Meg Ryan cumple 60 a?os: c¨®mo un desnudo acab¨® con la carrera de la gran estrella de la comedia rom¨¢ntica
La ¡®novia de Am¨¦rica¡¯ de los noventa conmocion¨® a la opini¨®n p¨²blica en 2003 cuando decidi¨® cambiar de registro y protagonizar el ¡®thriller¡¯ er¨®tico ¡®En carne viva¡¯. Un atrevimiento que defenestrar¨ªa para siempre a la actriz.
La lista de actrices de renombre que llegan a la madurez alejadas de los plat¨®s de Hollywood ¡ªuna industria que sigue dando por amortizadas a sus estrellas femeninas atendiendo solo a su fecha de nacimiento¡ª es tan larga como distinguida. Pero en el caso de Meg Ryan, que celebra este 19 de noviembre su 60? cumplea?os, la injusticia resuena con mayor fuerza. Quien lider¨® durante tres lustros la taquilla internacional, convirti¨¦ndose en la carism¨¢tica novia de Am¨¦rica gracias a comedias rom¨¢nticas como Cuando Harry encontr¨® a Sally, Algo para recordar o Tienes un e-mail, lleva m¨¢s de un lustro retirada del cine. Ella no solo fue testigo de c¨®mo su trabajo era ninguneado de forma sistem¨¢tica por cr¨ªticos y acad¨¦micos (jam¨¢s fue nominada al Oscar), tambi¨¦n presenci¨® c¨®mo los mismos espectadores a los que hab¨ªa enamorado con su sonrisa contagiosa le dieron la espalda cuando quiso ser algo m¨¢s que la chica que le gusta al protagonista. ?El pecado? Desnudarse.
All¨¢ por el a?o 2002, con 41 a?os y un buen pu?ado de ¨¦xitos en su haber, la actriz estadounidense apost¨® por dar un giro a su filmograf¨ªa y anteponer la visi¨®n art¨ªstica a la comercial. Tras embolsarse la friolera de 15 millones de d¨®lares (13 millones de euros) por su papel protagonista en la comedia rom¨¢ntica Kate & Leopold, erigi¨¦ndose as¨ª en una de las int¨¦rpretes mejor pagadas del mundo, se ali¨® con la cineasta Jane Campion (El piano) para perseguir la preciada estatuilla con el thriller En carne viva. Estrenado un a?o despu¨¦s, Ryan daba vida a una profesora solitaria que se embarca en una relaci¨®n con un detective de polic¨ªa que investiga una serie de cr¨ªmenes, un papel inicialmente pensado para Nicole Kidman pero que la australiana rechaz¨® por encontrarse en pleno proceso de divorcio. La alta carga er¨®tica del filme oblig¨® a Ryan a protagonizar escenas de desnudo y de sexo expl¨ªcito, algo que no era nuevo para ella. Pero fall¨® a la hora de advertir c¨®mo un paso en falso puede suponer el suicidio profesional hasta para la estrella m¨¢s brillante de las colinas de Los ?ngeles.
¡°En carne viva fue un antes y un despu¨¦s en mi carrera. La reacci¨®n fue cruel¡±, afirm¨® en 2019 la propia Ryan en una entrevista con The New York Times. La actriz reconoce que tratar de romper con el clich¨¦ de vecina de al lado de sus comedias previas y los anhelos que el p¨²blico proyectaba en ella supuso un trauma del que jam¨¢s pudo reponerse. ¡°Desde entonces todos los publicistas me han dicho que deber¨ªa haber preparado a mis seguidores, porque el sexo echa a la gente. Nunca me hab¨ªa presentado tan sexual, era muy diferente al arquetipo que me hab¨ªan asignado¡±. Ryan reconoce que el sentimiento de final de una etapa tras el batacazo en los cines del filme fue mutuo: ¡°Yo pensaba que estaba acabada y probablemente ellos tambi¨¦n lo pensaban¡±.
Haciendo honor a un pa¨ªs que hace bandera de su hip¨®crita mojigater¨ªa, la prensa especializada no dud¨® en convertir aquellas escenas en el tema central de cualquier informaci¨®n sobre la pel¨ªcula. ¡°Llega una ¨¦poca en la carrera de cualquier actriz en la que tiene que quitarse la ropa si quiere ser tomada en serio¡±, afirmaba la primera sentencia de la cr¨ªtica de la revista Empire. ¡°Meg Ryan se desnuda y pone nervioso a su coprotagonista¡±, titul¨® Entertainment Weekly, que destacaba el ¡°estr¨¦s vivido por un aterrorizado Mark Ruffalo¡± al intentar estar a la altura de su coprotagonista en las escenas de intimidad.
