C¨®mo ¡®Tomates verdes fritos¡¯ sac¨® la menopausia del armario hace m¨¢s de 30 a?os
La reedici¨®n en Espa?a de este ya cl¨¢sico por parte de Capit¨¢n Swing ha permitido reenfocar el significado y contenido de la obra desde una perspectiva totalmente diferente.
En 2023, la actriz Naomi Watts, de 55 a?os, lanz¨® al mercado Stripes, una marca de productos epid¨¦rmicos para las mujeres que como ella tienen los primeros s¨ªntomas de la menopausia en la piel. Son todos cool: una bruma facial refrescante, un gel vaginal hidratante, probi¨®ticos¡ Pero en realidad, lo que importa no son los productos, lo mejor de este asunto es o¨ªr a Naomi, esa mujer tan bella, tan carism¨¢tica, hablar sin tapujos de la menopausia, citarla, bromear, etc., para que deje de ser tab¨². ?Se ha propuesto ganar dinero con ello? Pues estupendo. Bien empleado me parece si con cada bruma consigue salvar de la angustia, del complejo, de la ansiedad a la mujer que la compre. Adem¨¢s, organiz¨® un seminario para poder hablar del asunto. Ella, un seminario sobre la menopausia. Fantas¨ªa total.
Que una mujer como la Watts hable del asunto como de una ¡°etapa feliz¡± y positiva, es, sin duda, una revoluci¨®n. Y encima no est¨¢ sola. Otras actrices maduras que se han unido a su frente. Por ejemplo, Gwyneth Paltrow, que habla del tema en podcast, y que vende tambi¨¦n productos. Dec¨ªa: ¡°Creo que la menopausia tiene muy mala reputaci¨®n y necesita un poco de rebranding. No creo que tengamos en nuestra sociedad un gran ejemplo de una mujer menop¨¢usica aspiracional¡±. Y est¨¢ junto a ella, Drew Barrymore, que protagoniz¨® esta escena-bomba maravillosa en su programa de televisi¨®n: mientras entrevistaba a Jennifer Aniston, se empez¨® a quitar la americana y dijo, ¡°creo que estoy teniendo mi primer sofoco¡±. Aniston, sol¨ªcita, la ayud¨® a colocarse de nuevo el micro, y dijo entre risas, ?Oh, me siento tan honrada! En ese mismo show, el a?o pasado la propia Naomi le hizo a Drew un ¡°masaje menop¨¢usico facial¡±.
Estas actrices celeb¨¦rrimas que bromean con este asunto desmontan los t¨®picos a grandes velocidades, sirven como desengrasantes, desarman, desmitifican. Y seguramente logran que las mujeres del XXI vivan mejor, con m¨¢s armon¨ªa, con menos sombras, este momento de la madurez.
Pero esto pasa hoy, en 2024, cuando el tema ha dejado de ser tab¨² hace apenas media hora, cuando junto a estas actrices hay libros, podcast, mujeres que lo cuentan, que muestran sus particulares periplos por esa ¡°etapa vital¡±, como la define la m¨¦dica Carme Valls. V¨¢monos m¨¢s de 30 a?os atr¨¢s, cuando la menopausia era un estigma clar¨ªsimo. V¨¢monos a un libro que estaba descatalogado, que ha reeditado felizmente Capitan Swing, Tomates verdes fritos, y v¨¢monos tambi¨¦n a la pel¨ªcula que sali¨® de ah¨ª
Estamos en 1991, a?o en el que Universal estren¨® el film basado en la novela del mismo nombre, publicada en 1987 y escrita por Fannie Flagg. Gan¨® el favor del p¨²blico, (la compa?¨ªa estadounidense no confiaba y la lanz¨® solo en cinco salas. Dos meses despu¨¦s estaba presente en 1229), de la cr¨ªtica, con dos Oscar (uno para la actriz de reparto, Jessica Tandy, y otro para el guion, que escribi¨® la propia Flagg) y de las finanzas de la Universal: cost¨® 11 millones de d¨®lares y recaud¨® 100.
