Son los Preysler-Vargas Llosa de la generaci¨®n Z: por qu¨¦ la ruptura entre Paul Mescal y Phoebe Bridgers ha roto el coraz¨®n de Internet

Es el Shakira/Piqu¨¦ de las personas terminalmente online, el Preysler/Vargas Llosa de la gente que ha visto Aftersun, lee a Ottessa Moshfegh y sabe sin necesidad de buscarlo de qu¨¦ est¨¢s hablando si mencionas ¡°el PDF de Lorde y Jack Antonoff¡±. La separaci¨®n, a¨²n no confirmada, del actor Paul Mescal (Normal People) y la cantante Phoebe Bridgers, ha roto el coraz¨®n de quienes se denominan, con autoiron¨ªa, ¡°chicas de Internet¡± ¨Cque no tienen por qu¨¦ ser chicas¨C.

Los rumores se pusieron en marcha a finales de diciembre. Como casi todas las noticias de la prensa rosa internacional, el origen de la noticia est¨¢ en Deux Moi, la p¨¢gina en la que se cuelgan an¨®nimamente avistamientos de famosos fuera de cautividad. En este caso, el podcast de Deux Moi, Deux U, se hizo eco de una cita en el teatro Connelly de Nueva York entre Bridgers y el c¨®mico y cineasta Bo Burnham, que hab¨ªan sido vistos ¡°besuque¨¢ndose¡±, seg¨²n el informante. Al mismo tiempo, Matty Healy, el cantante de The 1975, colg¨® en su cuenta de Intagram una foto en la que aparec¨ªan ¨¦l y Bridgers d¨¢ndose un pico con Burnham detr¨¢s como si estuviera bendiciendo ese beso. Incluso, al igual que se ha hecho con Vargas Llosa, se han aportado pruebas literarias. En la canci¨®n que Bridgers escribi¨® hace unas semanas para SZA, Ghost in the Machine, habla de ¡°estar sola¡± y de pelearse con alguien en el hotel Ludlow de Nueva York, lo que se ha considerado una prueba irrefutable. ¡°Dices que tengo a todos mis amigos a sueldo, no te equivocas. Eres un capullo / Grit¨¢ndonos en el Ludlow, era tuya gratis¡±, dice la letra que la compositora firm¨® por encargo hace unas semanas.

Desde entonces, se ha visto a Mescal tomando caf¨¦ con Angelina Jolie en Londres, en presencia de una de las hijas de Jolie, Shiloh, aunque se cree que no hay nada entre ambos. Jolie estar¨ªa felicitando a Mescal despu¨¦s de ver su interpretaci¨®n en Un tranv¨ªa llamado deseo en el teatro Almeida.

Cuando se conoci¨® la noticia, las redes se llenaron de lamentos hiperventilados del tipo ¡°no puedo seguir viviendo en un mundo en el que Paul Bridgers y Paul Mescal no est¨¢n juntos¡±. Un usuario cit¨® un tweet sobre el fin del mundo seg¨²n el calendario maya diciendo: ¡°S¨ª, pero hoy se ha conocido la ruptura, as¨ª que eso es peor¡±. En Tik Tok se hicieron montajes lacrim¨®genos con escenas de Normal People, la serie que hizo famoso a Mescal, y fotos de ambos en la Met Gala, y el hashtag #paulmescalandphoebebridgers alcanz¨® los 3,2 millones de visualizaciones.

?De d¨®nde ven¨ªa tanta inversi¨®n emocional en una pareja que solo llevaba junta a?o y medio y de la que apenas existen un pu?ado de documentos gr¨¢ficos? Hay varios motivos que explican este duelo p¨²blico tan nicho y generacional. Para empezar, la cultura internetera tiene cierto derecho a considerar esta ex pareja algo de su creaci¨®n y hasta de su propiedad, ya que se form¨® ante sus ojos. La primera cita entre Bridgers y Mescal se produjo a la vista de todo el mundo, en un Live de Instagram, y su primer contacto se produjo en Twitter.

Corr¨ªa mayo de 2020, el punto ¨¢lgido del primer confinamiento pand¨¦mico. Como todo el mundo, Phoebe Bridgers vio en su casa Normal People, la serie basada en la novela de Sally Rooney que acababa de estrenarse, y tuite¨®: ¡°Acabo de ver Normal People y ahora estoy triste y cachonda¡±, a lo que Mescal, que al parecer ya era fan de la cantante, respondi¨®: ¡°Estoy oficialmente muerto¡±. Continuando con el flirteo p¨²blico, que recibi¨® centenares de miles de likes en un momento en el que no hab¨ªa eventos, ni estrenos, ni entregas de premios que contemplar, Bridgers replic¨®: ¡°Oh, no te mueras, eres muy talentoso¡±.

Poco despu¨¦s de eso, la revista Wonderland tuvo los reflejos de invitarlos a su famosa cita de Instagram (que m¨¢s de tres millones de personas han buscado en los ¨²timos d¨ªas en Tik Tok). ¡°What¡¯s the craic?¡±, empezaba ¨¦l, la manera irlandesa de decir ¡°qu¨¦ onda¡±, ¡°c¨®mo va¡±. ¡°Creo que est¨¢ bien documentado que soy fan de tu m¨²sica¡±, sigui¨®. En los minutos siguientes, ¨¦l le present¨® virtualmente a su planta Henry.

