Por qu¨¦ sorprende tanto que una mujer de 63 a?os haga un desnudo integral en la gran pantalla

Apenas dura 20 segundos, pero es tiempo m¨¢s que suficiente para que el plano de una mujer que se mira completamente desnuda frente a un espejo rectangular haya sorprendido a una sociedad nada acostumbrada a verse reflejada sin eufemismos en la gran pantalla. Ella no se mueve, no habla. Se desprende del albornoz y examina con rictus sereno: los pechos menos tersos, la celulitis gradual, el abdomen redondeado, la piel que cuelga¡­ Emma Thompson, la protagonista, se muestra sin retoques est¨¦ticos ni filtros digitales a sus por entonces 62 a?os, tratando de aceptarse y evitar los juicios sobre un cuerpo lejos ya de lo cinematogr¨¢ficamente can¨®nico. ¡°Es lo m¨¢s dif¨ªcil que he hecho nunca¡±, admite la actriz. La escena pone fin a Buena suerte, Leo Grande, una de las sorpresas del a?o en el circuito indie y que, tras arrasar en varios festivales, llega ahora a nuestras pantallas. La brit¨¢nica da vida a una profesora jubilada que, tras la muerte de su marido, contrata a un joven que ejerce la prostituci¨®n para alcanzar la plenitud sexual negada en su matrimonio y descubrir su propio cuerpo. Una tragicomedia que, de manera deliberada o no, ha dado pie a un controvertido debate sobre por qu¨¦ la desnudez madura sigue siendo un tab¨² inabordable en la ficci¨®n.

¡°A las mujeres nos han lavado el cerebro para que odiemos nuestros cuerpos. Es un hecho¡±, aseguraba Thompson, doble ganadora del Oscar, en la rueda de prensa de presentaci¨®n del filme en el pasado festival de Berl¨ªn. El v¨ªdeo de su alegato no tard¨® en convertirse en viral, refiri¨¦ndose a las exigencias f¨ªsicas que la sociedad exige a las mujeres y el ¡°lavado de cerebro¡± generalizado que esto conlleva: ¡°Todo lo que nos rodea nos recuerda lo imperfectas que somos: todo est¨¢ mal con nosotras. Todo est¨¢ mal y tienes que mostrarse de una determinada forma¡±. La prensa especializada no ha dudado en calificar de ¡°valiente¡± el atrevimiento de Emma Thompson, candidata ya a liderar la inminente temporada de premios.

Tr¨¢iler de: 'Buena suerte, Leo Grande'

Aunque desesperanzador, no deber¨ªa sorprender demasiado que el desnudo de una mujer de m¨¢s de 60 a?os siga copando titulares en pleno 2022. La estigmatizaci¨®n del envejecimiento femenino ha sido una constante en una industria que ignora deliberadamente a las actrices conforme van cumpliendo a?os. Seg¨²n un estudio del Sindicato de Actores de Estados Unidos publicado en 2019, las actrices por encima de los 40 solo representaron el 25,4% de los papeles con di¨¢logos y son decenas las estrellas que han denunciado c¨®mo al llegar a esa edad perd¨ªan trabajos por ¡°ser demasiado viejas¡± o les ofrec¨ªan directamente roles de la abuela del protagonista. En el caso del desnudo maduro, la repulsi¨®n ha llegado hasta el punto de la creaci¨®n de un subg¨¦nero de terror, el hagsploitation, que convierte el cuerpo anciano de la mujer en un monstruo terror¨ªfico y grotesco, decr¨¦pito y ep¨ªtome de la muerte. Desde la fundacional ?Qu¨¦ fue de Baby Jane?, con Bette Davis y Joan Crawford, el g¨¦nero ha vivido en los ¨²ltimos a?os un nuevo repunte con ejemplos como Tiempo, de M. Night Shyamalan, X, de Ti West o La abuela, de Paco Plaza. Hasta Julie, la protagonista de la aclamada La peor persona del mundo, protagoniza un viaje psicod¨¦lico en el que se ve en el cuerpo desnudo de una mujer mayor para denunciar la presi¨®n social que soportan las j¨®venes que transitan la veintena sin una familia o un trabajo fijos.

Mientras la industria del cine ha hipersexualizado hist¨®ricamente las figuras can¨®nicas y lozanas de sus actrices m¨¢s atractivas, plagando sus pel¨ªculas de desnudos gratuitos, son contad¨ªsimas las ocasiones en las que cuerpos pasados los 40, imperfectos seg¨²n los c¨¢nones tradicionales o sin retoques est¨¦ticos, se han mostrado como sexualmente deseables. El pasado a?o, Kate Winslet fue noticia en todo el mundo por el mero hecho de haberse negado a que le editaran sus michelines durante una escena de sexo de la serie Mare of Easttown y exigir que en los carteles promocionales aparecieran sus patas de gallo. La propia Emma Thompson, que durante d¨¦cadas perdi¨® los papeles ¡°en los que la gente se desnuda por no ser lo suficientemente delgada¡±, alienta la rebeli¨®n contra los c¨¢nones de belleza autoimpuestos: ¡°Si quieres que el mundo cambie, y quieres que la iconograf¨ªa del cuerpo femenino cambie, entonces ser¨¢ mejor que formes parte del cambio¡±.

En otros casos, la madurez ha sido precisamente el acicate necesario para atreverse a mostrarse desnudas por primera vez en la gran pantalla. Ese fue el caso de Diane Keaton, que apareci¨® sin ropa a los 57 a?os en la comedia Cuando menos te lo esperas. ¡°Tus ideas sobre tu propio cuerpo cambian completamente conforme te vas haciendo mayor. Ahora solo lo veo como un cuerpo, no como un bien preciado que debo esconder¡±, afirm¨® en Entertainment Weekly. Kathy Bates lo hizo con 53 en A prop¨®sito de Schmidt, Charlotte Rampling a los 62 en La lista, Helen Mirren a los 58 en Las chicas del calendario, y Tilda Swinton (Solo los amantes sobreviven) y Kim Cattrall (Sexo en Nueva York) tambi¨¦n aparecieron desnudas superados los 50. Antes de Buena Suerte, Leo Grande, Anne Reid, a sus 68 a?os, ya conmocion¨® a la sociedad brit¨¢nica al mantener relaciones ¨ªntimas con un Daniel Craig a quien doblaba la edad en el filme de 2003 The mother. Reid ha relatado c¨®mo, la noche anterior al rodaje de la escena, se emborrach¨® en su apartamento antes de desnudarse frente al espejo, derrumb¨¢ndose ante la presi¨®n de ¡°tener que ense?ar eso¡± ante una c¨¢mara. ¡°Fue aterrador, pero consegu¨ª sobreponerme a la situaci¨®n¡±, concluy¨® Reid, que acab¨® cosechando una larga ristra de premios y nominaciones. Casi dos d¨¦cadas despu¨¦s, la conmoci¨®n se repite con Emma Thompson.