La ni?a pija m¨¢s odiada de Internet
Publicar ¡®No voy a fingir que soy pobre para que me aceptes¡¯ ha convertido a Rachael Sacks en la nueva diana de las iras de las redes sociales y de los tabloides.
![rachael cover](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/BEOINTXFUVJH3FC5GIWIBTJUUI.jpg?auth=b43830a4cba653f1e41152adec547ee70b939dcd728b77be212f95c4def619b2&width=414)
"Siento haber nacido con unas fant¨¢sticas circunstancias financieras y que a mi padre le guste mantenerme. Siento no haber ido a una escuela estatal para que mis padres ahorrasen dinero. ?Qu¨¦ quer¨¦is de m¨ª?" [¡] "No soy una de esas personas que intentar¨¢ fingir ser pobre delante de la gente. Creo que esa es una actitud muy desagradable". A Rachael le miraron mal en la cola del s¨²per por llevar un bolsa de Mulberry y comprar una Diet Coke, fue corriendo a cont¨¢rselo al equipo de Thought Catalog ¨Cesa web que ha hecho del periodismo confesional todo un estandarte¨C y en pocas horas ya se hab¨ªa convertido en la nueva ni?a pija m¨¢s odiada de Internet.
Esta universitaria aspirante a escritora public¨® hace unos d¨ªas un ensayo bajo el t¨ªtulo No voy a fingir que soy pobre para que me aceptes, y cual Barbie complementos en defensa de su bolso de Gucci, ha montado una buena en las redes sociales. Sacks, hija de un reputado especialista de fertilidad en Maryland, relat¨® en la web emblema de los millenials la angustia existencial que le report¨® un episodio en el s¨²per. La conversaci¨®n que mantuvieron una cajera y una clienta algo mayor que ella en la cola se torn¨® en su peor pesadilla. La otra joven indic¨® que fue a una universidad p¨²blica para "que sus padres ahorrasen con sus estudios", la cajera le replic¨® que sus decisi¨®n hab¨ªa sido "inteligente" y acto seguido ambas miraron con desd¨¦n a Sacks, su bolsa de Mulberry y su Diet Coke. "Como si fuesen a decir, ah¨ª est¨¢ la princesita de pap¨¢ gastando su dinero, menudo pedazo de mierda". Suerte que, tal y como aclar¨® m¨¢s tarde en su texto, "hab¨ªa comprado con un 70% de descuento, que se jodan las dos". Esto s¨ª que es terror en el hipermercado y no lo que cantaba Alaska.
![rachael cover](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/BEOINTXFUVJH3FC5GIWIBTJUUI.jpg?auth=b43830a4cba653f1e41152adec547ee70b939dcd728b77be212f95c4def619b2&width=414)
Foto de Sacks dedicada a sus ¡®haters¡¯.
Facebook/ Rachael Sacks
La cosa pod¨ªa haberse quedado ah¨ª, en un episodio de indignaci¨®n narcisista m¨¢s, pero Sacks, puede que con la voluntad de convertirse en la voz de su generaci¨®n, public¨® su ensayo en una p¨¢gina web que supera los dos millones de usuarios ¨²nicos mensuales y con m¨¢s de 100.000 seguidores en Facebook. Gawker se hizo eco (aportando como valor a?adido tuits racistas de su cuenta personal) y la portada en el tabloide de rigor estaba asegurada. El New York Post le dedic¨® su primera plana el s¨¢bado y un reportaje en el que la joven, adem¨¢s de advertir que su cuenta de Twitter se ha llenado de haters, demostr¨® seguir en sus trece sin "arrepentirse" y entonando perlas como "soy una mocosa malcriada, eso es lo que soy" o "toda la gente que es malvada conmigo tiene 30 o 40 a?os, sus cr¨ªticas son est¨²pidas".
M¨¢s le?a en las redes sociales, Sacks aprovecha el fil¨®n medi¨¢tico y arremete con otro ensayo en Thought Catalog que provoca una marea de ojos en blanco bajo el titular Soy la ni?a rica que am¨¢is odiar, el Daily Mail se suma a la fiebre del odio, se publican art¨ªculos respuesta como No voy a fingir que soy rica para gustarte y voil¨¤, su nombre acumula m¨¢s de 662.000 resultados en Google. Rachael Sacks, la joven a la que le produce urticaria el humblebrag, es la ni?a rica m¨¢s odiada de Internet¡ hasta que llegue la pr¨®xima. Ahora que ella busca agente para controlar su reci¨¦n acu?ada fama, nos invade la nostalgia al recordar que, en este deporte de detestar a los j¨®venes pudientes, nos lo pas¨¢bamos mejor antes.
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