?Por qu¨¦ ha fracasado la marca de ropa de Ivanka Trump?
La hija del presidente de Estados Unidos acaba de anunciar el cierre de la firma, que ya operaba con limitaciones para evitar conflictos de intereses por su puesto pol¨ªtico. Analizamos las causas de su desaparici¨®n.
Vender versiones mucho m¨¢s baratas de su propia ropa y ?vestir a todas esas chicas que le escrib¨ªan mensajes dici¨¦ndole que quer¨ªan ser como ella?. Ese era el prop¨®sito de la marca de moda de Ivanka Trump, que acaba de anunciar su cierre. La hija del presidente de Estados Unidos llevaba desvinculada de la firma desde hace algo m¨¢s de un a?o, momento en el que asumi¨® su cargo pol¨ªtico, pero le segu¨ªa sacando rendimiento. La principal causa del cierre de su firma hom¨®nima, que naci¨® en 2007 como marca de joyer¨ªa, es evitar conflictos de intereses por su puesto como asesora en la Casa Blanca. Parece que Ivanka no quiere aprovechar su cargo pol¨ªtico para favorecer a su empresa ¨Ccomo cuando luci¨® una pulsera de su firma durante la primera entrevista televisada de su padre como presidente y lo comunic¨® a la prensa¨C y prefiere mantenerse centrada en su trabajo en Washington.
M¨¢s all¨¢ de este motivo, que la propia compa?¨ªa ha detallado en un comunicado, existen m¨¢s razones que explican su fracaso. A pesar de que las ventas se incrementaron un 61% en 2016, a?o de las elecciones, la exmodelo se enfrentaba desde hace meses a un boicot por parte de GrabYourWallet (Coge tu cartera), un grupo de activistas contrario a Donald Trump que hicieron un llamamiento para dejar de comprar en sus empresas o en las compa?¨ªas que hab¨ªan financiado su campa?a. El movimiento no solo ped¨ªa que se dejaran de adquirir las joyas y prendas de Ivanka, tambi¨¦n exig¨ªa el boicoteo de las grandes cadenas que las comercializaran. As¨ª fue como Nordstrom o Neiman Marcus decidieron retirar de sus estanter¨ªas las piezas de Ivanka y otras tantas tiendas empezaron a venderlas ocultando su nombre. La explicaci¨®n oficial fue que estaban funcionando ¡°muy por debajo de las expectativas¡±. La oficiosa, que no quer¨ªan perder clientes por cuestiones ideol¨®gicas y pol¨ªticas.
Ese fue el primer rev¨¦s para la firma de la hija del presidente. Pero llegar¨ªan m¨¢s. Ivanka tuvo que enfrentarse a las acusaciones de producir su ropa en China, Indonesia y Vietnam. Mientras su padre hac¨ªa estallar una guerra de aranceles contra Asia, su hija fabricaba sus accesorios y prendas en pa¨ªses asi¨¢ticos. La ONG Project Just, dedicada al comercio justo, investig¨® la estructura empresarial y la producci¨®n concluyendo que su sistema era opaco. Un activista de la ONG de derechos laborales China Labor Watch, con sede en Nueva York, que indagaba en la fabricaci¨®n de los zapatos de Ivanka en China fue detenido y otros dos infiltrados en la f¨¢brica, que hab¨ªan detectado turnos de 12 a 18 horas, acabaron en paradero desconocido.
El distanciamiento de la firma por parte de Ivanka en favor de su carrera pol¨ªtica tambi¨¦n ha resentido la ense?a. Para muchas clientas ella era el principal reclamo. Seg¨²n explic¨® a la edici¨®n estadounidense de Vogue, el prop¨®sito de la firma era vestir a todas esas chicas que le escrib¨ªan mensajes dici¨¦ndole que quer¨ªan ser como ella, cubrir un hueco de mercado entre H&M y Ann Taylor, una firma conocida por su ropa de oficina? para mujeres de mediana edad. Una vez que se alej¨® de la casa, las admiradoras de su estilo perdieron el inter¨¦s en comprar. Sin ella como principal reclamo, el cat¨¢logo no era m¨¢s que un pu?ado de prendas y zapatos sin alma creados para ?mujeres que trabajan? (#WomenWhoWork, rezaba la filosof¨ªa de la empresa convertida en hashtag). Lo mismo que ofrecen otras tantas.
?Por qu¨¦ entonces la gente iba a seguir queriendo comprar los de Ivanka Trump cuando Ivanka Trump ya ni siquiera posaba en los cat¨¢logos? Los motivos se esfuman teniendo en cuenta que, seg¨²n afirmaba la periodista Megan Carpentier, los dise?os ni siquiera eran buenos. En un extenso hilo de Twitter del que se hicieron eco diversos medios especializados el a?o pasado, la editora explicaba con iron¨ªa que la ropa estaba mal cortada, era de mala calidad y no sentaba bien a aquellas mujeres que no compartieran hechuras con la hija del presidente. En su opini¨®n, el precio de la ropa no estaba justificado y muchos de sus dise?os acababan desterrados a outlets y centros de oportunidades, perdiendo todo el glamour que pretend¨ªa vender la firma.
Ivanka Trump ¨Cla firma¨C no era m¨¢s que un intento de comercializar su propio armario a precios m¨¢s asequibles. Al principio la ense?a, que fund¨® tras finiquitar su carrera como modelo y?graduarse en la escuela de negocios Wharton, era una apuesta por la alta joyer¨ªa ¡°para mujeres que compran sus propias joyas¡± (las piezas pod¨ªan llegar a costar 300.000 euros, aunque part¨ªan de los 700). En 2012, cinco a?os despu¨¦s de aquel lanzamiento, se ali¨® con el grupo G-III Apparel, el mismo que ha comercializado otras l¨ªneas vinculadas a famosos como Beyonc¨¦, para crear una colecci¨®n completa de ropa. El resultado fue una apuesta por los b¨¢sicos de oficina con alergia a las tendencias y al riesgo. El vestido sin mangas, una de las prendas recurrentes de la propia Ivanka, se convirti¨® en se?a de la casa junto a los bolsos. El equipo, formado por ¡®ex¡¯ de marcas como Michael Kors o Kate Spade, puso su saber hacer al servicio de la filosof¨ªa Ivanka: ¡°Somos femeninas pero no girly. Somos apropiadamente sexies pero no bombas sexuales¡±.
De momento la empresa seguir¨¢ registrada para que a ning¨²n espabilado se le ocurra aprovechar su nombre para ganar dinero. ?Al final, Ivanka Trump es una marca de celebrity, no una verdadera firma de moda?, consideran los analistas de la industria. Y sin su conocido rostro capitaneando el barco, ?qui¨¦n quiere un aburrido vestido sin mangas?
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