Pero todo esto fue despu¨¦s de que el libro, que no quer¨ªa nadie al principio, se colara durante meses en la lista de los m¨¢s vendidos, despu¨¦s de que la tem¨¢tica de la pel¨ªcula, que pivotaba sobre conceptos como amor ?l¨¦sbico?, violencia de g¨¦nero, amistad y feminismo, edadismo, menopausia, racismo, ?hasta canibalismo!, generara dudas. Hab¨ªa una anciana, Ninny, que le contaba una historia vital desde un asilo a Evelyn, una mujer, dig¨¢moslo, claro, gorda y en plena menopausia, con un marido machirulo que la ignoraba, y una total insatisfacci¨®n con su cuerpo. Y eso, junto a toda esa retah¨ªla de asuntos que he mencionado. ?C¨®mo se iba a vender? ?Una peli de batallitas de ancianas?
El caso es que venci¨® todas las reticencias del estudio y se estren¨®. Y de pronto vimos por primera vez a alguien, nada menos que a Jessica Tandy, reci¨¦n ganadora de Oscar (la actriz que interpreta a la anciana Ninny) habl¨¢ndole de menopausia con total naturalidad a Katy Bates, otra oscarizada, (que da vida a Evelyn), con su madurez y sus kilos de m¨¢s (a ojos de los otros) a cuestas. Y millones de o¨ªdos la escucharon y se quedaron prendidos del relato. Este era el momento:
-Pero es que yo tengo la sensaci¨®n de ser demasiado joven para pasar por eso, dice Evelyn a Ninny
-Qu¨¦ va, encanto. Much¨ªsimas mujeres lo pasan antes. Se dio un caso con una georgiana de solo 36 a?os que cogi¨® un d¨ªa el coche y subi¨® con ¨¦l por la escalinata del palacio de justicia del Condado bajo la ventanilla y le tir¨® la cabeza de su madre a quien acababa de cort¨¢rsela en la cocina a un polic¨ªa grit¨¢ndole ala para ti y volv¨ª a bajar la escalinata con el coche. As¨ª que ojo que en eso puede parar una menopausia precoz si no tienes cuidado, le responde la amiga anciana, con total desparpajo
?Tan fuerte era la manera de abordar el tema de la menopausia para que se destacara tanto? Bueno, tal y como me comenta la periodista Mar¨ªa Guerra, experta en cine y directora de La Script, en realidad tanto la pel¨ªcula como el libro ¡°susurran en lugar de gritar, pero al menos susurra, lo saca del armario y tiene ese asunto poderoso de ¡°me r¨ªo de m¨ª misma¡±, con el poder¨ªo que da eso¡±. Recordemos c¨®mo el personaje de Evelyn, despu¨¦s de escuchar a su ya amiga Ninny, se va envalentonando. Recordemos esa escena en el aparcamiento del supermercado cuando unas jovencitas le birlan el puesto. Le dicen
-Adm¨ªtalo, se?ora, somos m¨¢s j¨®venes y m¨¢s r¨¢pidas
Ella se enfurece. Pero cuando est¨¢ al borde de las l¨¢grimas, de pronto arremete seis veces contra el mon¨ªsimo Volkswagen de las muchachas, con esta respuesta que pide m¨¢rmol:
-Admitidlo, soy m¨¢s vieja y mi seguro lo cubre todo
Porque el otro tema fundamental que aborda la pel¨ªcula, al margen de la sororidad, de la fortaleza de la uni¨®n y del amor en todas sus variantes, es el poder de las relaciones intergeneracionales, ¡°la credibilidad que la mujer madura, de una generaci¨®n anterior, le da a la anciana es muy importante para el desarrollo del relato. Lo que se cuenta es que la historia de las generaciones anteriores sirve para saber de d¨®nde venimos, o por qu¨¦ somos personas complejas y tolerantes¡±, apunta Guerra.
