Jacques de Bascher, el dandi hechicero
Los dise?adores Yves Saint Laurent y Karl Lagerfeld cayeron en las redes de Jacques de Bascher. Un nuevo libro resuelve el misterio sobre el hombre m¨¢s seductor (y peligroso) del Par¨ªs de los 70.
Es comparable a un personaje proustiano o a uno de esos ¨¢ngeles ca¨ªdos que fascinaban a Visconti. Un arist¨®crata con maneras de otro siglo y el modus operandi de un depredador sexual. Jacques de Bascher tuvo un veneno particular que todo el mundo se mor¨ªa por saborear. Fue el hombre m¨¢s conquistador (y el m¨¢s peligroso) de un tiempo y lugar, el Par¨ªs de los 70, caracterizados por rasgos que encarn¨® a la perfecci¨®n. La amoralidad y el hedonismo, la nocturnidad y la alevos¨ªa.
Cayeron en sus redes algunos de los hombres m¨¢s importantes de su ¨¦poca. Embeles¨® a Yves Saint Laurent y Karl Lagerfeld, con quienes configur¨® un tri¨¢ngulo amoroso que introdujo una rivalidad inextinguible en su relaci¨®n, que era amigable hasta que lleg¨® ¨¦l. No se sab¨ªa mucho m¨¢s de esta silueta borrosa, sin oficio ni beneficio, que no dej¨® ning¨²n rastro ni escritos. Ninguna obra, en definitiva, susceptible de ser analizada.
?En realidad, su obra fue ¨¦l mismo?, explica Marie Ottavi, autora de una nueva biograf¨ªa reci¨¦n llegada a las librer¨ªas francesas, Jacques de Bascher, dandy de l¡¯ombre (S¨¦guier). Esta periodista del diario Lib¨¦ration se enfrent¨® al reto imposible de rastrear su vida hablando con todos quienes lo frecuentaron. Quiso dejar atr¨¢s ?los clich¨¦s y las caricaturas?, convencida de que detr¨¢s del trazo grueso que reflejaban los recientes biopics de Bertrand Bonello y Jalil Lespert ¨Cdonde De Bascher fue interpretado, respectivamente, por Louis Garrel y Xavier Lafitte¨C se escond¨ªa una persona bastante m¨¢s compleja. Descubri¨® a un ni?o nacido en Saig¨®n en 1951, hijo de un gobernador franc¨¦s de la antigua colonia asi¨¢tica. A un joven que hizo su servicio militar con la armada francesa en Tahit¨ª, donde ya escandaliz¨® a la tripulaci¨®n con sus juegos obscenos, antes de reciclarse como perfecto azafato de Air France. Al descendiente de una familia de nobles venidos a menos, definido por una psicolog¨ªa indescifrable. ?Un tipo que le¨ªa a Huysmans, pero escuchaba m¨²sica disco; que exhib¨ªa formas exquisitas, pero fornicaba en backrooms de clubes asquerosos?, explica la autora. ?Me fallaron solo dos fuentes: sus padres, ya fallecidos, y Pierre Berg¨¦, que se neg¨® a hablar?, comenta Ottavi sobre el legendario compa?ero de Saint Laurent.
Todos los dem¨¢s aceptaron. Incluido Karl Lagerfeld, de quien la autora obtuvo sus declaraciones m¨¢s extensas y esclarecedoras hasta la fecha. ?Lo quer¨ªa infinitamente, pero no ten¨ªa ning¨²n contacto f¨ªsico con ¨¦l?, matiza Lagerfeld en las p¨¢ginas del libro sobre el hombre con quien comparti¨® 18 a?os de su vida. Lo conoci¨® en Nuage, un club del circuito homosexual de Saint-Germain. ?Era el diablo con la cara de Garbo. Era la persona que m¨¢s me divert¨ªa. Era lo opuesto a m¨ª. Imposible, odioso. Era perfecto?, recuerda el modisto. Su c¨®ctel diario de drogas, alcohol y sexo compulsivo no se ajustaba al modo de vida de Lagerfeld, bastante m¨¢s razonable. ?Me gustaba que ¨¦l viviera las cosas por m¨ª?, afirma en el libro. Cuando Ottavi le pregunt¨® qu¨¦ le atrajo de De Bascher, el modisto respondi¨®: ?La diferencia?. Tambi¨¦n su falta de ambici¨®n, tan inhabitual en su entorno.
A Saint Laurent lo conoci¨® una noche de finales de 1973. Fue en Le Sept, una bo?te de la rive droite, que contaba con Pierre Cardin, Michel Foucault o David Hockney entre su clientela. Venerado como un semidi¨®s tras revolucionar la moda parisiense, el dise?ador se encontraba a la deriva. Su relaci¨®n con Berg¨¦ tocaba fondo, as¨ª que con De Bascher vivi¨® una fogosa historia de amor que dur¨® tres a?os. Hasta que Berg¨¦ decidi¨® intervenir, alarmado por su demoledora influencia sobre el modisto. Nadie sabe qu¨¦ le dijo, pero se alej¨® para siempre de Saint Laurent. Pierre nunca le perdon¨® que se dejara embobar por ?un seductor afeminado de opereta?, como lo calific¨® en una biograf¨ªa publicada en 2010.
El potencial de seducci¨®n de De Bascher resid¨ªa en el hecho de no sentirse impresionado por sus presas. ?No ten¨ªa miedo de nada. Los dise?adores contaban con una corte a su alrededor que les adulaba. ?l, en cambio, les hablaba con franqueza, humor y perversidad. Sexualmente no ten¨ªa l¨ªmites, incluso en una ¨¦poca tan liberada?, opina Ottavi. De Bascher muri¨® en 1989, enfermo de sida, a los 38. Hace unos a?os, cuando Lagerfeld descubri¨® que se preparaba un biopic sobre Saint Laurent, manifest¨®: ?No s¨¦ a qui¨¦n encontrar¨¢n para interpretar a De Bascher. Ya no queda gente como ¨¦l?. Instada a encontrar un equivalente de este personaje en nuestra ¨¦poca, la autora tambi¨¦n duda. ?Alguno habr¨¢ en Instagram¡?, termina por responder. Recuerda entonces una vieja fotograf¨ªa de finales de los 70, capturada en una fiesta sadomasoquista, en la que se distingue a De Bascher vistiendo una camiseta que lleva su nombre. ?Es una imagen donde resuenan fen¨®menos actuales?, afirma Ottavi, en referencia a esos it boys e it girls sin otra cosa que ofertar que su autorrepresentaci¨®n en las redes sociales. Tambi¨¦n en eso De Bascher se les adelant¨® varias d¨¦cadas.
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