Kim Gordon: ?Quise quitarme el aspecto de chica media californiana?
Artista, m¨²sica, dise?adora e icono de estilo durante m¨¢s de tres d¨¦cadas, publica sus memorias en un momento de renovaci¨®n personal.
Puntual, llega encogida por el fr¨ªo de una heladora ma?ana neoyorquina y pidiendo caf¨¦ muy educadamente. Fundadora, bajista y cantante de la banda de rock Sonic Youth, personificaci¨®n de la rebeld¨ªa madura desde los ochenta, o s¨®lo ?artista visual?, como a ella le gusta resumir y definirse, Kim Gordon es extremadamente t¨ªmida fuera de un escenario o sin un lienzo o un papel de por medio. ?Escribir es una cosa y hablar otra muy diferente?, dice al principio de la entrevista; y deja escapar una risa nerviosa, la primera de muchas.
Lo deja claro porque la charla girar¨¢ alrededor de la autobiograf¨ªa que acaba de publicar, La chica del grupo (editorial Contra), ?un t¨ªtulo ir¨®nico?, reconoce. ?Hace referencia a la pregunta que m¨¢s odi¨¢bamos todas las mujeres m¨²sicas en los ochenta: ¡®?C¨®mo es eso de ser mujer en un grupo??, dice con sorna. ?Y porque yo hago mucho m¨¢s que rock. No soy m¨²sica, s¨®lo fue algo que se cruz¨® en mi camino cuando llegu¨¦ a Nueva York en aquella era postpunk?.
Vestido en denim de Gucci. Collar de oro rosa de Jennifer Fisher.
Damon Baker
A sus 61 a?os, Gordon nunca hab¨ªa pensado en escribir sobre ella misma, pero despu¨¦s de la separaci¨®n de Sonic Youth, consecuencia de su divorcio con Thurston Moore, con quien llevaba casi tres d¨¦cadas de relaci¨®n personal y profesional desde que fundaron juntos el grupo; y tras haber superado un c¨¢ncer de pecho durante aquel dif¨ªcil periodo, ¨¦ste parec¨ªa el momento apropiado para sentarse ante el papel. Un buen momento para mirar atr¨¢s a la vez que segu¨ªa avanzando.
?Es la ¨²nica manera en la que pod¨ªa descubrir c¨®mo me siento?, explica. ?A veces, cuando escribo, se me ocurren cosas que no s¨¦ ni de d¨®nde salen¡ Creo que hagas lo que hagas, m¨²sica, arte, escribir¡ es importante tomar riesgos. Cuanto m¨¢s te salgas de tu zona de confort, m¨¢s puedes sacar de ti misma?, contin¨²a, tranquila aunque visiblemente fuera de su elemento durante la entrevista y la sesi¨®n de fotos, en la que permanece seria y casi en silencio. ?Cuando tengo que hacer cosas como ¨¦stas, finjo ser otra persona?, reconoce, y as¨ª pasa el trago.
En sus memorias, Kim Gordon empieza por el final: el de Sonic Youth y el de su matrimonio de 27 a?os, en 2011. ?Lo hice como para quit¨¢rmelo de encima, s¨ª?, zanja, porque no va a hablar del tema: ya lo ha dejado todo por escrito. Porque Kim Gordon y Thurston Moore formaban una de esas parejas casi milagrosas, unos Paul Newman y Joanne Woodward del mundo del rock; pero todo se desmoron¨® cuando ella descubri¨® su infidelidad a partir de unos mensajes. ?Hoy, cuando pienso en los primeros d¨ªas y meses de mi relaci¨®n con Thurston, me pregunto si puedes amar de verdad, o ser amado, por alguien que esconde qui¨¦n es. Esto me ha hecho cuestionarme mi vida entera y todas mis relaciones?, analiza Gordon en el libro.
Top de punto y detalles en gamuza de Alexander Wang. Pantalones de cuero de Proenza. Collar de oro rosa de Eddie Borgo. Botas, collar y aretes de oro vintage de ella.
Damon Baker
Dejar atr¨¢s el pasado. Aunque han pasado cuatro a?os desde la separaci¨®n, el simple hecho de mencionar su nombre en la entrevista cambia el rostro agradable y relajado de Kim Gordon unos segundos y se pone en guardia. Teme este tipo de preguntas, que se repetir¨¢n a¨²n m¨¢s cuando empiece la promoci¨®n del libro sobre este y otros episodios dolorosos de su vida, como los dedicados a su hermano esquizofr¨¦nico. ?La gente suele ser respetuosa, pero veremos con qu¨¦ salen?, bromea, esquivando las respuestas y relaj¨¢ndose de nuevo. Quiere hablar del futuro.
