La historia de los cuadros vichy, el estampado de los manteles que el cine convirti¨® en sin¨®nimo de estilo

El vestuario de Rosal¨ªa en su gira por Sudam¨¦rica ha desafiado los c¨®digos de estilo seguidos habitualmente por la catalana para ensalzar la sencillez de una prenda con siglos de historia a sus espaldas: el vestido de cuadros vichy. El dibujo, asociado siempre a los meses de calor, parece tener poco que ver con el estilo transgresor de la artista, poco amiga de los b¨¢sicos y fiel seguidora de las mezclas disruptivas. Para su actuaci¨®n en M¨¦xico eligi¨® un dise?o de cuadros rojos y blancos, con escote cuadrado y corte asim¨¦trico de Acne Studios. Semanas atr¨¢s la hab¨ªamos visto en Buenos Aires con otra versi¨®n similar, esta vez de cuadros vichy albicelestes, un gui?o al pa¨ªs. La capacidad camale¨®nica del estampado vichy para adaptarse a todo tipo de situaciones y estilos est¨¢ fuera de toda duda y avalada por su presencia en los armarios desde hace d¨¦cadas. Este dibujo de origen humilde dej¨® atr¨¢s su car¨¢cter meramente funcional a finales del siglo XIX, cuando se destinaba a la confecci¨®n de manteler¨ªa, para despertar el inter¨¦s de la realeza y de las estrellas del s¨¦ptimo arte.

Un estampado humilde popularizado gracias a Napol¨¦on III

La localidad francesa de Vichy, ubicada en la regi¨®n de Auvernia-R¨®dano-Alpes, sigue siendo recordada como la infame capital del gobierno colaboracionista franc¨¦s, liderado por el mariscal P¨¦tain entre 1940 y 1944. Sin embargo, este lugar ya era c¨¦lebre siglos antes de que la Historia lo hiciera mundialmente conocido. Sus aguas termales han sido lugar de peregrinaci¨®n durante d¨¦cadas y d¨¦cadas y una prueba vigente de ello son los lujosos balnearios salpicados por toda la ciudad, construcciones de gran valor arquitect¨®nico que atrajeron a las fortunas m¨¢s acaudaladas de Europa. Entre ellas, Napole¨®n III. El emperador franc¨¦s visitaba la ciudad con frecuencia a lo largo de la d¨¦cada de 1860 y en uno de sus viajes hizo una visita a una f¨¢brica textil, un acto rutinario sin aparente importancia que sin embargo vincul¨® por siempre a Vichy con el mundo de la moda. En la f¨¢brica, una hilander¨ªa ubicada en el pueblo de Grivats, muy cerca de Vichy, se elaboraba un tejido de algod¨®n estampado con un entramado de cuadros bicolores. El origen exacto del tejido ¨Cde rayas verticales en sus albores¨C? no est¨¢ claro. Algunos historiadores se?alan Malasia como su lugar de nacimiento, mientras que hay quien considera que fueron los comerciantes holandeses quienes lo introdujeron en Europa antes de popularizarse en Francia. En cualquier caso, la industria textil francesa lo fabricaba ya en el siglo XIX, siendo destinado a manteler¨ªa, servilletas y m¨¢s tarde para confeccionar ropa de campo. Napole¨®n III y su mujer, la espa?ola Eugenia de Montijo, gran amante de la moda y la alta costura, se interesaron por esta tela de cuadros, conocida desde entonces como cuadros vichy, lo cual dot¨® de un prestigio inusitado a este tejido de origen humilde. Fue cuesti¨®n de tiempo que las damas de alta sociedad de la regi¨®n comenzaran a incorporar en su guardarropa vestidos de cuadros vichy, normalmente elaborados en algod¨®n. Durante la Belle ?poque, periodo comprendido entre 1870 y el inicio de la Primera Guerra Mundial, la industria de la moda comenz¨® a articularse y consolidarse como negocio. Surgi¨® el concepto de alta costura de la mano del brit¨¢nico Charles Frederick Worth y dise?adores como Jeanne Paquin o Paul Poiret definieron el nuevo canon de estilo. En estos a?os, los cuadros vichy, casi siempre en tonos blancos y negros, se consolidaron definitivamente en el armario de verano.

