Jennifer Lopez o la trampa de la ¡®supermujer¡¯ a los 50

Ese term¨®metro emocional que son los memes de internet nos ha dejado varias lecciones de la explosi¨®n latina en el show de la Super Bowl 2020:

Uno: Que comparar nuestra triste y banal existencia vac¨ªa de logros profesionales y f¨ªsicos frente a las superlativas capacidades de una Jennifer Lopez exultante a sus 50 a?os cotiza al alza en el mercadeo de?likes.

Dos: Que, sorprendentemente, todav¨ªa no est¨¢ agotada esa mis¨®gina f¨®rmula de poner a competir a dos mujeres para recordarnos que en 2020 las cincuentonas ya no lucen como supuestamente nos vend¨ªan que ten¨ªan que ser hace 35 a?os ¨Ccabe destacar que no hay nada m¨¢s desafortunado que desmerecer en este ¨¢mbito el legado de Blanche Devereaux¨C.

Mientras Internet se recupera de asumir que Shakira tiene 43 a?os y J Lo tiene 50 (Buzzfeed recogi¨® unas cuantas pruebas de ese asombro global frente a la edad de las dos artistas), el fen¨®meno del prodigioso medio siglo de Lopez se ha convertido en un g¨¦nero en s¨ª mismo durante los ¨²ltimos meses. En cada ciclo que noticias que Jenny from the block ha protagonizado, y no han sido pocos teniendo en cuenta que casi roza la nominaci¨®n al Oscar por su papel en Estafadoras de Wall Street y fue elegida icono de estilo del a?o por los CFDA ¨Clos Oscar de la moda en EEUU¨C, se ha destacado de forma noticiosa la conjugaci¨®n de su edad y aspecto f¨ªsico.

Lopez rompi¨® Internet cuando cerr¨® en septiembre el desfile de Versace vistiendo, 20 a?os despu¨¦s, una especie de r¨¦plica del c¨¦lebre vestido estampado que propici¨® la invenci¨®n de Google Im¨¢genes. Las?fotos comparativas de su antes y despu¨¦s, innecesarias a tenor de lo inmutable de su aspecto, poblaron pr¨¢cticamente todas las webs del planeta. ??Acaba de decir que ha cumplido 50 a?os?, fue la frase que se dijo antes de que?una de las cabezas del p¨²blico estallase, literalmente y como gag visual, cuando la artista record¨® que hab¨ªa cumplido 50 a?os en su mon¨®logo como conductora invitada del Saturday Night Live. Explotando?cerebros, as¨ª lleva J Lo lo del a?o de su retorno.

Cuando un reportero record¨® a Gloria Steinem en su cumplea?os que no aparentaba su edad, ella le respondi¨®: ?As¨ª lucen los 40?. La an¨¦cdota la recog¨ªa Vanessa Friedman en J. Lo y el poder de los 50, un art¨ªculo celebratorio en The New York Times?a prop¨®sito del hurac¨¢n Lopez en la Super Bowl. ?No se hab¨ªa visto tanta excitaci¨®n por una mujer haciendo alarde de su edad desde que Keanu Reeves llevase a Alexandra Grant, una mujer de melena plateada de 46 a?os, a la gala de Los Angeles Museum of Art el pasado mes de noviembre?, apuntaba la reportera. El show de la Super Bowl, para Friedman, represent¨® un alegato para derribar arquetipos edadistas: ?El efecto total de J. Lo fue un tanto hipn¨®tico, una demostraci¨®n directa de una mujer que se glorifica en su propio f¨ªsico y un desaf¨ªo a cualquiera que pueda emitir un juicio basado en un n¨²mero?.

Lopez se r¨ªe del edadismo y derriba barreras arquet¨ªpicas sobre lo que supuestamente puede y no debe hacer una mujer (o vestir) al llegar al medio siglo. Pero su paradigm¨¢tico logro tambi¨¦n se puede convertir en una nueva trampa para ese resto de mortales que, ni de lejos, domina el arte del pole dance en cualquier punto vital de su existencia. Ese asombro global sobre el poder de los 50 de J. Lo tambi¨¦n es una celebraci¨®n cultural de lo an¨®malo, de una mujer maravilla que ha sido capaz de mantener y extender en su mediana edad los mismos c¨¢nones normativos de una veintea?era (e incluso mejorarlos).

En el inicio de Goop Lab, la docu serie de Gwyneth Paltrow que se estren¨® hace unos d¨ªas en Netflix, ¨¦sta recuerda que su compa?¨ªa naci¨® precisamente porque ?las mujeres quieren optimizar su vida hasta el final?. En una sociedad obsesionada con tener buen aspecto y con esclavas de la eficiencia, de las apps que nos cuantifican para mejorarnos y entregadas a rutinas faciales sacramentales, el caso de la supermujer a lo J Lo a?ade un m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa que seguro se capitaliza en cursillos de todo tipo tras ver obrar su magia en la Super Bowl: madurar dominando el arte del contoneo en pir¨¢mides humanas, el perreo y la barra americana con una melena imbatible, m¨²sculos de cemento y un rostro impecable. Qui¨¦n no querr¨ªa.

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