Karne Kulture, el colectivo de DJs que quiere acabar con la violencia machista en las discotecas

Todo ocurri¨® de forma casual. Jimena, Cristina, Candela y Nadia (Mena G, Tina, Orfigyal y Nad1a por sus nombres de DJ) disfrutaban de la noche madrile?a, cada una por su lado, pero ve¨ªan c¨®mo la m¨²sica que bailaban siempre la pinchaban hombres. El destino quiso que estas mujeres de entre 26 y 31 a?os se conocieran y decidieran poner en marcha su propio colectivo de DJs, Karne Kulture, fundado en 2019 y convertido cinco a?os despu¨¦s en un proyecto autogestionado que busca adem¨¢s concienciar sobre la importancia de crear espacios seguros para mujeres, personas racializadas y colectivo LTBIQ+ en el contexto del ocio nocturno. ¡°No nos conoc¨ªamos y de repente nos fuimos conociendo de dos en dos, siempre con el pretexto de que nos encantaba la fiesta, la m¨²sica y nos daba bastante rabia ver que todos nuestros amigos eran DJs, pero eran todos hombres. No nos gustaba el papel asignado de ser la mujer que baila, que va de p¨²blico y el hombre el que est¨¢ en la acci¨®n¡±, cuenta Tina, una de las fundadoras, por videollamada.

Su pasi¨®n por la m¨²sica se materializ¨® en Karne Kulture y su experiencia saliendo de noche por discotecas y clubs les hizo ver la necesidad de crear un protocolo de actuaci¨®n en caso de agresiones. As¨ª surgi¨® el lado activista del proyecto. Seg¨²n una encuesta sobre la violencia sexual contra las mujeres publicada por el CIS en febrero de 2023, el 21,7% de las mujeres espa?olas ha sufrido alg¨²n tipo de violencia sexual. De ese porcentaje, m¨¢s del 40% considera que esas agresiones se producen m¨¢s frecuentemente en el hogar y el ocio nocturno. ¡°Lo triste es que es un poco el pan de cada d¨ªa, o nos pasa a nosotras dentro del grupo o a nuestras amigas, o vemos que a alguien le pasa¡±, explica Tina.

Feminismo de ¡°acci¨®n¡± en un mundo masculino

El feminismo alejado de academicismos forma parte intr¨ªnseca de Karne Kulture y aseguran que en su caso prefieren pasar a la ¡°acci¨®n¡± antes que teorizar: ¡°El feminismo que llevamos nosotras no es tanto discursivo y de estar desarrollando una idea, sino de acci¨®n. Ves algo, tienes que reaccionar y actuar. Luego a trav¨¦s de haber intervenido un mont¨®n de veces en situaciones muy complicadas, tanto hacia nosotras como hacia los entornos, a partir de ah¨ª ya desarrollamos el protocolo¡±, aclara Tina.

El protocolo al que se refieren surge de la necesidad de saber qu¨¦ pasos seguir en caso de toparse con una agresi¨®n, la buena intenci¨®n es insuficiente y a veces incluso contraproducente. ¡°Eso lo aprendimos un poco con Candela, otra de las fundadoras, ella es psic¨®loga y est¨¢ especializada en trauma y conoce muchas pautas que las personas mundanas no tenemos ni idea. Por ejemplo, qui¨¦n se imaginar¨ªa que a una persona que quiz¨¢s acaba de ser agredida en una discoteca no le puedes dar agua porque se pueden eliminar las pruebas que est¨¢n en su boca. Cualquiera de nuestras reacciones podr¨ªa ser darle agua, pensar que igual ha bebido mucho y el agua le puede hidratar, pues no, no le puedes dar nada que le haga tragar o escupir¡±, apunta Mena G, dejando claro que desde Karne Kulture tratan de visibilizar esta problem¨¢tica tambi¨¦n desde un punto de vista divulgativo.

Hace unos a?os no se o¨ªa hablar de sumisi¨®n qu¨ªmica en el ocio nocturno. Tampoco de puntos violetas, los espacios creados como espacios seguros para atender, ayudar y acompa?ar a posibles v¨ªctimas de agresiones machistas y que se encuentran en muchos lugares de ocio. Esta realidad, silenciada e incluso normalizada durante a?os, empieza a colarse muy t¨ªmidamente en la conversaci¨®n. El caso del futbolista Dani Alves, condenado a 4 a?os y medio de c¨¢rcel por violar a una joven en una discoteca, ha avivado el debate. Lo que sorprende al colectivo de este medi¨¢tico caso no es el esc¨¢ndalo en s¨ª sino c¨®mo ¡°algunos t¨ªos se sienten tan c¨®modos como para hacer eso en el ojo p¨²blico¡±, en palabras de Mena G.