De Dorothy en El mago de Oz al vestido de novia de Brigitte Bardot

Ya en los a?os cuarenta del siglo XX, la gran pantalla reaviv¨® el inter¨¦s por los cuadros m¨¢s franceses. En Estados Unidos, donde el dibujo se conoce con el nombre de gingham, la pel¨ªcula El Mago de Oz vincul¨® por siempre el print de cuadros bicolor con los dise?os de inspiraci¨®n infantil. Dorothy, la protagonista de la famosa cinta dirigida por Victor Fleming y estrenada en 1939, aparec¨ªa durante el metraje con un vestido azul de cuadros vichy, un dise?o que el personaje interpretado por Judy Garland combinaba con una camisa de mangas de farol que subrayaba el aire ani?ado del estilismo. En la trama, son los zapatos rojos de Dorothy los que adquieren una relevancia especial, pero ni siquiera aquel brillante zapato de propiedades m¨¢gicas pudo eclipsar al emblem¨¢tico vestido, convertido hoy en d¨ªa en en todo un icono del s¨¦ptimo arte. Desaparecido durante cuarenta a?os, el dise?o fue recuperado el pasado a?o y se prev¨¦ sacarlo a subasta pr¨®ximamente, donde se estima que podr¨ªa alcanzar la cifra de 1,2 millones de d¨®lares.

En 2023, el estreno del trailer de Barbie, uno de los t¨ªtulos m¨¢s esperados del a?o, ha vuelto a situar bajo el foco al famoso vestido de El mago de oz. Los fans de la pel¨ªcula dirigida por Greta Gerwig y protagonizada por Margot Robbie, han detectado varias similitudes entre el mundo Barbie y el universo de Oz, empezando por el vestuario (ideado por la ganadora del Oscar Jacqueline Durran, art¨ªfice de los looks de ¨¦poca de Expiaci¨®n, Anna Karenina o la ¨²ltima versi¨®n de Mujercitas). En el tr¨¢iler, la mu?eca m¨¢s famosa, ahora en versi¨®n carne y hueso, aparece ataviada con un vestido rosa de cuadros vichy, a juego con una pamela del mismo estampado. Hay quien ha interpretado esta elecci¨®n de vestuario, as¨ª como otros elementos simb¨®licos escondidos en los menos de dos minutos de duraci¨®n del tr¨¢iler, como un gui?o a Dorothy y al fant¨¢stico mundo de Oz.

El halo infantil que pudiera tener el estampado vichy en la cinta que lanz¨® al estrellato a Judy Garland, fue disipado por los papeles de Katherine Hepburn en Historias de Filadelfia (George Cukor, 1940) o Lauren Bacall en la adaptaci¨®n de 1944 que Howard Hawks hizo en cine de la novela de Hemingway Tener y no tener. No obstante, quien convirti¨® el estampado en supertendencia fue la actriz Brigitte Bardot. La int¨¦rprete francesa, mito er¨®tico de su generaci¨®n, encarn¨® como pocas el estilo afrancesado m¨¢s campestre y encontr¨® en el estampado de vichy una de sus opciones preferidas. La vimos vestir de cuadros tanto fuera como dentro de la gran pantalla, pero el estilismo m¨¢s recordado fue el de su boda con el actor Jacques Charrier, su compa?ero de reparto en Babette se va a la guerra (Christian-Jaque). El enlace se celebr¨® en el pueblo franc¨¦s de Louveciennes en el verano de 1959. Para la ocasi¨®n, el dise?ador Jacques Esterel cre¨® un at¨ªpico vestido de novia en color rosa con estampado de cuadros vichy. La prenda presentaba una longitud por debajo de la rodilla, manga por debajo del codo y corte en la cintura. Ese mismo a?o, la pel¨ªcula ?Quiere usted bailar conmigo? (Michel Boisrond) lleg¨® a los cines y Brigitte Bardot afianz¨® su idilio con el estampado vichy a ojos de todo el mundo. En aquella ocasi¨®n, el personaje que interpretaba luc¨ªa una falda de silueta A y est¨¦tica rural obra de Jacques Esterel, el dise?ador de su popular traje nupcial y responsable de la popularidad de los cuadros bicolor.

El verano de 2023 ser¨¢ territorio f¨¦rtil a la hora de hablar de looks con cuadros vichy. En la pasarela actual, firmas como Acne han hecho gui?os evidentes al estampado en su ¨²ltima campa?a, transformado eso s¨ª en una apuesta urbana capaz de resultar innovadora y actual a pesar de su dilatada existencia en los anales de la moda. La todopoderosa Miuccia Prada demuestra en su colecci¨®n de hombre primavera/verano 2023 que el p¨²blico masculino tambi¨¦n viste cuadros vichy, ya sea en abrigos o camisas con reminiscencias infantiles. Siglos despu¨¦s de adentrarse en los armarios de las mujeres m¨¢s exigentes y tras haberse colado en algunas de las fotos m¨¢s emblem¨¢ticas de iconos como Marilyn Monroe o Lady Di, los cuadros vichy siguen disfrutando de su condici¨®n de tendencia estacional, ajena al tiempo y capaz de seguir siendo relevante en el mar de novedades constantes que es la presente industria de la moda.