La confirmaci¨®n de que ambos se estaban viendo en carne y hueso tambi¨¦n se produjo en Twitter, cuando el caf¨¦ Lemon Tree de la ciudad irlandesa de Kinsale tuite¨® que los dos hab¨ªan estado all¨ª desayunando en julio de ese a?o. M¨¢s tarde, Mescal apareci¨® junto a Phoebe Waller Bridge en el v¨ªdeo de la canci¨®n de Bridgers Savior Complex, pero la pareja a¨²n tardar¨ªa un a?o m¨¢s en hacer una aparici¨®n p¨²blica juntos, bendecidos y conjuntados por Gucci, en una gala del museo LACMA, en Los ?ngeles. Para entonces, un segmento de la poblaci¨®n ya hab¨ªa decidido que la cantautora y el actor irland¨¦s eran su modelo de pareja ideal, unos Daniel Craig y Rachel Weisz para veintea?eros, una nueva versi¨®n de la dupla Alex Turner/Alexa Chung que sigue provocando suspiros diez a?os despu¨¦s de disolverse en cuentas de Instagram como @britcult. Dif¨ªcil resistirse a una combinaci¨®n equilibrada de atractivo, ¨¦xito, talento y ropa regalada ¡ªen su foto m¨¢s famosa, que los ve a ambos abrigados en una playa, est¨¢ bien visible el logo de Prada en la chaqueta de ¨¦l¡ª. Hasta su pelo era aspiracional y el punto justo de alternativo: un fashion mullet para ¨¦l, el caracter¨ªstico tinte gris platino para ella.

Shipear a gente que no conocemos, pero con quien creemos tener cierta intimidad ¡ªy m¨¢s si les hemos visto en escenas sexuales de especial desnudez emocional, como es el caso de Mescal y escuchado hablar de la muerte de los amigos, el suicidio y la complicada relaci¨®n con su padre, como pasa en las canciones de Bridgers¡ª es la funci¨®n final de lo que se conoce como ¡°relaciones parasociales¡±. Se trata de relaciones que los espectadores o lectores de los medios establecen con las personas que aparecen en ellos. La expresi¨®n se populariz¨® en Estados Unidos y, bueno, en la Rep¨²blica de Internet, hace algo m¨¢s de un a?o con motivo de otro divorcio de famosos relativamente nicho. El c¨®mico John Mulaney, que hab¨ªa incorporado a su esposa, la figurinista y fot¨®grafa Anne Marie Tendler en sus rutinas c¨®micas, anunci¨® que se separaba de ella, y, poco despu¨¦s, que esperaba un hijo con la actriz Olivia Munn, y muchos usuarios de redes reaccionaron como si hubieran sido ellos los receptores de lo que se percib¨ªa como una traici¨®n cruel. ¡°Cuando tienes una relaci¨®n parasocial con alguien, los admiras e idealizas, y como resultado, quieres que sean felices y exitosas en cada faceta de su vida. Esperas que su relaci¨®n funcione como una manifestaci¨®n de un deseo para ti mismo¡±, explicaba en un art¨ªculo en Harper¡¯s Bazaar la profesora de psicolog¨ªa Sally Theran, especializada en investigar ese tipo de proyecciones. Theran citaba como ejemplos extremos el hecho de que haya quien a¨²n tenga esperanza de que vuelvan Brad Pitt y Jennifer Aniston ¡ªsu estudiado saludo en un zoom pand¨¦mico envi¨® vibraciones parasociales por todo el mundo¡ª o la algarab¨ªa colectiva cuando se dieron una segunda oportunidad Jennifer Lopez y Ben Affleck.

La psic¨®loga cl¨ªnica Arianna Brandolini d¡¯Adda (que tiene su propio canal de YouTube) explicaba en un art¨ªculo en Repeller que el motivo por el que concedemos esta importancia a los divorcios de famosos tiene ra¨ªces en la teor¨ªa evolutiva. Como humanos, estamos programados para prestar atenci¨®n a los individuos dominantes del grupo, en este caso las celebridades. ¡°Si observas lo que hacen los individuos de alto estatus y aprendes de ello, es m¨¢s probable que t¨² te conviertas en uno¡±, dec¨ªa la experta. ¡°Prestar atenci¨®n a lo que hace la gente que se sit¨²a en la cumbre social tiene un objetivo pol¨ªtico porque te equipa para funcionar en la escena social. Las celebridades representan una fantas¨ªa de lo que nos gustar¨ªa tener, as¨ª que es natural tener opiniones y emociones sobre su vida amorosa¡±. Esto ya era as¨ª en el primer Hollywood y antes, pero nunca nadie asisti¨® en directo por Instagram a la primera cita entre Carole Lombard y Clark Gable. Parece evidente que el acceso aparentemente sin filtros a los famosos que proporcionan las redes sociales intensifica ese espejismo de intimidad y magnifica las reacciones.

En el teatro de las relaciones entre famosos, todav¨ªa muy centrado en los par¨¢metros de la monogamia y la infidelidad entendida como traici¨®n ¡ªsolo hay que asistir a la saga Falc¨®/Onieva para comprobarlo¡ª, se suele reservar el peor papel a ¡°la rompehogares¡±, la mujer que se percibe como causante de la ruptura de una pareja heterosexual muy querida. De momento, Bo Burnhan, otro novio pand¨¦mico de Internet (su especial de comedia en Netflix lo confirm¨® como cronista de la ansiedad digital) no est¨¢ recibiendo el vitriolo que s¨ª recibi¨®, por ejemplo Olivia Munn. Como resumi¨® un tweet: ¡°Todo esto es como Brangelina para la gente que toma Lexapro¡±. A todos aquellos que hab¨ªan hecho una inversi¨®n emocional en esa relaci¨®n les queda repasar las fotos que Mescal hizo de Bridgers, y que est¨¢n protagonizando muchos montajes musicales en redes, y esperar al pr¨®ximo disco de la cantante, por si arroja claves sobre la ruptura.