Los momentos que han hecho de Ellen DeGeneres la presentadora m¨¢s querida de la tele
La c¨¦lebre humorista, que volvi¨® el pasado a?o al circuito de mon¨®logos tras 15 a?os de dedicaci¨®n exclusiva a su ¡®talk-show¡¯, uno de los m¨¢s populares e influyentes en la historia del medio, cumple hoy 61 a?os.
Pocas cosas consiguen poner de acuerdo a la tan numerosa como dispar poblaci¨®n estadounidense. La unanimidad en la simpat¨ªa hacia Ellen DeGeneres, compartida por los hipsters de Seattle y los rednecks de Alabama, por los progres de Vermont y los ganaderos de Texas, es una de ellas. Quien tomara el relevo en el coraz¨®n del espectador yankee hasta entonces acaparado por Oprah Winfrey, es una figura tan relevante como su antecesora. La mujer mejor pagada de la televisi¨®n internacional (m¨¢s de 65 millones de euros anuales) y la voz medi¨¢tica m¨¢s autorizada y respetada del colectivo LGTB. La presentadora de 61 a?os, fogada en el circuito del mon¨®logo y que salt¨® a la fama gracias a la sitcom Ellen durante los noventa, protagoniz¨® en el puritano abril del 97 una hist¨®rica portada de la revista Time en la que confes¨® su homosexualidad. Su personaje en la ficci¨®n hom¨®nima seguir¨ªa sus pasos dos semanas despu¨¦s delante de una psiquiatra interpretada, iron¨ªas de la vida, por la propia Winfrey. El episodio del cachorro, como se titul¨® un cap¨ªtulo que multiplic¨® por tres la audiencia habitual hasta llegar a los 44 millones de espectadores, logr¨® ¡°cambiar la cultura pop para siempre¡±, seg¨²n Vanity Fair.
Es precisamente esta cultura pop la que Ellen DeGeneres ha conquistado, alimentado y modelado a su antojo desde entonces, demostrando un coraje sin apenas precedentes en Hollywood. Convirti¨¦ndose en la primera lesbiana en presentar los ?scar, prestando voz y esp¨ªritu a la ic¨®nica Dory de Buscando a Nemo o cargando con la responsabilidad de ser la anfitriona de los Emmy tras el atentado de las Torres Gemelas. El hecho de dar vida a la primera protagonista gay de una ficci¨®n generalista estadounidense estuvo a punto de dar al traste con su carrera, con varias firmas retirando sus anuncios del canal ABC y grupos cristianos pidiendo boicotear la serie. Un evangelista medi¨¢tico la apod¨® como ¡®Ellen DeGenerate¡¯ (deGenerada). Ellen termin¨® una temporada despu¨¦s, pero Ellen solo acababa de empezar. En 2003 su popularidad consigui¨® un puesto fijo en las ma?anas televisivas del pa¨ªs gracias a The Ellen DeGeneres Show. Un talk-show cl¨¢sico que cambiaba el factor testimonial y sentimentalista que hab¨ªa patentado su amiga Oprah por grandes dosis de humor blanco (re¨ªrse con alguien, no de alguien) y la complicidad de las celebridades que pisan el plat¨®.
Ahora, 15 a?os despu¨¦s de su debut como susurradora de famosos, DeGeneres ha anunciado su vuelta al stand-up. Ocho noches repartidas en tres ciudades de la Costa Oeste durante el mes de agosto ser¨¢n testigo de la vuelta de la comediante a los escenarios, que culminar¨¢ con la grabaci¨®n de su cita en Seattle para ser emitida despu¨¦s como un especial de Netflix. El regreso de Ellen DeGeneres a la carretera supone un antes y un despu¨¦s en la carrera de una pionera que ha conseguido conquistar a la Am¨¦rica m¨¢s conservadora, cuya acci¨®n fue reconocida por el presidente Obama al recibir, entre l¨¢grimas, la Medalla de la Libertad junto a otros iconos culturales como Bruce Springsteen, Tom Hanks o Robert de Niro.
Residir fuera de Estados Unidos no supone un obst¨¢culo para reverenciar la figura de Ellen DeGeneres, que casi a diario consigue colar alg¨²n segmento de su show entre los v¨ªdeos m¨¢s virales de Youtube. El canal tiene m¨¢s de 26 millones de suscriptores, doblando a otros habituales de lo viral como los Fallon, Corden, Colbert o Kimmel. Su programa es un pastiche que recicla varias de las din¨¢micas cl¨¢sicas de la televisi¨®n familiar: c¨¢maras ocultas, ni?os talentosos, juegos con celebrities¡ Estas son algunas de las claves que han convertido durante tres lustros a Ellen DeGeneres en la presentadora m¨¢s querida del mundo.
Sus bailes
La marca de la casa. Los movimientos de baile de Ellen DeGeneres son inconfundibles y un trance casi obligado para los famosos que pisan su plat¨®. Michelle y Barack Obama, Hillary Clinton o Bradley Cooper se han prestado a mover las caderas ante millones de espectadores. La actriz de Saturday Night Live Kate McKinnon, la mejor imitadora de Ellen hasta la fecha, capt¨® esta peculiaridad de la c¨®mica para compartir pantalla con la propia Ellen.
