Edita Vilkeviciute: ?c¨®mo ha conseguido esta modelo estar en todas partes desde 2006 sin redes sociales?
El minimalismo ha demostrado ser tan vers¨¢til como cualquier otra tendencia. El uniforme de la nueva temporada es sobrio y b¨¢sico, pero tambi¨¦n est¨¢ repleto de matices ecl¨¦cticos. Edita Vilkeviciute, la modelo m¨¢s polivalente de la industria, lo interpreta con sutileza.
¡°Tu cara me suena¡±. Edita Vilkeviciute (Kaunas, 33 a?os) ha escuchado infinidad de veces esa expresi¨®n. No solo porque sus rasgos, de una belleza absolutamente can¨®nica, destacan por encima de los del com¨²n de los mortales; sino tambi¨¦n, y sobre todo, porque su rostro est¨¢ literalmente en todas partes: en las marquesinas, en las tiendas online,?en los fashion films de marcas de lujo o en las portadas de revistas mayoritarias y especializadas. Baste un ejemplo: en los ¨²ltimos 12 meses, ha protagonizado las campa?as de Mango, Massimo Dutti o la colecci¨®n de lencer¨ªa de Zara y ha firmado nada menos que una decena de editoriales en Vogue, Num¨¦ro o V Magazine. Pocas modelos tan ubicuas como ella y, sin embargo, solo los muy expertos en la materia podr¨ªan asociar su nombre a su cara. Tiene 33 a?os y lleva en la cima de la industria desde los 15, pero no tiene Instagram, apenas concede entrevistas y al buscar su nombre en agencias de im¨¢genes como Getty solo aparece en un peque?o pu?ado de retratos asistiendo a fiestas de trabajo, ni rastro de fotos de streetstyle ni de posados robados. Sin embargo, Models.com la incluye en la muy exclusiva lista de las 100 modelos m¨¢s ic¨®nicas de todos los tiempos y en The Fashion Spot, el foro por antonomasia en lo que a pasarelas se refiere, el hilo que comenta y repasa su extensa carrera alcanza las 583 p¨¢ginas.
Si le preguntas a Vilkeviciute cu¨¢l es el secreto para, en un entorno tan ef¨ªmero como este, seguir estando en todas partes desde el 2006, el a?o en que se present¨® a un casting en su Lituania natal, responde con un escueto ¡°ser t¨² mismo, tener los pies en la tierra y no olvidar tus ra¨ªces¡±. Pero hay mucho m¨¢s. ¡°Edita se ha convertido en una cara habitual de la moda, trascendiendo los c¨®digos internos de cualquier marca. Es reconocible para una audiencia que, sin ponerle nombre, encuentra familiaridad en su rostro¡±, explican desde Mango, marca de la que lleva siendo imagen casi consecutivamente durante m¨¢s de cinco a?os. ¡°Representa una especie de paradoja: posee la supuesta normalidad o realidad de la mujer de la calle cuando en realidad tiene unos c¨¢nones de belleza de extraordinaria complejidad¡±, a?aden. La bella chica de al lado para el p¨²blico y la modelo casi vocacional para los que la rodean. ¡°Lo da todo en cada sesi¨®n, es incre¨ªble el buen feedback que recibimos de los clientes desde que empez¨®, ya sea una marca muy comercial, Vogue Par¨ªs (una de sus cabeceras fetiche) o una revista m¨¢s art¨ªstica y nicho como Holiday¡±, comenta Jos¨¦ Dur¨¢n, director de Viva Models en Espa?a, la que lleva siendo su agencia desde sus inicios. De hecho, la modelo se mud¨® a Barcelona con 17 a?os, pocos meses despu¨¦s de firmar su primer contrato y de tener un apabullante debut: sin saber muy bien de qu¨¦ iba el negocio, y sin conocer a nadie, comenz¨® a desfilar para Miu Miu, Lanvin, Dries van Noten o Chanel, firma con la que contin¨²a trabajando de forma regular 15 a?os despu¨¦s.
Vilkeviciute pertenece a esa generaci¨®n de tops que, a principios del siglo XXI, vinieron del Este de Europa. La fiebre por Claudia, Nao- mi, Cindy y el resto de supermodelos hab¨ªa quedado atr¨¢s; marcas y p¨²blico buscaban una belleza menos voluptuosa y medi¨¢tica: rostros como el de Carmen Kass, Jac Jagaciak, Daria Strokous o Andreea Diaconu representaban un extra?o equilibrio entre perfecci¨®n y naturalidad, pero, sobre todo, eran simple y llanamente modelos; ni influencers ni celebridades. ¡°Pero este negocio ha cambiado enormemente en estas dos ¨²ltimas d¨¦cadas¡±, explica Vilkeviciute, y culpa de esta transformaci¨®n a lo digital: ¡°Todo va demasiado r¨¢pido y todo se mercantiliza velozmente, ahora la moda est¨¢ al alcance de la mano¡±, aunque dicha velocidad, dice, tiene una parte positiva: ¡°Llega a mucha m¨¢s audiencia, a un p¨²blico m¨¢s diverso, y eso ha hecho que sus protagonistas tambi¨¦n tengan que serlo¡±. Ella, sin embargo, decidi¨® no entrar al trapo de las redes sociales. Ni siquiera ahora, cuando Instagram se ha convertido en el casting m¨¢s importante del mundo, la mayor¨ªa de las marcas buscan el n¨²mero de seguidores antes de plantearse contratos, y figuras como las Hadid o las Jenner han dinamitado la barrera que separaba a la modelo de la celebridad. ¡°Decid¨ª no entrar en este entorno al principio y no creo que sea correcto hacerlo ahora como estrategia de negocio, no me sentir¨ªa bien¡±, admite. Poco se sabe de su vida: solo que est¨¢ casada con el actor y productor Bj?rn Frederic Gerling (las fotos de su boda, realizadas por Mario Testino, aparecieron en la edici¨®n digital de Vogue sin ning¨²n tipo de declaraci¨®n acompa?¨¢ndolas) y que pasa sus d¨ªas de descanso en una casa en Ibiza que form¨® parte el a?o pasado de una campa?a de Zara Home. ¡°Valoro demasiado mi privacidad y me las he apa?ado para poder evitar la parte medi¨¢tica, al menos hasta ahora¡±, dice. Aunque ¡®apa?¨¢rselas¡¯ es un t¨¦rmino que, en su caso, se queda muy corto.
