?Protocolo o desaire? El extra?o gesto de la princesa Ana ¡®negando¡¯ el saludo a Trump

Si mezclas en una coctelera al matrimonio Trump, la familia real brit¨¢nica y un aparente desencuentro, la pol¨¦mica est¨¢ servida. Eso ha sucedido con un reciente v¨ªdeo en el que se ve c¨®mo, durante una visita de Estado del presidente estadounidense a Inglaterra, la reina Isabel II hace un comentario a la princesa Ana y ¨¦sta se encoge de hombros.

Internet se ha apresurado a lanzar sus propias interpretaciones. La m¨¢s aplaudida, la que asegura que la hija de la reina neg¨® el saludo a Trump y fue rega?ada por su madre.

En las im¨¢genes, se aprecia c¨®mo, tras los saludos del n¨²cleo principal de la familia real al presidente y la Primera Dama, la matriarca se dirige a la princesa y ¨¦sta, como respuesta, se encoge de hombros. Los usuarios de Twitter lo han visto como una llamada de atenci¨®n de la madre a su hija y un desaire por parte de Ana. Y todos los que han abrazado esta teor¨ªa han elogiado su comportamiento y bromeado sobre la situaci¨®n.

Sin embargo, esta no parece ser la realidad de lo sucedido. Un periodista de The Guardian ha explicado que la reina le pregunta por el resto de mandatarios que faltaban por saludar (se trataba de un encuentro de la OTAN). La princesa responde ?It¡¯s just me? (S¨®lo quedo yo). Seg¨²n la CNN, se tratar¨ªa de una cuesti¨®n de protocolo porque solo la reina y el heredero directo con su mujer ten¨ªan que recibir a los jefes de Estado de los diferentes pa¨ªses, por lo que la princesa Ana deb¨ªa esperar a que los Trump saliesen para acceder a la estancia.

El corrillo contra Trump, una realidad

En lo que s¨ª particip¨® la princesa fue en una charla informal entre el primer ministro canadiense Justin Trudeau, el presidente franc¨¦s Emmanuel Macron y el primer ministro brit¨¢nico Boris Johnson. Grabada con un micr¨®fono abierto, se les escucha hacer comentarios que se han entendido como referencias a Donald Trump, aunque en ning¨²n momento lo mencionan.

En ¨¦l, comentan la larga extensi¨®n de la rueda de prensa concedida por Trump y las reacciones de su equipo que, seg¨²n Trudeau, se qued¨® con la boca abierta. La princesa no participa en ning¨²n momento, pero se mantiene en el grupo y escucha como el resto de mandatarios se mofan.

Antecedentes

No es la primera vez que el mandatario y sus saludos, por lo general en¨¦rgicos, copan titulares y enciende las redes. En julio de 2017, la Primera Dama polaca Agata Kornhauser-Duda no estrech¨® la mano que Trump le tend¨ªa y se fue directa a Melania, a la que s¨ª salud¨®.

Si bien despu¨¦s se aproxima al presidente, por lo que parece que fue un lapsus sin ninguna intenci¨®n, la selecci¨®n del pedazo de v¨ªdeo dio pie a una conversaci¨®n en Twitter en la que se alababa el comportamiento de Kornhauser-Duda.

Sus apretones de mano con el presidente franc¨¦s tambi¨¦n han dado que hablar en diferentes ocasiones. Primero fue en mayo de 2017 durante una cumbre de la OTAN en Bruselas, cuando el contacto se alarg¨® m¨¢s de lo habitual. En junio 2018, durante la cumbre del G7, Trump dej¨® marcados sus dedos en la mano de Macron.

En Filipinas, en noviembre de 2017, se lio con el tradicional saludo del pa¨ªs e intent¨® iniciar los saludos a los que est¨¢ acostumbrado en Occidente, por lo que tuvo que maniobrar para lograr cruzar los brazos y agarrar a dos personas al mismo tiempo, como manda la tradici¨®n.