Un padre tirano, cansancio extremo y miedo: el calvario de Macaulay Culkin en el rodaje de ¡®Solo en casa¡¯
Con motivo del 30 aniversario del lanzamiento de la taquillera comedia familiar, indagamos en los estragos, personales y profesionales, que experiment¨® su precoz protagonista.
¡°Mac no es un ni?o de nueve a?os, es un hombre adulto¡±. Hasta el mism¨ªsimo Joe Pesci reconoc¨ªa que el esfuerzo, talento y saber estar de Macaulay Culkin no era propio ni de su edad, ni casi de este mundo. Un 16 de noviembre de 1990, Solo en casa lleg¨® a las salas para convertirse en la comedia m¨¢s taquillera de la historia hasta la fecha y en un cl¨¢sico por antonomasia del cine familiar y navide?o. El sufrimiento posterior del actor neoyorquino, convertido de manera s¨²bita en una estrella internacional y que se retir¨® de Hollywood solo cinco a?os despu¨¦s, son de sobra conocidos, pero no tanto los estragos, profesionales y personales, que experiment¨® Culkin en un rodaje que situ¨® sobre los hombros de un ni?o el peso de una franquicia multimillonaria. 30 a?os despu¨¦s de su lanzamiento, tenemos que hablar de Kevin (McAllister).
El suelo del plat¨®. Esa era la cama improvisada de Macaulay Culkin durante los cuatro meses que dur¨® el rodaje de Solo en casa. El neoyorquino, que siguiendo el dictado de las leyes de trabajo infantil para ni?os actores solo pod¨ªa rodar cinco horas al d¨ªa, era exprimido durante ese intervalo de tiempo para aprovechar al m¨¢ximo su tiempo ¨²til. El cansancio era tal que, en los pocos descansos que ten¨ªa, Culkin se quedaba dormido en el set. Ni una enfermedad pod¨ªa detener su trabajo: el actor estaba todav¨ªa recuper¨¢ndose de un resfriado cuando grab¨® la escena en la que es perseguido por un polic¨ªa tras robar un cepillo de dientes.
Por si fuera poco, Pesci, que da vida al ladr¨®n Harry, reneg¨® de cualquier empat¨ªa por el infante y decidi¨® seguir en esta comedia familiar la t¨¦cnica del ¡®m¨¦todo¡¯, como si de un drama de Scorsese se tratara. El ganador del Oscar eludi¨® e intimid¨® deliberadamente a Culkin para que sintiera miedo real durante la grabaci¨®n de las escenas, siendo abroncado hasta por el propio director Chris Columbus por proferir insultos delante del joven. La asimilaci¨®n del papel por parte de Pesci le llev¨® incluso a morder y arrancar una peque?a parte de la piel de un dedo de Culkin durante los ensayos, seg¨²n confeso el propio actor, que todav¨ªa conserva la marca. Una serie de circunstancias que hoy ser¨ªan m¨¢s que cuestionadas por las autoridades y los medios.
Adem¨¢s de los rigores del rodaje, Macaulay Culkin tuvo que soportar tambi¨¦n la presi¨®n y escrutinio de Kit, un padre controlador y autoritario. ¡°Hazlo bien o te pegar¨¦¡±, era una de las amenazas m¨¢s recurrentes de su ¡°tirano¡± progenitor, seg¨²n record¨® el joven en el podcast WTF del actor y humorista Marc Maron. ¡°Era un hombre malo. Abusaba de m¨ª mental y f¨ªsicamente. Puedo ense?arte todas las cicatrices si quieres¡±, a?ad¨ªa Culkin, convencido de que Kit, un actor de Broadway frustrado que se hab¨ªa convertido en manager, sent¨ªa unos celos irrefrenables del ¨¦xito temprano de su hijo. ¡°Yo, con solo diez a?os, hab¨ªa conseguido todo lo que ¨¦l hab¨ªa intentado hacer en la vida¡±. Como medida disciplinaria, y pese a ser el joven ya una estrella global, le obligaba a dormir en el sof¨¢ de la mansi¨®n pagada por el salario millonario de este.
Columbus desvel¨® en The Guardian que se sinti¨® responsable por no haber sabido manejar el entorno de la familia Culkin. ¡°Era mucho m¨¢s joven y demasiado ingenuo como para pensar en ello. No sab¨ªamos apenas nada sobre la familia al principio, pero s¨ª lo aprendimos cuando empezamos a rodar. Hay historias que te pondr¨ªan los pelos de punta. Yo escog¨ª a un ni?o que ten¨ªa una muy problem¨¢tica vida familiar¡±, manifest¨®, corroborando que, en la saga de Harry Potter, con la elecci¨®n de int¨¦rpretes como Daniel Radcliffe o Emma Watson, corrigi¨® su error. ¡°Me di cuenta de que tambi¨¦n tienes que hacer el casting a la familia¡±.