Las c¨¢maras ocultas
Al m¨¢s puro estilo Inocente, Inocente Ellen ha perfeccionado la c¨¢mara oculta usando a los famosos como c¨®mplices. La presentadora ha controlado desde el plat¨® las palabras y movimientos de estrellas como Bruno Mars, Sofia Vergara o Emma Watson, quien tuvo que entrevistar a candidatas para ser su propia ni?era. Pero ning¨²n momento fue m¨¢s hilarante que la llegada del actor Dennis Quaid a un Starbucks a voz en grito, convertido en uno de los momentos favoritos de la presentadora durante estos 15 a?os.
Los sustos
Simple, s¨ª, pero sigue provocando tantas carcajadas como una resbaladiza piel de pl¨¢tano en el suelo. Otro cl¨¢sico en el formato del talk-show consiste en asustar a los invitados mientras son entrevistados. Algunos, ya conscientes de lo que les espera, contestan m¨¢s pendientes de la posible broma que de dicha pregunta. Taylor Swift sufre m¨¢s que nadie en estos episodios, llegando a golpearse involuntariamente en su camerino. Casi cinco millones de personas han visionado este momento en Youtube, que ha sido definido por DeGeneres como ¡°una patata frita despedaz¨¢ndose¡±.
Menudas estrellas
Una colecci¨®n de ni?os de lo m¨¢s adorable se lleva gran parte del protagonismo en el programa. El p¨²blico los adora, como demuestra el hecho de que en la lista de los v¨ªdeos m¨¢s vistos de la cuenta de Youtube ¨Ca excepci¨®n de la cumbre Britney Spears ¨C Psy (el del Gangnam Style)¨C acaparan los primeros puestos en cuanto a pinchazos. Una gimnasta que domina los ejercicios de barra con apenas tres a?os, otra enamorada de Adam Levine que no puede ocultar su decepci¨®n al enterarse de que el l¨ªder de Maroon 5 ha contra¨ªdo matrimonio o dos encantadoras ¡®princesas¡¯ brit¨¢nicas que rapean como Nicky Minaj y cuyo v¨ªdeo es el m¨¢s aclamado de la cuenta con m¨¢s de 130 millones de visualizaciones.
??A qui¨¦n preferir¨ªas??
As¨ª se titula otra de las secciones habituales del programa, que obliga a los invitados a elegir entre varios famosos en una competici¨®n que intenta dar con su pareja ideal. Jennifer Lopez se decant¨® por Harry Styles, Heidi Klum sucumbe ante los encantos de Joaquin Phoenix y Demi Lovato aprovech¨® la oportunidad para declarar su amor plat¨®nico por Rihanna.
Ryan Gosling
El actor conocido por pel¨ªculas como La La Land se ha convertido en uno de los mejores invitados de la historia del programa. Tal es su relaci¨®n con la humorista que cada vez que entra al plat¨® lo hace sujetando a la presentadora en sus brazos, al m¨¢s puro estilo Oficial y Caballero. Entre sus muchos momentazos, esta inolvidable entrevista realizada en pijama mientras pedalean en una bici est¨¢tica.
El selfie
A pesar de no formar parte de su programa, la imagen tomada por Bradley Cooper durante la ceremonia de los ?scar 2014 presentados por Ellen DeGeneres es parte esencial en su biograf¨ªa. Meryl Streep, Julia Roberts, Angelina Jolie, Brad Pitt o Jennifer Lawrence aparecen en la foto m¨¢s retuiteada en la red social Twitter y que ya ha sido calificada por la revista Time como una de las 100 m¨¢s influyentes de la historia.
If only Bradley's arm was longer. Best photo ever. #oscars pic.twitter.com/C9U5NOtGap
— Ellen DeGeneres (@EllenDeGeneres) March 3, 2014
Su discurso activista
Ellen ha dejado a un lado las risas para charlar con supervivientes de tragedias como las de los institutos Parkland o Stoneman Douglas, pero si hay un tema que tanto ella como su esposa, la actriz Portia de Rossi, denuncian con insistencia es el acoso y el suicidio de j¨®venes homosexuales. ¡°Las cosas mejorar¨¢n, la mente de la gente cambiar¨¢, y deber¨ªas estar vivo para poder verlo¡±, afirm¨® en una de sus m¨¢s celebradas intervenciones. En tiempos de Trump, el hecho de que una figura medi¨¢tica traspase cada d¨ªa un mensaje de amor y aceptaci¨®n al pueblo estadounidense no deber¨ªa ser considerado balad¨ª. Las palabras presentaron su recepci¨®n de la Medalla de la Libertad sintetizan esta inspiradora influencia: ¡°una y otra vez, Ellen nos ha ense?ado que un solo individuo puede hacer el mundo m¨¢s divertido, m¨¢s abierto, m¨¢s cari?oso; siempre y cuando sigamos nadando¡±.
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