurso a trav¨¦s de la ropa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.