¡°Entre mis recuerdos m¨¢s queridos est¨¢ el haber trabajado cerca de Karl Lagerfeld y haber desfilado para Nicolas Ghesqui¨¨re en su ¨¦poca en Balenciaga¡±, cuenta. En 2014, Vilkeviciute se convert¨ªa oficialmente en musa de Chanel interpretando a Coco en el filme Par¨ªs-Mosc¨², pero tambi¨¦n ocupaba la portada de la revista de culto 032c o protagonizaba la campa?a de oto?o de H&M. Tres trabajos importantes pero, en apariencia, poco coherentes si se quiere asociar una imagen a un concepto concreto, como suced¨ªa entonces. Hoy puede parecer normal que las modelos m¨¢s famosas del mundo posen para las grandes cadenas de moda pronta, pero hace ocho a?os era un movimiento arriesgado, casi tanto como decidir seguir siendo an¨®nima para el resto del mundo. Vilkeviciute, sin embargo, hab¨ªa compaginado lo popular con lo exclusivo desde el principio: en sus primeros trabajos, se enfundaba en los vestidos arquitect¨®nicos del Balenciaga de Ghesqui¨¨re en la pasarela con las mismas ganas con las que luc¨ªa un sencillo vestido floreado para una campa?a de la marca espa?ola Trucco, de la que fue imagen en sus inicios. ¡°En realidad, las grandes empresas del textil siempre han trabajado con los mejores equipos para poder conectar con el mayor n¨²mero de gente a trav¨¦s de im¨¢genes poderosas¡±, opina. ¡°Con los a?os, las fronteras entre el mundo de lo exclusivo y el de la moda comercial se han ido haciendo m¨¢s borrosas. Y a los grandes nombres de la fotograf¨ªa y el estilismo, antes acostumbrados a trabajar solo con firmas de alto nivel, ya no les importa hacerlo con creativos emergentes¡±. Lejos de devaluar su imagen, Vilkeviciute se convert¨ªa en 2015 en una de las 15 modelos mejor pagadas, seg¨²n el ranking anual de la revista Forbes, un puesto que ostent¨® durante cuatro a?os consecutivos. A diferencia de sus compa?eras en esa lista (Kendall Jenner, Gisele B¨¹ndchen o Irina Shayk), ella segu¨ªa siendo una desconocida para el gran p¨²blico, esa cara familiar sin nombre.
Los fans de Edita Vilkeviciute creen que su ¨¦xito se debe a su capacidad para mimetizarse con las distintas firmas con las que trabaja. Sofisticada en Chanel, sensual en Victoria¡¯s Secret, natural en Calvin Klein o vanguardista en Viktor&Rolf. ¡°Una modelo que trabaja mejor en papel que en pasarela. En los desfiles a veces pasa desapercibida, pero su actitud en foto deslumbra¡±, comenta uno de sus seguidores en The Fashion Spot. ¡°Es una bestia delante de las c¨¢maras. Puede representar una belleza cl¨¢sica o m¨¢s comercial o puede transformarse en alguien de rasgos fuertes y vanguardistas. Es m¨¢gico¡±, opina su agente. Desde Mango, consideran que si es una favorita de las grandes ense?as comerciales es porque ¡°es capaz de transmitir a la vez cercan¨ªa y aspiraci¨®n. Esa mezcla tan complicada entre lo sofisticado y lo realista nos posiciona como marca¡±. En un presente de fotos virales, reels confesionales y cameos televisivos, Vilkeviciute es como las modelos cl¨¢sicas de anta?o, para las que la profesi¨®n era solo eso, un trabajo tan complejo como an¨®nimo.
* Estilismo: Ketevan Gvaramadze. Modelo: Edita Vilkeviciute (Viva Barcelona). Maquillaje: Steven Canavan (WSM). Peluquer¨ªa: Michal Bielecki (Bryant Artists). Manicura: Delphine Aissi. Producci¨®n local: JPPS Creative Productions. Asistente de fotograf¨ªa: Matheus Agudelo. Asistente de estilismo: H¨¦ctor Guzm¨¢n.
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