As¨ª que estamos en una ficci¨®n americana de los 90 totalmente ins¨®lita, cuando las pel¨ªculas que triunfaban aquel a?o eran El silencio de los corderos, Doble impacto, Terminator 2: el juicio final, JFK, El cabo del miedo¡ Ninguna historia intimista, bondadosa, bonita, sobre amor y solidaridad femenina se hab¨ªa colado entre las m¨¢s taquilleras. Pero Tomates verdes fritos no solo arras¨®, tambi¨¦n se qued¨® para siempre en las retinas de los espectadores, y ha pasado a la historia como ese relato intergeneracional, que nos habla a todas, que explica Guerra.
La m¨¦dica Carme Valls que citaba al principio cuenta en su libro Mujeres invisibles para la medicina que ¡°cuando no se tiene informaci¨®n acaba decidiendo siempre quien tiene el poder y la mujer se ha encontrado una vez m¨¢s obedeciendo a otros y someti¨¦ndose al sistema sanitario. La planificaci¨®n familiar supuso una liberaci¨®n para todas porque permiti¨® decidir a las mujeres cu¨¢ndo quer¨ªan tener los hijos y cu¨¢ntos quer¨ªan tener, pero esta primera liberaci¨®n ha quedado enmascarada por una segunda etapa en la que se ha vuelto a querer manipular el cuerpo de la mujer medicalizando la menopausia. Sin experiencia a la hora de tomar decisiones, nos sentimos solas y angustiadas¡±.
Valls, que mantiene que hay tantas menop¨¢usicas como mujeres, dice tambi¨¦n que ¡°nada de lo que nos hab¨ªan contado sobre la menopausia ha terminado por ser cierto¡±. Y Elena Arnedo, ginec¨®loga y activista por los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres e impulsora de los primeros centros de planificaci¨®n familiar que se crearon en Espa?a a principios de los 70, explica en su libro, La picadura del t¨¢bano, la mujer frente a los cambios de la edad: ¡°s¨¦ por experiencia que las mujeres que est¨¢n atravesando la tormenta menop¨¢usica no se pueden creer que despu¨¦s de verdad llegue a la calma. Y no una calma cualquiera, sino una calma m¨¢s dulce y estable que cualquier otra que puedan recordar¡±
Evelyn encontr¨® respuestas a muchas de sus angustias vitales, y por tanto la calma, en la amiga Ninny, tal y como se refleja en esta otra frase de la pel¨ªcula:
¡°Yo nunca me enfado porque me dijeron que era de mala educaci¨®n. Pero hoy me he enfadado y ?ha sido maravilloso! Tomates verdes fritos puso sobre la mesa varios por qu¨¦s. Como el que Valls se preguntaba: si el miedo a envejecer no hab¨ªa entrado a trav¨¦s de la experiencia vivida por nuestras abuelas, ?qui¨¦n lo hab¨ªa introducido en las mentes de tantos millones de mujeres?. En lugar de estar felices por cumplir a?os, lo que significa que est¨¢n vivas, muchas viven aterrorizadas porque creen que despu¨¦s de la menopausia pueden presentarse los m¨¢s graves males para su organismo. Muchas mujeres acuden a la consulta de atenci¨®n primaria porque tienen miedo a la menopausia. Han escuchado en alg¨²n medio de comunicaci¨®n que es un momento muy grave para sus vidas y en ocasiones est¨¢n tan preocupadas por lo que han o¨ªdo que dejan de expresar sus propios s¨ªntomas y malestares. Llegan y te dicen que quiz¨¢ va a pasarles algo cuando llegue la menopausia. ?Pero te ha pasado ya algo?, les pregunto. NO, pero es que me han dicho, o he le¨ªdo, o he visto, que puede haber muchos problemas, me responden. Y es ah¨ª cuando el miedo domina la informaci¨®n o la desinformaci¨®n¡±.
