Italia abre el debate: ?es necesaria la baja por menstruaci¨®n?
En Jap¨®n la ley la contempla como derecho desde 1947. Preguntamos a varias expertas las consecuencias positivas y negativas de una medida de este tipo.
Italia podr¨ªa convertirse en el primer pa¨ªs occidental con una pol¨ªtica de ?baja menstrual? para las mujeres trabajadoras. As¨ª lo propone el proyecto de ley presentado hace unos d¨ªas por cuatro legisladoras (Romina Mura, Daniela Sbrollini, Maria Iacono y Simonetta Rubinato) del Partido Democr¨¢tico. La c¨¢mara baja del Parlamento italiano ya ha empezado a discutir la propuesta que, de ser aprobada, obligar¨¢ a las empresas a conceder tres d¨ªas al mes de baja remunerada (con el 100% del salario diario) a las empleadas que sufran dolor durante la regla. Las trabajadoras tendr¨¢n que pasar un control m¨¦dico anual que certifique que sufren dismenorrea, nombre con el que se conocen las menstruaciones dif¨ªciles y dolorosas. La medida afectar¨ªa tanto a contratos a tiempo completo como parcial, permanentes o temporales ya sea en empresas p¨²blicas como privadas. Aunque a priori la medida podr¨ªa parecer beneficiosa para las trabajadoras, est¨¢ generando un airado debate en el pa¨ªs transalpino. ?Podr¨ªa repercutir en un descenso de las contrataciones femeninas por parte de los empresarios? ?Deber¨ªa darse por sentado que es un derecho quedarse en casa cuando se tienen dolores?
En contra
La revista femenina Donna Moderna considera que podr¨ªa provocar que ?los empresarios prefieran contratar a hombres en lugar de a mujeres?. Una opini¨®n similar a la que sostiene Daniela Piazzalunga, economista que ha analizado el lado negativo de la medida para The Washington Post.?¡°Las mujeres ya se est¨¢n tomando d¨ªas libres a causa de los dolores menstruales, pero la nueva ley permitir¨ªa que lo hicieran sin necesidad de utilizar las bajas por enfermedad u otros permisos. Sin embargo, si la ley se aprueba podr¨ªa tener repercusiones negativas: la demanda de mujeres trabajadoras podr¨ªa disminuir o podr¨ªan ser penalizadas en t¨¦rminos salariales o de ascenso?, defiende. Seg¨²n apunta la escritora feminista Miriam Goi en la edici¨®n italiana de Vice, tambi¨¦n existe el peligro de que, en lugar de romper tab¨²es sobre la menstruaci¨®n, la medida acabe ?reforzando los estereotipos sobre las mujeres y su condici¨®n emocional y hormonal en esos d¨ªas?.
A favor
Los entusiastas de la medida la consideran un signo de progreso y resaltan la importancia de reconocer el dolor femenino en un pa¨ªs en el que entre el 60 y el 90% de las mujeres sufren dismenorrea. ?La propuesta es un gesto humano que reconoce el dolor que muchas mujeres tienen que soportar durante el ciclo menstrual, apunta en su canal de Youtube Irene Facheris, fundadora de la web feminista Bossy. La edici¨®n italiana de Marie Claire tambi¨¦n se ha posicionado a favor definiendo la propuesta de ley como ¡°estandarte del progreso y la sostenibilidad social?.
Erika Irusta, pedagoga especializada en educaci¨®n menstrual y autora del blog El camino de Rub¨ª as¨ª como de varios libros al respecto, comparte su opini¨®n con S Moda: ?Lo primero que hay que aclarar es que la regla en s¨ª no deber¨ªa producir dolor. Cuando duele se denomina dismenorrea y siempre existe un motivo detr¨¢s que es necesario averiguar y tratar. Por tanto, ?acaso una persona que sufre una enfermedad cr¨®nica mensual no merece tener derecho a una baja? ?No ver¨ªamos normal que un hombre que padezca alg¨²n tipo de enfermedad cr¨®nica se quede en su casa??, se pregunta la experta. ?Es una dicotom¨ªa muy dura la que se plantea a las mujeres. El problema no es nuestro cuerpo sino que tengamos que elegir entre dos horrores: ir a trabajar con dolores y aguantar la jornada a base de medicamentos que solo anestesian los s¨ªntomas y ni siquiera tratan el problema o enfrentarnos a que no nos quieran contratar?, afirma contundente. Seg¨²n Irusta, es ?aberrante que el foco se ponga en nosotras? e incluso para las empresas ser¨ªa positivo tomar medidas que ayuden a sus empleadas a lidiar con los dolores menstruales. ?Tratarlas como seres humanos en lugar de como ordenadores que se reemplazan cuando se estropean har¨ªa sentir a las trabajadoras m¨¢s afines a su empresa y mejorar¨ªa su rendimiento laboral?.
Yolanda Besteiro, presidenta de la Federaci¨®n de Mujeres Progresistas, confiesa a S Moda que es complicado situarse en uno de los bandos. ?Por un lado, en una realidad ideal, es una gran medida sin ninguna duda. Pero teniendo en cuenta que vivimos en un mundo en el que te pueden despedir simplemente por ser madre, est¨¢ claro que una baja de este tipo podr¨ªa perjudicar a las mujeres?, explica. Precisamente en Italia casi una cuarta parte de las mujeres embarazadas son despedidas durante el embarazo o justo despu¨¦s de dar a luz (a pesar de que sea ilegal), tal y como recoge un informe realizado por ISTAT, el instituto nacional de estad¨ªstica italiano. Seg¨²n explica The Washington Post, los empresarios del pa¨ªs muestran reticencia a contratar a mujeres y a mantenerlas en el puesto despu¨¦s de que sean madres. Esto se traduce en que Italia tenga una de las tasas m¨¢s bajas de participaci¨®n femenina en el mercado laboral de Europa. S¨®lo el 61% de las italianas trabaja, bastante por debajo de la media europea situada en un 72%.
La baja menstrual en otros pa¨ªses
Si finalmente la propuesta de ley se aprobase, Italia ser¨ªa el primer pa¨ªs de la Uni¨®n Europea en adoptar esta pol¨ªtica, mucho m¨¢s popular en los pa¨ªses asi¨¢ticos. En Jap¨®n la ley que regula las bajas laborales de este tipo ¨C¡¯seirikyuuka¡®, que se traduce como ¡°derecho fisiol¨®gico¡±¨C data de 1947; en Taiw¨¢n existen desde 2013 tres d¨ªas adicionales por la regla a la baja pagada; en Corea del Sur se aprob¨® en 2001 y en Indonesia las mujeres tienen derecho a dos d¨ªas al mes por los efectos generales (no se distingue entre f¨ªsicos o ps¨ªquicos) de la menstruaci¨®n. Incluso algunas multinacionales como Nike u otras m¨¢s peque?as como Coexist en Bristol han adoptado la medida como parte de su pol¨ªtica interna para que sus trabajadoras puedan coger unos d¨ªas libres durante el periodo. ?Estamos cerca en Espa?a de plantearnos medidas de este tipo? Tanto Irusta como Besteiro coinciden en que es poco probable y que a¨²n nos queda un largo camino por recorrer. As¨ª lo resume la primera: ?La menstruaci¨®n es pol¨ªtica pero despu¨¦s de la que se li¨® con la copa menstrual y los pocos avances que hay en la higiene femenina, creo que a¨²n estamos lejos?.
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