10 frases (de ¡®madre de toda la vida¡¯) que no deber¨ªas decir a tu hija en 2021
?Para presumir hay que sufrir? Las expresiones y gestos populares que se nos inculcan desde peque?as est¨¢n cargadas de estereotipos de g¨¦nero y construyen quienes somos sobre la base de una sociedad patriarcal y machista. Los desmontamos.
Se las habr¨¢s escuchado a tu madre, a tu abuela, a tus t¨ªas. Se las habr¨¢s escuchado a ellas y no tanto a tu padre, tu abuelo o a tus t¨ªos porque son las mujeres quienes tradicionalmente se han encargado de criar y cuidar. Tambi¨¦n porque es a ellas a quienes se las han repetido hasta la saciedad desde bien peque?as. ¡®No te sientes as¨ª que no es de se?oritas¡¯, ¡®no juegues al f¨²tbol que pareces una marimacho¡¯. La idea de c¨®mo debe ser una chica (y la futura mujer) est¨¢ clara y admite una ¨²nica forma. El estereotipo est¨¢ m¨¢s presente en generaciones anteriores, s¨ª, pero la actualidad demuestra que en el control sobre los cuerpos femeninos y en el dominio de los espacios siguen interviniendo con peso decisivo los hombres y las ideas patriarcales. En los dos ¨²ltimos d¨ªas hemos le¨ªdo sobre la cruzada de los ultraconservadores en Estados Unidos persiguiendo el derecho al aborto en estados como Alabama, Kentucky o Georgia, y al candidato de Vox para el Ayuntamiento de Madrid, Ortega Smith, decir que ¡°las mujeres pueden decidir sobre cortarse el pelo, cortarse las u?as¡± pero no sobre abortar.
Educar en la igualdad, en horizontal, es una preocupaci¨®n urgente y el lenguaje y lo que decimos de manera espont¨¢nea, por costumbre, juega un papel fundamental. ¡°El lenguaje es el depositario de nuestros prejuicios, creencias y presunciones¡±, escribe la activista feminista Chimamanda Ngozi en Querida Ijeawele. C¨®mo educar en el feminismo (Literatura Random House). Para ense?arle a los ni?os a cuestionar ese lenguaje, explica, ¡°tendr¨¢s que cuestionar tu lenguaje¡±. Y pone un ejemplo: ¡°Una amiga m¨ªa asegura que nunca llamar¨¢ ¡®princesa¡¯ a su hija. La gente lo dice con buena intenci¨®n pero ¡®princesa¡¯ es una palabra cargada de presunciones, de la delicadeza de ella, del pr¨ªncipe que la rescatar¨¢, etc¨¦tera. Mi amiga prefiere ¡®¨¢ngel¡¯ y ¡®estrella¡±, se?ala. Analizamos el significado de algunas de esas frases populares junto a expertas.
1.Para presumir hay que sufrir
Ponerse tacones, hacer dieta pasando hambre, maquillarse, depilarse¡ La idea de invertir el tiempo y la energ¨ªa que hagan falta para estar ¡®presentables¡¯, y que esta sea la prioridad. Como explica a S Moda Irene Mart¨ªnez Mart¨ªn, profesora de la Facultad de Educaci¨®n de la Universidad Complutense de Madrid e investigadora sobre pedagog¨ªas feministas, esta frase refleja ¡°el mandato de g¨¦nero sobre las mujeres en cuanto a belleza f¨ªsica. Muestra la cosificaci¨®n a la que se someten los cuerpos de las mujeres, siempre encasilladas en estos c¨¢nones. Hay un ideal de belleza (mujer blanca y delgada) y todas ¡®debemos¡¯ entrar ah¨ª¡±.?
2.Te vas a quedar para vestir santos
O ¡®se te va a pasar el arroz¡¯, ¡®as¨ª qui¨¦n te va a querer¡¯¡ La pareja o la vida. ¡°Ideas que transmiten una imagen de c¨®mo tienen que ser las mujeres, muy dentro del estereotipo y la norma heterosexual, blanca, occidental: casada, con hijos y trabajo, pero tambi¨¦n estar muy cuidada y guapa. Eso es lo que se entiende por mujer realizada al 100%. Estos planteamientos no dejan espacio para salirse de ese camino ni de esos tiempos -tienes, adem¨¢s, que haberlo hecho todo antes de los 30-¡°, expone Irene Mart¨ªnez.
3. Eso no es de se?oritas
Al abrir las piernas, al sentarnos de determinado modo, hablar alto o hasta haciendo referencia a la forma de comer (prohibido mancharse). ¡°Desde la primera infancia tenemos muy claro lo que es ser una chica, cuando nos dicen ¡®p¨®rtate como una se?orita¡¯ sabemos perfectamente lo que sigfnifica porque durante toda nuestra vida nos adiestran para comportarnos seg¨²n nuestro rol en la sociedad: debemos ser sumisas, complacientes y discretas¡±, cuenta a S Moda Iria Mara?¨®n, autora de Educar en el feminismo (Plataforma Actual).
4. No comas por la calle que no ligas
¡°Se nos restringen los espacios en los que habitar¡±, afirma Isabel Mastrodomenico, m¨¢ster en Igualdad de G¨¦nero en las Ciencias Sociales, directora de la agencia Comunicaci¨®n y G¨¦nero y autora de Las feministas queremos (Ed. Lo que no existe). ¡°No podemos estar en un mitin pol¨ªtico como voceras, sino como asistentes y palmeras. No podemos estar en los espacios p¨²blicos, como por ejemplo los sanitarios, en igualdad de condiciones, sino siempre como asistentes, enfermeras¡ Tengo una conocida que me contaba que en su universidad (en Navarra) las mujeres ten¨ªan prohibido comer pl¨¢tanos o llegar con el pelo mojado, se entend¨ªa como una provocaci¨®n¡±. La idea que proponen las tres expertas al respecto de esto ¨²ltimo es incidir en que el foco se ponga en educar a ellos en el respeto y no a las mujeres en la prevenci¨®n de ¡®comportarse¡¯ o ¡®no ense?ar ni provocar¡¯.