En la pel¨ªcula se plantea todo esto en cuatro simples escenas, con cuatro simples verdades, con cuatro frases aparentemente inocuas entre las dos protagonistas, que en realidad quieren decir mucho: la anciana, como tantas otras mujeres antes, hab¨ªan pasado la menopausia sin grandes males. Y eso es lo que le cuenta a Evelyn. Y esa es exactamente la tesis de Valls, para quien, por cierto, toda la medicalizaci¨®n de la menopausia es simplemente una gran campa?a de m¨¢rquetin, movida por la industria farmac¨¦utica, acompa?ada de una explosi¨®n de art¨ªculos negativos sobre ella. ¡°Se vendieron los parches de hormonas como una panacea, se busc¨® tratar, medicalizar, un proceso natural que hasta entonces no hab¨ªa supuesto ning¨²n problema¡±, me cont¨® Valls, que es especialista en endocrinolog¨ªa y en estudiar la medicina con perspectiva de g¨¦nero.
Despu¨¦s de este relato cinematogr¨¢fico ha habido poca cosa m¨¢s en el cine, al menos de manera contundente, o paradigm¨¢tica. Alguna narraci¨®n c¨®mica, pero nada con enjundia de lo que alguien pueda hablar dentro de 30 a?os como el caso que nos ocupa. Pero s¨ª quiero acabar con un momento de la serie dist¨®pica, muy desasosegante, Inseparables, que se estren¨® el a?o pasado en Prime Video.
Hay una escena, en el cap¨ªtulo 2, en el que la protagonista, Rachel Weisz, que interpreta a las gemelas Mantle, unas brillant¨ªsimas ginec¨®logas que pretenden cambiar la manera en las mujeres gestan o no, abortan o dan a luz, planifican su sexualidad, se re¨²nen con una corporaci¨®n farmac¨¦utica que tiene desmesurados intereses econ¨®micos y ning¨²n escr¨²pulo. En una diab¨®lica reuni¨®n, sin filtros, sin miramientos, los due?os y responsables de la empresa someten a las gemelas a un tercer grado para saber hasta d¨®nde est¨¢n dispuestas a llegar para ser punteras, para alcanzar un ¨¦xito desmesurado en relaci¨®n con asuntos ginecol¨®gicos, de maternidades, etc.
- ?Ayudareis a las mujeres que no quieran tener beb¨¦s? ¡ªpreguntan.
-Sin duda ¡ªresponde una de ellas.
- ?O que est¨¦n embarazadas y no quieran estarlo?
-S¨ª ¡ªresponde rotunda la otra, mucho m¨¢s agresiva.
-Vaya, dispuestas a matar ni?os ¡ªdice con sarcasmo una de las ejecutivas.
-Pues claro que s¨ª¡ ¡ªresponde la misma ginec¨®loga.
- ?Y la menopausia? ¡ªpregunta otra responsable.
-Siiiii, la menopausia ¨Ddice uno de los jefes, heterosexual blanco, que ha confesado durante la reuni¨®n sus problemas de fertilidad¨D. Si fuera algo que tuvieran que soportar los hombres ya tendr¨ªa tratamiento, dejar¨ªa de considerarse un rito de paso, necesario y molesto.
-Cualquier producto que saquemos que alivie las molestias de la menopausia es garant¨ªa de superventas ¡ªdice otra ejecutiva.
-Pero m¨¢s all¨¢ de cosas como la terapia de reemplazo hormonal, eso ya lo est¨¢n haciendo otros, ir¨ªais por detr¨¢s. ?Por qu¨¦ no os plante¨¢is erradicarla, eliminarla?
Y llegados a este punto, la gemela m¨¢s honesta, m¨¢s ¨¦tica, suelta:
- ?Y por qu¨¦ no cambiar c¨®mo la percibe la gente, en vez de verla como un fallo en el cuerpo de la mujer que la hace infollable, la cabrea, o la hace menos atractiva a ojos de los hombres, por qu¨¦ no considerarla como una etapa necesaria, natural y una nueva versi¨®n de la feminidad? ¡ªdice envalentonada.
-Y, exactamente, ?c¨®mo se traduce ese idealismo vomitivo en d¨®lares? ¡ªresponde la matriarca
- ?Y si pudi¨¦ramos retrasarla? ¡ªdice la otra hermana, la agresiva, saliendo al quite de su gemela.
-Bien, ?y cu¨¢nto podr¨ªais retrasarla?
-Indefinidamente ¡ªconcluye.
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