Sienna Miller o el caso de las mujeres que pagan con su carrera las infidelidades de sus parejas

Son numerosos los motivos por los que una gran promesa del cine puede ver c¨®mo los brillantes pron¨®sticos sobre su carrera se acaban desvaneciendo. Una desacertada selecci¨®n de proyectos, una vocaci¨®n menguante, un car¨¢cter dif¨ªcil de gestionar hasta por el director m¨¢s paciente, alguna controversia p¨²blica que convierta su curr¨ªculo en material da?ado para el departamento de marketing¡­ En el caso de Sienna Miller, actriz conocida por pel¨ªculas como Alfie y, sobre todo, por haber sido una de las mujeres m¨¢s influyentes sobre la alfombra roja en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas, las razones de su malograda conquista de los cielos hollywoodienses no responden a m¨¦ritos o dem¨¦ritos, sino a los pecados de una prensa tan insaciable que acabar¨ªa deglutiendo hasta el prometedor futuro de la actriz.

El detonante del voraz escrutinio fue la relaci¨®n sentimental que mantuvo con Jude Law desde 2004. Su compa?ero de reparto en Alfie era una de las mayores estrellas de cine del momento, una actualizaci¨®n del gal¨¢n brit¨¢nico que combinaba ¨¦xitos de cr¨ªtica y p¨²blico (El talento de Mr. Ripley, Camino a la perdici¨®n, Cold Mountain) con t¨ªtulos como el de ¡°hombre vivo m¨¢s sexi¡± otorgado por la revista People. Ella, que a sus 23 a?os ¨Cnueve menos que ¨¦l¨C ya despuntaba en el teatro londinense, solo lleg¨® a estar comprometida con ¨¦l cinco meses antes de que uno de los esc¨¢ndalos m¨¢s bochornosos protagonizados por los tabloides brit¨¢nicos, en la c¨²spide del frenes¨ª sensacionalista de principios de siglo, dinamitara para siempre su imagen p¨²blica.

El calvario vivido por la actriz, que celebr¨® este 28 de diciembre su 40 cumplea?os y que m¨¢s de 15 despu¨¦s sigue siendo preguntada al respecto, arranc¨® cuando los medios supieron que Jude Law le hab¨ªa sido infiel con la joven Daisy Wright. Wright era la ni?era de los tres hijos de Law, fruto de su anterior relaci¨®n con la tambi¨¦n actriz Sadie Frost, y la prensa sensacionalista no dud¨® en convertir a Miller, que triunfaba sobre las tablas con la adaptaci¨®n de la shakesperiana C¨®mo gust¨¦is, en la ¡®cornuda¡¯ oficial de Inglaterra, opacando su brillante proyecci¨®n profesional. ¡°Con ese nivel de exposici¨®n p¨²blica tras mi ruptura, tener que salir de la cama para ponerte delante de 800 personas cada noche es lo ¨²ltimo que quieres. Estaba en un shock tremendo tras todo aquello. Fue un momento dificil¨ªsimo¡±, cont¨® la int¨¦rprete a The Daily Beast, asegurando que es incapaz de recordar con exactitud lo que sucedi¨® durante esas seis semanas.

El episodio tuvo lugar en los instantes m¨¢s fren¨¦ticos y despiadados de los tabloides brit¨¢nicos que, despojados de escr¨²pulos o regulaciones normativas, vieron en ella a una nueva Diana de Gales a la que exprimir y culpar por la deslealtad de su pareja. No solo la segu¨ªan cada noche, oblig¨¢ndola a abandonar el teatro rodeada de guardaespaldas y con una manta tapando su cabeza; tambi¨¦n le hackearon el m¨®vil y accedieron a sus conversaciones privadas, publicando como exclusivas los mensajes de su buz¨®n de voz. Unos delitos denunciados por ella ante los tribunales y que el tabloide News of the world, propiedad de Rupert Murdoch, acab¨® admitiendo.

El acoso lleg¨® hasta el punto de que una redactora de The Sun accedi¨® a sus informes m¨¦dicos y se enter¨® de que la joven estaba embarazada antes incluso de que ella lo hubiera comentado con su pareja o familiares. La periodista, una Rebekah Brooks entonces todav¨ªa desconocida para el gran p¨²blico, llam¨® a su representante para discutir la publicaci¨®n de la informaci¨®n y Miller, presionada por la situaci¨®n como ella misma asegur¨®, acab¨® abortando. Por ¨²ltimo, en una muestra m¨¢s de la misoginia que ha dominado esta industria durante d¨¦cadas, en el juicio se supo que los representantes de Jude Law no solo hab¨ªan aprobado este espionaje, sino que hab¨ªan pedido al peri¨®dico que se inventara que la actriz hab¨ªa sido infiel a su representado con anterioridad para as¨ª salvar la imagen p¨²blica de este. ¡°Cuando miro atr¨¢s me pregunt¨® c¨®mo consegu¨ª sobrevivir a eso¡­ pero lo hice¡±, explica Miller.