Con su ¨²nica hija Coco ya en la universidad, Kim Gordon ha vuelto a redefinirse: tiene un grupo nuevo, Body/Head, con Bill Nace, y est¨¢ por fin m¨¢s centrada en su carrera como artista pl¨¢stica y visual. ?Es lo ¨²nico de lo que quiz¨¢ me arrepienta en mi vida, de no haber dedicado m¨¢s tiempo a mi arte?, admite. En 2003 organiz¨® su primera exposici¨®n y desde entonces han salido otras. Las ¨²ltimas, gracias a Larry Gagosian, coleccionista y viejo amigo, que no sale bien parado en el libro en sus primeros encuentros. ?Tengo mucha suerte, se me est¨¢n abriendo muchas oportunidades ahora?, cuenta.
Ella ya no es ?Kim Gordon, de Sonic Youth?, si es que alguna vez esa fue su ¨²nica identidad. ?Estoy orgullosa de haber sido parte de lo que hicimos. Pero acab¨¦ teniendo una carrera art¨ªstica que es m¨ªa, no soy una persona convencional y nunca quise una carrera convencional?.
Hija de un soci¨®logo y una ama de casa ?algo hippy, nada com¨²n? que cos¨ªa y dise?aba su ropa, Gordon naci¨® y creci¨® en Los ?ngeles con un hermano diagnosticado de esquizofrenia a?os despu¨¦s. Un entorno familiar peculiar al que achaca en parte su car¨¢cter independiente y rebelde, del que tambi¨¦n tuvo la culpa aquella California en la que conoci¨® a figuras como el compositor Danny Elfman, su primer novio, o el artista Dan Graham, su mentor en la Costa Este. ?Si crec¨ªas en los sesenta, cuestionar la autoridad era algo inevitable?, dice, y recuerda la admiraci¨®n que le despertaban mujeres como Joni Mitchell o Marianne Faithfull. ?Ahora quiz¨¢ hay m¨¢s conformismo y no hay tantos modelos de mujer a los que admirar. Pero a¨²n hay gente que piensa por s¨ª misma, como PJ Harvey o Carrie Brownstein?.
Portada de La chica del grupo (Contra).
En los ochenta y los noventa, fue ella quien se convirti¨® en icono de rebeld¨ªa. Precisamente, Gordon reniega ahora de esa etiqueta, como la de ser mentora de otras generaciones, porque asegura que tard¨® mucho en estar segura de qui¨¦n era. ?Cuando eres adolescente se supone que tienes que descubrir tu identidad y mantenerla siempre. Pero es absurdo, porque es un proceso que contin¨²a el resto de tu vida¡ Yo supongo que he sido muy lenta, a¨²n estoy encontr¨¢ndome a m¨ª misma?, dice entre risas. ?No he cumplido todos los sue?os que ten¨ªa cuando cambi¨¦ California por Nueva York, pero creo que estoy m¨¢s cerca?. Y vuelve a re¨ªr, porque, ir¨®nicamente, ahora quiere abandonar la Costa Este (vive en una ciudad de Massachusetts de la que est¨¢ ya aburrida) por California, al menos ?durante los meses fr¨ªos?.
Referente rebelde. Cuando era joven el sue?o de Gordon fue ir a la Gran Manzana, donde empez¨® a encontrarse a s¨ª misma en un entorno en el que no cre¨ªa sobresalir y del que termin¨® siendo una de las cabezas visibles. ?Lo ¨²nico que hac¨ªa era revolverme el pelo para quitarme el aspecto de chica de clase media californiana?, recuerda. Esa etiqueta le cre¨® siempre cierta inseguridad sobre su aspecto que ahora por fin ha superado. ?Me siento definitivamente m¨¢s c¨®moda?, asegura. ?Seg¨²n vas madurando aprendes m¨¢s de ti, te vuelves m¨¢s sofisticada, y te das cuenta de que es dif¨ªcil llevar ropas exc¨¦ntricas sin parecer una loca. A no ser que seas francesa?, bromea.
Adem¨¢s de la pintura, la escritura y la m¨²sica, la moda ha sido una de las facetas creativas que ha desarrollado a lo largo de su carrera. En 1994 cofund¨® la marca grunge X-Girl (haza?a que no piensa repetir), fue una de las primeras en descubrir el talento de Marc Jacobs (como lo hizo con Courtney Love o Spike Jonze en otros campos) y Saint Laurent cont¨® con ella en una de sus campa?as en 2013. Ha sido un referente de estilo de los ¨²ltimos 30 a?os. Tambi¨¦n a su pesar: ?Es halagador o¨ªrlo. Pero cuando hablamos de iconos pienso en gente con un look diferente, como Chlo? Sevigny o mi hija, que para m¨ª es la persona m¨¢s cool del mundo?. ?Me gusta la ropa, pero no soy una fashionista. En este momento de mi vida, s¨®lo intento estar bien?, zanja.
El fot¨®grafo Michael Lavine le pregunt¨® una vez si prefer¨ªa parecer cool o atractiva. A lo que Kim Gordon contest¨®: ??Por qu¨¦ tiene que ser una cosa o la otra? ¨Crecuerda¨C. Puede ser una combinaci¨®n de las dos. No pude elegir, entonces quer¨ªa ser cool y atractiva. Y ahora tambi¨¦n, claro?.
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