La gira de promoci¨®n pas¨® a convertirse en un juicio p¨²blico sobre el derecho de Meg Ryan a desencasillarse y romper con la imagen preestablecida que los espectadores ten¨ªan respecto ella. En las entrevistas con la prensa repet¨ªa insistente que las secuencias sexuales no hab¨ªan sido dif¨ªciles de rodar e incluso negaba que su participaci¨®n en el filme supusiera un acto rupturista en su carrera. ¡°He hecho 30 pel¨ªculas y solo siete de ellas son comedias rom¨¢nticas. As¨ª que no, no s¨¦ cu¨¢l es la t¨ªpica pel¨ªcula de Meg Ryan¡±, aleg¨®. Ni siquiera era la primera vez que la de Connecticut protagonizaba este tipo de secuencias en la gran pantalla: ya lo hab¨ªa hecho antes en The Doors o en Como u?a y carne, en la que compart¨ªa reparto con su esposo por aquel entonces, Dennis Quaid.
Precisamente fue la convulsa ruptura del medi¨¢tico matrimonio otro de los motivos de la desafecci¨®n del p¨²blico por Meg Ryan. El romance de la actriz con Russell Crowe durante el rodaje de Prueba de vida la llev¨® a divorciarse de Quaid y romper, al menos ante los ojos de la opini¨®n p¨²blica, un matrimonio can¨®nico y ejemplar en la meca del cine. No importaban las infidelidades sistem¨¢ticas del padre de sus hijos ni su adicci¨®n al alcohol y las drogas, Ryan le hab¨ªa puesto los cuernos a Estados Unidos y los beatos iban a hacerle pagar la ca¨ªda del mito en un momento en el que los debates sobre los sesgos de g¨¦nero, las discriminaciones sistem¨¢ticas y las imposiciones convencionales a las mujeres no estaban ni en el horizonte. La actriz jam¨¢s volver¨ªa a protagonizar un taquillazo ni a ser sugerida como pareja de todo un pa¨ªs. ¡°Ser la novia de Am¨¦rica no te permite expresarte al completo como persona, ser una estrella requiere de un vac¨ªo¡±, admitir¨ªa ella misma.
La situaci¨®n escal¨® hasta l¨ªmites insospechados en una entrevista recordada como una de las m¨¢s ¡°inc¨®modas e infames¡± jam¨¢s emitidas en la televisi¨®n brit¨¢nica. El presentador Michael Parkinson, toda una leyenda viva de la BBC, no dud¨® en personificar la indignaci¨®n popular por el atrevimiento de la actriz a protagonizar las escenas subidas de tono, acorralando a la estadounidense en su paso por el programa. ¡°?C¨®mo puedes haber salido desnuda? Deber¨ªas haber preparado a tu p¨²blico antes de hacer algo diferente¡±, adujo. Ryan, que inst¨® a Parkison a dar por terminada la charla antes de tiempo, confes¨® despu¨¦s lo ofendida que se hab¨ªa sentido por su actitud. ¡°Era como si me ri?era por haberme desnudado. Se comport¨® como un padre que desaprobaba lo que hac¨ªa. No somos familia, al¨¦jate de m¨ª¡±. Tal impacto dej¨® su choque televisivo que este mismo mes de agosto, 18 a?os despu¨¦s de la emisi¨®n, el propio Parkinson se disculp¨® p¨²blicamente por haber ¡°perdido los modales¡± en un momento que califica como el m¨¢s dif¨ªcil de su hist¨®rica carrera.
Teniendo en cuenta que tratar de desligarse de los roles que les convirtieron en celebridades es un paso inevitable en la carrera de cualquier actor de renombre (ah¨ª est¨¢n otros iconos de las rom-com como Tom Hanks o Matthew McConaughey), la perspectiva de g¨¦nero juega un papel clave en su experiencia. ¡°Las escenas de sexo no asesinaron la carrera de Meg Ryan. La carrera de Meg Ryan fue asesinada por ser una mujer en Hollywood¡±, defiende Christina Cauterucci en Slate. ¡°Era un problema de sexismo. La gente no quer¨ªa tom¨¢rsela en serio y es una verg¨¹enza¡±, a?ade el cr¨ªtico Scout Tafoya. La lecci¨®n para las pr¨®ximas estrellas femeninas estaba clara: si apuestas por echar un pulso a la industria para salirte del molde establecido por sus intereses comerciales m¨¢s te vale estar preparada para no volver a pisar un plat¨® nunca m¨¢s.
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