5. ?Eso que llevas es una falda o una camiseta?
O el cuerpo de la mujer (y la cantidad de tela que lleva puesta) como objeto de escrutinio. Y la piel o el cuerpo femenino bajo el prisma constante de la sexualizaci¨®n. ¡°El ¡®no ense?es y el ¡®qu¨¦ haces tan tapada¡¯ conviven. Lo vemos cuando hay alguna tipo de violencia, lo vemos en la televisi¨®n. Nunca sabes cu¨¢ndo hay un punto medio y al final lo que hay detr¨¢s es atribuir a la vestimenta y a la mujer la responsabilidad de lo que ocurra. Con frases as¨ª se refuerza eso que se nos ense?an desde ni?as: a protegernos de esas agresiones y que si llevas la falda m¨¢s corta eres m¨¢s propensa a que te pase¡±, dice la educadora Irene Mart¨ªnez.
6.Si juegas al f¨²tbol eres una marimacho
Lo emocional es cosa de ellas y la fuerza de ellos, y a esas ideas de asocian las actividades, juegos y hasta colores que corresponden a cada cual. ¡°Como estamos en una sociedad encorsetada por el binarismo (mujer/hombre), percibimos que el comportamiento contrario al que se espera de una chica es el de un chico¡±, explica Iria Mara?¨®n. ¡°Sin embargo, hay muchas formas de ser una chica y absolutamente todas son v¨¢lidas. La construcci¨®n del g¨¦nero debe romperse, y con ¨¦l romper todos los estereotipos, para que las ni?as sean verdaderamente libres de expresarse como quieran¡±.
Algo que est¨¢ cambiando t¨ªmidamente y de lo que la cultura pop ya ha dejado referentes: las faldas de Jaden Smith o el hijo de Adele, Angelo, vestido de Elsa de Frozen. Para las nuevas generaciones las identidades de g¨¦nero son m¨¢s l¨ªquidas que para sus padres. Un ejemplo que rescata Irene Mart¨ªnez: el v¨ªdeo experimento Como una chica, en el que se pide a personas de diferentes edades escenificar c¨®mo corre o pelea una chica. El resultado muestra c¨®mo para los m¨¢s mayores tiene que ver con la debilidad y pr¨¢cticamente hacen una caricatura y para las m¨¢s peque?as, libres de esos prejuicios, tiene que ver con la fuerza. ¡°Muestra tambi¨¦n que lo femenino se ha concebido siempre c¨®mo un insulto, tanto para ellas como para ellos¡±.
7. No llores, con lo guapa que eres
O dirigirse a una ni?a, de entrada, resaltando lo guapa que es. ?Desde que son peque?as, las ni?as reciben constantemente elogios a su aspecto f¨ªsico, lo que hace que asuman que es la parte principal de lo que ellas son. Con los ni?os esto no ocurre de forma tan habitual. Por eso es importante que manejemos otros temas de conversaci¨®n cuando estamos con ni?as peque?as, les preguntemos por sus intereses personales y no mostremos ning¨²n?inter¨¦s ni preocupaci¨®n por su f¨ªsico?, sugiere la autora de Educar en el feminismo (Plataforma Actual).
8. A los hombres se les conquista por el est¨®mago
¡°Tienes que saber cuidar. Este mandato, que el cuidado es cosa nuestra, se nos da desde chicas. Que que tu marido est¨¦ contento y que ese cuidado de la casa, de la alimentaci¨®n de la familia te corresponde¡±, expone Irene Mart¨ªnez. ¡°Adem¨¢s pone en alerta: si ¨¦l no est¨¢ cuidado y contento y se va a ir y me abandonar¨¢, entonces habr¨¦ fracasado bajo esa idea de que tener un hombre al lado e hijos es la m¨¢xima a alcanzar. El cuidado es de todos y de todas, es fundamental adem¨¢s ponerlos en el centro y reivindicarlos, pero como algo com¨²n¡±.
9. Detr¨¢s de un gran hombre siempre hay una gran mujer
El segundo plano, la invisibilizaci¨®n y la necesidad de una puesta en valor.?¡°No se habla de las grandes mujeres abnegadas detr¨¢s de los grandes fil¨®sofos, me parece que eso es? intentar borrar de un plumazo la importancia de la participaci¨®n y del desarrollo hist¨®rico de las sociedades¡±, se?ala Isabel Mastrodomenico. Adem¨¢s de las mujeres silenciadas en el relato de los avances cient¨ªficos o literarios, ¡°se ha infravalorado el rol que ten¨ªan las mujeres en las sociedades dentro de la historia, ese 50% de la poblaci¨®n que sosten¨ªa a ese otro porcentaje y darle valor a que ese segundo plano que no es tal, sin ellas esos se?ores no podr¨ªan haber escrito esos libros o pensar lo que pensaron¡±.
10. Es mejor insinuar que ense?ar
?La idea una vez m¨¢s de que la mujer debe ser discreta, delicada y tener muy en cuenta la imagen que proyecta a los dem¨¢s. Forma parte de la construcci¨®n de su feminidad?, apunta Mara?¨®n. Para Isabel Mastrodomenico ?evoca ese discurso de reformar la mentalidad de la mujer siempre maquiav¨¦lica creando estratagemas para capturar a los pobrecitos hombres?.
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