Con motivo del estreno de la segunda parte de la franquicia, que vio la luz dos a?os despu¨¦s, buena parte de la prensa ya pon¨ªa el acento en c¨®mo los rigores de la fama estaban pasando factura a la mayor estrella infantil de Hollywood desde Shirley Temple. ¡°?Se puede sentir l¨¢stima por un ni?o que va a recibir cuatro millones y medio de d¨®lares por repetir un papel que, bueno, no parece demasiado exigente? S¨ª, se puede¡±, escrib¨ªa el periodista de Los Angeles Times, John Anderson. En aquel tiempo, el ni?o se lamentaba de tener que salir a la calle luciendo gafas de esqu¨ª para no ser reconocido.
Con un presupuesto de 18 millones de d¨®lares, Solo en casa consigui¨® superar los 475 millones en taquilla. El ¨¦xito fue clave para la productora 20th Century Fox y el magnate Rupert Murdoch, ahogado por las deudas despu¨¦s de realizar una gran inversi¨®n en su imperio televisivo. La pel¨ªcula se mantuvo durante tres meses en lo m¨¢s alto de la lista y entre las diez m¨¢s vistas de la taquilla hasta el mes de junio. El tsunami de fama instant¨¢nea que tuvo que soportar Culkin fue tal que incluso desarroll¨® agorafobia, es decir, un trastorno de ansiedad que aparece en lugares con grandes multitudes o en los que es dif¨ªcil escapar. ¡°?bamos andando por la calle y, de repente, la gente empezaba a rodearlo¡±, explic¨® su hermano Kieran, de actualidad reciente por su papel de Roman Roy en la serie Succession, a la edici¨®n estadounidense Vanity Fair. ¡°Antepongo mi felicidad personal sobre el ¨¦xito y la fama. Si soy un miserable, ?para qu¨¦ co?o la quiero?¡±.
Seg¨²n la base de datos cinematogr¨¢fica IMDB, Culkin apenas cobr¨® cien mil d¨®lares por su papel de Kevin McAllister. Una cifra que aumentar¨ªa hasta los cuatro millones y medio por su participaci¨®n en la secuela y que alcanzar¨ªa los ocho millones en su ¨²ltima gran pel¨ªcula en Hollywood, Ni?o rico. Las cifras embriagaron a una familia desestructura e inmersa durante a?os en la pobreza. La pareja y sus siete hijos viv¨ªan en un min¨²sculo apartamento, no mucho m¨¢s grande que un pasillo estrecho, sin puertas y con solo un ba?o. Algunos ni?os iban al colegio, otros no. Sus ingresos depend¨ªan de si Kit consegu¨ªa colocar a sus reto?os en alguna producci¨®n teatral, hasta que el talento del tercero de sus hijos marc¨® la diferencia.
¡°Eran tan pobres que ten¨ªa que usar mi propio dinero para asegurarme de que Macaulay pod¨ªa llegar a los ensayos. Le recuerdo gateando por el patio de butacas en busca de las monedas que se hubieran ca¨ªdo de los bolsillos de los espectadores¡±, confes¨® al New York Magazine Billy Hopkins, uno de los primeros directores de casting en descubrir al joven. Despu¨¦s de convertirse en la gran revelaci¨®n de la comedia ochentera Solos con nuestro t¨ªo, protagonizada por John Candy, fue el m¨ªtico guionista John Hughes el que recomend¨® a Columbus que contara con ¨¦l para protagonizar Solo en casa.
A pesar de que a principios de los noventa la presencia de Culkin en cualquier proyecto era garant¨ªa de taquillazo, el intervencionismo de sus padres en todos los aspectos ¨Cdesde el guion hasta la elecci¨®n del reparto, intentando colar a alguno de sus otros seis hijos¨C termin¨® haciendo que los ejecutivos de los grandes estudios renegaran de la familia. ¡°Se acab¨®. Ya he aguantado demasiado acoso, demasiada extorsi¨®n y demasiado chantaje. Ya es suficiente¡±, declar¨® al New York Times Arnon Milchan, productor de Cascanueces, una de las ¨²ltimas pel¨ªculas de Culkin. En 1993 la revista Premiere nombr¨® a Kit como la 48 figura m¨¢s poderosa de Hollywood, por delante incluso de estrellas como Michael Douglas o Eddie Murphy.
La separaci¨®n de Kit y Patricia en 1995 desemboc¨® en una feroz batalla para hacerse, no solo con la custodia legal de los siete hijos, sino de la carrera profesional de Macaulay. Este, con solo 15 a?os, y decidido a dejar para siempre Hollywood, los denunci¨® y se emancip¨® legalmente de ellos, priv¨¢ndolos de controlar una fortuna valorada en 15 millones de d¨®lares. ¡°Yo ya he terminado, chicos. Espero que todos hay¨¢is conseguido el dinero que quer¨ªais porque no vais a sacar m¨¢s por mi parte¡±, fue la frase con la que el joven ¨Cque admiti¨® haber aprendido a leer sentencias judiciales siendo un adolescente¨C zanj¨® la relaci¨®n con sus progenitores. Mientras que la madre, Patricia, continu¨® cuidando del resto de los hijos, Kit se alej¨® de la industria y de la familia, convirti¨¦ndose en una especie de ermita?o. Recluido en una peque?a localidad rural de Oreg¨®n, en 2016 declar¨® al Daily Mail que ¡°no consideraba a Macaulay su hijo¡±.
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