20 a?os en segundo plano o c¨®mo Kathryn Hahn ha pasado de eterna secundaria a estrella tard¨ªa
A sus 47 a?os, su papel como Agatha en la serie de Disney+ Bruja Escarlata y Vision ha conseguido poner en el foco medi¨¢tico a una de las int¨¦rpretes m¨¢s prol¨ªficas, vers¨¢tiles e infravaloradas de la meca del cine.
Cuando la prensa especializada acostumbra a reivindicar los int¨¦rpretes m¨¢s subestimados de Hollywood, florecen nombres como Glenn Close, Peter O¡¯Toole o Amy Adams, estrellas indiscutibles, sobradamente populares, pero que no han logrado corroborar con un Oscar su posici¨®n de privilegio. Sin embargo, la mera rese?a de sus perfiles inhibe la posibilidad de minusvaloraci¨®n, conscientes la mayor¨ªa de los cin¨¦filos de que pocos premios necesitan los antes mencionados para ocupar un lugar indeleble en nuestra memoria. Quienes cuentan con m¨¢s motivos para demandar nuestra atenci¨®n son aquellos que habit¨²an a irrigar con su talento roles de reparto en cine o series de televisi¨®n, robando escenas y mejorando autom¨¢ticamente cada proyecto que tocan. Desprovistos de suerte o de una plataforma medi¨¢tica, discretos por naturaleza o esperando todav¨ªa ese papel result¨®n/oscarizable que haga que por fin el espectador aprenda sus nombres, int¨¦rpretes como Kathryn Hahn llevan 20 a?os cimentando una carrera en segundo plano que poco tiene que envidiar a las de los que s¨ª cuentan con el billete de entrada al olimpo hollywoodiense. En el caso concreto de la actriz, la hora de hacerle justicia ha llegado este mes de febrero.
Ha sido la aclamada serie de Disney+ WandaVision ¨Ctitulada en nuestro pa¨ªs como Bruja Escarlata y Visi¨®n por cuestiones de derechos de autor¨C la responsable y art¨ªfice de que Hahn comience a disfrutar del reconocimiento generalista merecido. El prol¨ªfico universo Marvel le ha brindado una alfombra roja al talento de la int¨¦rprete de 47 a?os que da vida a Agnes, la entusiasta y entrometida vecina del matrimonio de superh¨¦roes formado por Elizabeth Olsen y Paul Bettany y que ejerce tanto de alivio c¨®mico como de enigma amenazante para el d¨²o protagonista.
El debut de Hahn como actriz llegar¨ªa en 2001, con la serie m¨¦dica Crossing Jordan, cuyo salario destin¨® a solventar los pr¨¦stamos bancarios con los que pudo cursar un grado de interpretaci¨®n en la prestigiosa Universidad de Yale. A partir de ah¨ª, sobrevivi¨® en Hollywood gracias a las comedias rom¨¢nticas, encasillada en los papeles de ¡®mejor amiga de¡¯ y acostumbr¨¢ndose a opacar con su talento a protagonistas de la talla de Kate Hudson (C¨®mo perder a un chico en diez d¨ªas), Cameron Diaz (The Holiday) o Christina Applegate (El reportero). Nunca goz¨® de la oportunidad para demostrar su potencial como cabeza de cartel en este tipo de productos taquilleros, arrinconada ante otras estrellas de belleza ¨Cvalgan las tres rubias mencionadas como ejemplo¨C m¨¢s normativa.
Desde entonces, la actriz de 47 a?os ha presumido de una versatilidad con escaso parang¨®n en la industria, convirti¨¦ndose en musa del cine indie (Vida privada, Captain Fantastic), bordando sus escarceos en la comedia (Somos los Millers, Malas Madres o Parks and Recreation) o como dobladora (Central Park), embelleciendo las series de mayor prestigio con personajes como la fascinante rabina de Transparent, liderando series atrevidas como I love Dick o La se?ora Fletcher y brillando en pel¨ªculas de culto como Revolutionary Road. ¡°Primero fui la mejor amiga, despu¨¦s la se?ora loca cachonda¡ Ahora no estoy segura de lo que soy¡±, declaraba la actriz de Illinois, casada desde 2002 con el actor y productor Ethan Sandler y madre de dos hijos. A tenor de su fren¨¦tica filmograf¨ªa, lo que a buen seguro sabe es que es una de las mujeres m¨¢s reclamadas por los directores de casting, pese a no haber conseguido a¨²n una sola nominaci¨®n al Oscar o al Globo de Oro.
Para paliar la injusticia hist¨®rica, y a ra¨ªz de la guinda profesional que supone su trabajo mainstream en Wandavision ¨Cir¨®nicamente, como mejor amiga de la protagonista¨C, buena parte de la prensa y las redes sociales han apostado por explicitar el amor plat¨®nico e incondicional que sienten por ella y que los acad¨¦micos le siguen negando. ¡°Este es el mundo de Kathryn Hahn y nosotros solo vivimos en ¨¦l¡±, apunta una tuitera; ¡°Es nuestro jodido tesoro¡±, a?ade otra, y decenas claman ya por un premio Emmy para su actuaci¨®n, en un proceso activista que recuerda al vivido por otras infravaloradas como Sarah Paulson.
Uno de los principales atributos de Hahn es su admirada capacidad para transmitir al espectador hasta las emociones m¨¢s complejas con el esbozo de una mirada, due?a de un carisma innato y tierno que humaniza sus roles y los convierte en figuras perfectamente identificables para el p¨²blico. Como sostiene la periodista de The New York Times Emily Brennan, en el art¨ªculo Por qu¨¦ me encanta todo en lo que sale Kathryn Hahn, su ¡°habilidad para mostrarnos sus pensamientos m¨¢s privados¡± la convierte en una de las m¨¢s eficientes actrices de reparto de la actualidad. Brennan compara su talento con otros int¨¦rpretes que tambi¨¦n brillaron en papeles secundarios como Viola Davis, John Cazale y Philip Seymour-Hoffman.
¡°Su filmograf¨ªa reciente es la de una int¨¦rprete que se reta constantemente a s¨ª misma con material complejo¡±, evoca el redactor de Vulture Tres Dean, que la califica como ¡°arma secreta¡± de la meca del cine. ¡°No podemos ignorar durante m¨¢s tiempo que Kathryn Hahn es, y siempre ha sido, una de nuestras mejores presencias esc¨¦nicas. Su consistencia ha sido infravalorada. Es f¨¢cil dar por sentado a una int¨¦rprete que siempre est¨¢ presente, que siempre hace un gran trabajo, pero que nunca se ha dejado ver por la temporada de premios. Pero est¨¢ empezando a ser como una especie de afrenta a los dioses de Hollywood seguir ignor¨¢ndola¡±, afirma. Ser¨¢ mejor no hacerles enfadar y reivindicar a Hahn como se merece.
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