Pero la lista de artistas damnificadas por el prisma machista de la prensa sensacionalista a la hora de abordar los episodios p¨²blicos de infidelidad es tan extensa como el propio Hollywood. La actriz Jennifer Garner vivi¨® un episodio calcado al de Miller, cuando fueron p¨²blicas las noticias de que su ex Ben Affleck hab¨ªa mantenido relaciones sexuales con la ni?era. Pese a que ya estaban separados cuando se public¨® la exclusiva y no influy¨® en la decisi¨®n de su divorcio, Garner no solo fue involucrada en el esc¨¢ndalo, sino que tuvo que pronunciarse al respecto en numerosas ocasiones. Sobre la imposibilidad de desencasillarse de una narrativa medi¨¢tica sabe m¨¢s que nadie otra de las Jennifer c¨¦lebres del show business, pero de apellido Aniston. M¨¢s de 15 a?os despu¨¦s de su separaci¨®n de Brad Pitt, la protagonista de The Morning Show sigue siendo vista por muchos como la parte damnificada ante el mito de la ¡°destruye hogares¡± encarnado por Angelina Jolie.

Tambi¨¦n el perfil profesional de Elizabeth Hurley se vio m¨¢s afectado que el de su pareja por aquel entonces, Hugh Grant, cuando este fue detenido por la polic¨ªa mientras manten¨ªa relaciones con una prostituta, en uno de los mayores esc¨¢ndalos sexuales de la d¨¦cada de los noventa. Meg Ryan nunca pudo sobreponerse a la indignaci¨®n que levant¨® en los tabloides su aventura con Russell Crowe, pese a que las infidelidades de su esposo Dennis Quaid eran de dominio p¨²blico. Otras, como la brit¨¢nica Emma Thompson, han canalizado la experiencia para ofrecer algunos de sus mejores trabajos. Seg¨²n confes¨®, para rodar la conmovedora escena de Love Actually en la que descubre que est¨¢ siendo enga?ada por su marido, rememor¨® c¨®mo se sinti¨® cuando se enter¨® de que su pareja en la vida real, el actor y director Kenneth Branagh, se hab¨ªa enamorado de otra compa?era c¨¦lebre, Helena Bonham-Carter. Beyonc¨¦, por su parte, concibi¨® uno de sus trabajos m¨¢s celebrados, Lemonade, tomando como detonante creativo e hilo narrativo el enga?o de Jay-Z con la c¨¦lebre ¡°Becky la del buen pelo¡±.

En el caso de Sienna Miller, ella apenas necesit¨® 15 minutos en pantalla para convertirse en toda una revelaci¨®n cinematogr¨¢fica gracias a Alfie, la pel¨ªcula que la catapult¨® a la fama. Con solo 23 a?os la encumbraron como it girl del momento: ep¨ªtome y abanderada del boho-chic, invitada recurrente en cualquier fiesta y figura omnipresente en las portadas de las revistas de moda. El esc¨¢ndalo con Law, y la posterior batalla judicial, acab¨® con todo ese halo de misterio y magnetismo que emanaba su figura, aunque se ha mantenido como un referente estil¨ªstico y una invitada perenne a las galas Met. Tal fue su exposici¨®n p¨²blica fuera de los plat¨®s que, pese a haber trabajado con algunos de los cineastas m¨¢s alabados de nuestro tiempo (Clint Eastwood o James Gray, entre otros), tanto directores de casting como acad¨¦micos y espectadores parecieron olvidar que la primera profesi¨®n de la neoyorquina es la interpretaci¨®n. Al mismo tiempo que Jude Law continuaba con su prol¨ªfica carrera sin mayores reticencias, Miller ve¨ªa c¨®mo la oportunidad de triunfar en Hollywood quedaba empa?ada por el esc¨¢ndalo.

Como confes¨® a Irene Crespo en esta misma revista, la artista ¡°por fin ahora se siente c¨®moda¡± en la industria y, aunque fuera de la gran terna de actrices estrella de la meca del cine, anticipa un futuro profesional centrado en las labores de producci¨®n y direcci¨®n. Pero mientras llega su primera aventura como cineasta, Miller tratar¨¢ de reivindicar su carrera interpretativa en 2022 con dos proyectos televisivos de primer nivel: la miniserie de suspense Anatom¨ªa de un esc¨¢ndalo, en Netflix, y Extrapolations, un drama sobre los estragos del cambio clim¨¢tico para Apple TV+ junto a Meryl Streep o Kit Harington.