¡°Al principio nos encontramos subestimaci¨®n y risa¡±

En estos cinco a?os de recorrido, en Karne Kulture han aprendido a reivindicarse y desenvolverse en un ambiente de hegemon¨ªa masculina. Tanto la industria de la m¨²sica como el sector de la noche con sus promotores de salas y discotecas, est¨¢ dominado por hombres, si bien t¨ªmidamente se abren paso fiestas m¨¢s diversas, todav¨ªa en los m¨¢rgenes. Mena G asegura que ¡°cuando empezamos en 2019, el panorama no ten¨ªa nada que ver, es como vivir en una era distinta. Las fiestas queer eran una cosa extremadamente underground. Todo eran t¨ªos, menos uno o dos colectivos de chicas creo que hab¨ªa en Madrid y ya est¨¢. Ahora hay miles¡±. En aquellos primeros meses se sintieron ¡°infantilizadas¡±, expresa Tina y reafirma esta sensaci¨®n con una an¨¦cdota recurrente todav¨ªa a d¨ªa de hoy: ¡°Me da rabia cuando viene un se?or y te dice ¡®wow, ?t¨² conoces esta m¨²sica?¡¯, es como si dijeran ¡®?las mujeres pod¨¦is pinchar¡¯?¡±. La diferencia de trato hacia las mujeres que pinchan evidencia la desigualdad en este ¨¢mbito, algo que siguen experimentando en la actualidad y que result¨® abrumador en sus inicios: ¡°Al principio nos encontramos subestimaci¨®n y risa, pero lo seguimos comentando hoy. Las biograf¨ªas que les ponen a muchas mujeres cuando los hombres promotores las bookean es ¡®un grupo de chicas que se lo pasan superbi¨¦n, son superdivertidas y vienen a darlo todo¡¯. Cuando describen a ellos es ¡®este capo lleva detr¨¢s de los platos siete a?os, ha venido a sacar todos sus discos¡­¡¯ (¡­) A d¨ªa de hoy, cuando nos ponen alg¨²n texto en Instagram, les escribimos para pedirles que por favor lo cambien porque es ¡®las amigas que vienen a pas¨¢rselo genial¡¯. Llevamos cinco a?os pinchando, ?sabes?¡±.

Un lustro donde han aprendido de forma autodidacta mucho de los procesos detr¨¢s de un proyecto como el suyo. En Karne Kulture son cuatro integrantes y nada m¨¢s. El trabajo en el colectivo lo compaginan con sus diferentes profesiones y aparte de tiempo, invierten dinero de su bolsillo. ¡°Esto lo hacemos por amor al arte¡±, resumen. ¡°Todo es autogestionado, en el sentido m¨¢s literal que puede existir. El arte de los carteles lo hace Tina, contestamos a los correos, llamamos a gente, escribimos a festivales, todo¡±. Y por si les sobrara tiempo, tambi¨¦n apuestan por lanzar sus propias fiestas en su faceta de promotoras. Para ello, siempre se decantan por traer alg¨²n DJ que nunca haya pinchado en Espa?a, ya sea emergente o no, para que debute en nuestro pa¨ªs. Y una vez m¨¢s, no dejan cabos sueltos: ¡°Lo organizamos todo, el alojamiento, o que duerman en nuestra casa, ir a recogerles al aeropuerto, negociar el fee con el manager¡­¡±. Conocedoras a fondo de la noche madrile?a, identifican la asignatura pendiente del sector cuando apuntan que ¡°lo que hace falta es renovar los promotores de las grandes discotecas, de Madrid, por lo menos. Solo van a tiro fijo, a apostar por lo de fuera y a aburrir¡±, dice Tina. Y miran a Barcelona como lugar donde encontrar salas m¨¢s all¨¢ de lo comercial: ¡°En los clubs grandes la programaci¨®n es de lujo, hay mucha intenci¨®n detr¨¢s de eso. Los clubs megagrandes de Madrid, que s¨ª los hay, son sitios que tienen unas posibilidades incre¨ªbles, pero se cierran en lo rancio¡±, opina la DJ. Adem¨¢s, se?alan la falsa diversidad que bajo su punto de vista impera en el sector, donde ¡°hay muchas discotecas en la que igual una sesi¨®n al mes puede ser queer, pero todas las dem¨¢s ya est¨¢n cerradas para los cinco hombres blancos de la capital. Si contactas con una sala, te dicen ¡®lo tengo todo lleno esta temporada¡¯. La temporada en cuesti¨®n: todo hombres blancos menos una persona para lavar un poco la imagen. Creo que es una respuesta porque claramente hay un auge de colectivos m¨¢s minoritarios y a ellos no les incumbe¡±, dice Mena G.

Los amigos que no se perd¨ªan las fiestas primigenias de Karne Kulture comparten ahora espacio con decenas de desconocidos que han conectado con el sonido de estas cuatro mujeres, protagonistas de la escena underground de Madrid. ¡°Es muy bonito ver c¨®mo todo ha evolucionado y estamos muy contentas de haberlo visto desde dentro. Es bonito crecer juntas¡±, sentencia Mena G haciendo balance de estos a?os de m¨²sica, feminismo y sororidad.