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Hay una lista ¡®A¡¯ de celebridades que garantizan diversi¨®n, ya sea salvaje, sofisticada, bizarra¡ Ellos, adem¨¢s de sus profesiones (si las tienen), son conocidos por ser los mejores anfitriones de esta era.
Solo Mae West pod¨ªa decir: ?Todos los d¨ªas son fiesta?. La deslenguada actriz fue precursora del concepto party girl. Todos la adoraban en aquellas noches hollywoodienses tan secretas para el p¨²blico. Estas estrellas tambi¨¦n se dejaban caer, literalmente, por Espa?a. La dictadura no les reprim¨ªa. Ava Gardner vivi¨® en Madrid 15 a?os (1953-1967). El animal m¨¢s bello del mundo (con mucha sed et¨ªlica), con su pandilla de flamencos, iba a las fiestas de su vecina, en La Moraleja, la Condesa de Romanones. Tambi¨¦n la recibi¨® en su casa de Marbella. Por ese sal¨®n desfilaron Audrey Hepburn, Grace Kelly o Luis Miguel Domingu¨ªn. Con los 80 todo cambi¨®. A Marbella lleg¨® el sunami de lentejuelas de la jet set. Gunilla Von Bismarck y Luis Ortiz estaban en todas. Con el tel¨¦fono en una mano y su agenda en la otra consegu¨ªan llenar una sala de jeques ¨¢rabes, nobles y otros rostros de color terracota, el tono de moda¡
En Madrid la historia era diferente, estaba la Movida, y los personajes que marcaban la ¨¦poca hac¨ªan cola en la puerta del piso de la peletera Elena Benarroch. A sus convocatorias acud¨ªan ¨Cy acuden¨C Felipe Gonz¨¢lez, Miguel Bos¨¦ o el clan Almod¨®var. Entonces tambi¨¦n triunfaba Pedro Mar¨ªn (el que cantaba Aire). Su languidez decoraba las carpetas de adolescentes, pero tras su fugaz ¨¦xito ¨Cy salir del armario¨C se encerr¨® en un gimnasio, rap¨® su melena y se hizo promotor de fiestas nocturnas gais en Barcelona. Nada que ver con las de los futbolistas ¨Cque no las celebran por dinero¨C, repletas de mujeres que desconocen el significado del vestido largo. Guti es un experto, hasta su amigo el DJ Wally L¨®pez le ha llamado para que interprete a un anfitri¨®n en el videoclip de su tema You can¡¯t stop the beat. Aunque sus convocatorias hacen ilusi¨®n, no provocan las taquicardias de un mensaje de Sean Diddy o, sobre todo, Kate Moss.
Pedro Mar¨ªn con su imagen de rey de la noche.
Gtres
Incluso Lindsay Lohan iba a las fiestas de la modelo, y hasta protagonizaron una escena l¨¦sbica en Las Vegas. Esto fue antes de su decadencia, arresto domiciliario y rechazo social de Paris Hilton. Esta rubia ¨Cuna especie de Mahoma decolorada para las masas¨C recibe ahora en su mansi¨®n con su chihuahua y su novio, el modelo espa?ol River Viiperi. A puerta cerrada mejor, como recomienda Pippa Middleton en su libro sobre c¨®mo organizar eventos. Si Russell Brand, ex de Katy Perry, lo hubiese le¨ªdo, no habr¨ªa acabado en los juzgados por abandonar una fiesta, lo que no es delito, salvo si el motivo es el de drogarse en la calle. Aunque, a veces, hay que correr riesgos, ?no? Como si te invita Andr¨¦ Balazs ¨Cex de Uma Thurman¨C, due?o de los hoteles Standard y el Chateau Marmont, un refugio de grandes juergas que se rige como en Las Vegas: lo que pasa dentro, se queda dentro.
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