Decenas de modelos se unen para denunciar los abusos sexuales sufridos durante su carrera

¡°Con 15 a?os me mandaron a hacer unas pruebas con un fot¨®grafo. Mi madrastra estaba conmigo en la sesi¨®n, en otra habitaci¨®n. Ella no ten¨ªa ni idea de que ¨¦l meti¨® sus dedos en mi vagina unas cuantas veces mientras me sacaba fotos, alegando que eso har¨ªa que las im¨¢genes quedaran m¨¢s sensuales. A una quincea?era¡±. Esta es la escalofriante confesi¨®n de abuso sexual que la conocida modelo Cameron Russell compart¨ªa hace unas horas en su cuenta de Instagram. El testimonio es de una amiga y compa?era de profesi¨®n que le pidi¨® quedar en el anonimato pero tambi¨¦n que difundiera sus palabras porque el fot¨®grafo todav¨ªa trabaja en la industria. ?Hay muchos Weinsteins en nuestra industria, no son dif¨ªciles de detectar. Si conoces uno, act¨²a ahora. No esperes 30 a?os para que The New York Times lo publique¡±, sostiene Russell.

Seg¨²n denuncia Russell en la publicaci¨®n, ¡°no hablamos de uno, cinco o veinte hombres. Hablamos de una cultura de explotaci¨®n que tiene que parar¡±. Y acto seguido instaba a todas sus compa?eras de profesi¨®n a compartir sus testimonios con ella. ¡°Si quieres contar tu historia de forma an¨®nima, m¨¢ndame un mensaje privado y compartir¨¦ tus palabras. Si lo quieres hacer p¨²blico usa el hashtag #MyJobShouldNotIncludeAbuse (¡®Mi trabajo no deber¨ªa incluir el abuso¡¯) para que la industria vea el tama?o y la dimensi¨®n del problema¡±, escrib¨ªa la modelo.

Pocas horas despu¨¦s, Russell recib¨ªa un aluvi¨®n de desgarradores testimonios denunciando los abusos que muchas de sus compa?eras de profesi¨®n han sufrido a lo largo de sus carreras. En el momento de escribir este art¨ªculo, la cuenta de Instagram de la modelo cuenta con m¨¢s de 60 capturas de pantalla publicadas (y subiendo). Animadas por las confesiones de las actrices de Hollywood que han visto la luz esta semana a prop¨®sito de los abusos perpetrados por el productor Harvey Weinstein, muchas modelos han decidido ¨Cde momento de forma an¨®nima¨C romper su silencio y denunciar que ellas tambi¨¦n han sido v¨ªctimas de la violencia sexual por parte de fot¨®grafos y otros agentes de la industria.

¡°Ten¨ªa 16 a?os y estaba en una sesi¨®n con un fot¨®grafo. Me pidi¨® que me quitara la ropa y posara, y aunque al principio me daba un poco de verg¨¹enza, pude sobrellevarlo. El tiempo pas¨® y me pidi¨® que me tumbara en el sof¨¢ para hacerme m¨¢s fotos. Lo hice. Empez¨® a sujetarme la mano para poder fotografiarlas sosteni¨¦ndose juntas pero sigui¨® movi¨¦ndose hasta que su mano alcanz¨® mi vagina. Me meti¨® sus dedos muy fuerte y sigui¨® fotografiando. Juro que me qued¨¦ paralizada, muy inc¨®moda, pero se tumb¨® en el sof¨¢ y sigui¨® haciendo fotos de mi vagina para despu¨¦s poner su boca en m¨ª. No pod¨ªa ni mirarlo, estaba totalmente paralizada y disgustada. Recuerdo mirar abajo y ver su cabeza en mi culo y sentir su lengua en m¨ª. Una vez incluso me apret¨® contra sus piernas y pens¨¦, ¡®ya est¨¢, voy a ser violada¡¯, pero no lo hizo. Me invent¨¦ una excusa para marcharme y me dijo adi¨®s. Nunca quise decir nada porque ¨¦l es una persona importante. Me sigue escribiendo para hacer m¨¢s sesiones. Est¨¢ casado. Tiene dos hijos¡±, cuenta una de las afectadas.

En la misma l¨ªnea, otras tantas historias se agolpan en el Instagram de Russell y bajo el hashtag #MyJobShouldNotIncludeAbuse. Traducimos a continuaci¨®n otro ejemplo que refleja muy bien el problema y c¨®mo la propia industria, conocedora de lo que est¨¢ ocurriendo, no solo lo oculta sino que lo fomenta: ¡°Cuando ten¨ªa 20 a?os estaba trabajando en una localizaci¨®n y el fot¨®grafo intentaba invitarme a una copa despu¨¦s de la cena de equipo. Tambi¨¦n llamaba a la puerta de la habitaci¨®n durante la noche o me preguntaba si quer¨ªa pasarme por la suya para repasar las fotos del d¨ªa. Me presionaba cada vez m¨¢s hasta que el ¨²ltimo d¨ªa de trabajo, el maquillador dijo: ¡°?Puedes dormir de una vez con ¨¦l para que todos descansemos? ?Todo el mundo lo hace!¡±. Cuando volvimos, mi agencia me pregunt¨® por qu¨¦ hab¨ªa sido tan grosera con ¨¦l. Les cont¨¦ lo que hab¨ªa pasado y dijeron: ¡°?no nos hagas perderlo como cliente!¡±.

Cameron Russell, que ha desfilado para Victoria¡¯s Secret, Michael Kors o Prada, siempre ha mantenido un discurso feminista participando en campa?as como Stop telling women to smile (?Deja de decir a las mujeres que sonr¨ªan?) o protagonizando una charla TED bajo el t¨ªtulo El aspecto no lo es todo. Creedme, soy modelo. Ahora la maniqu¨ª da un paso al frente en su activismo visibilizando las experiencias de otras compa?eras de profesi¨®n. Aunque los nombres de los acosadores y violadores de momento no han trascendido (algunos han sido tachados de las capturas siguiendo el consejo del equipo legal de Russell), la modelo ha insistido en que llevar¨¢ a cabo las acciones oportunas para que trasciendan. Algunos comentarios han se?alado al fot¨®grafo Terry Richardson, acusado previamente de abuso sexual, como uno de los posibles agresores. Russell ha contestado al respecto sosteniendo que los agresores son probablemente cientos. Tanto conocidos como an¨®nimos. Muchos, todav¨ªa en activo.