Por qu¨¦ quieres tanto a tu gato o c¨®mo las mascotas suplen nuestras carencias emocionales
En Espa?a cada vez se adoptan m¨¢s felinos y los m¨¢s j¨®venes est¨¢n dispuestos a gastarse parte de su presupuesto en cuidarlos y mimarlos.
Una primera cita en un cat caf¨¦, uno de esos locales en los que los clientes pueden tomarse algo rodeados de gatos a los que pueden acariciar si les apetece. As¨ª empieza el relato Donde el morbo te lleve de Mercedes Cebri¨¢n, incluido en El gran libro de los gatos que acaba de publicar la editorial Blackie Books. El lugar de encuentro ya le da una pista del amor de su potencial pareja por los felinos, que luego se desvela m¨¢s profundo.
La historia, tanto por el escenario en el que se desarrolla como por la relaci¨®n de los personajes con los mencionados animales, podr¨ªa darse sin problemas en la realidad. La propia editorial Blackie Books sirve de ejemplo del encendido amor por estas mascotas que impera actualmente.
El a?o pasado publicaron El gran libro de los perros, del que se llegaron a imprimir dos ediciones (algo remarcable teniendo en cuenta el precio y la extensi¨®n de cada ejemplar) y de ese ¨¦xito sale esta ¡°secuela gatuna¡±. Como explica su editor, Jorge Cascante, en el pr¨®logo: ¡°Los gatos son animales mucho m¨¢s literarios que los perros, o al menos mucho m¨¢s interesantes para las personas que escriben, en general. Este libro era poco menos que inevitable¡±.
En 2018 se registraron 13 millones de mascotas en Espa?a, de las cuales un 6% fueron gatos. Esto supone un crecimiento del 40% en los ¨²ltimos cinco a?os. ?lex Salvador, coordinadora y cofundadora de la protectora barcelonesa El Jardinet dels Gats, achaca dicho aumento al incremento de la visibilizaci¨®n de la realidad de los gatos callejeros gracias a la aparici¨®n de nuevas entidades proteccionistas.
Tambi¨¦n influye que el procedimiento de adopci¨®n es c¨®modo. ¡°En la mayor¨ªa de protectoras los gatos se dan esterilizados y con el protocolo veterinario realizado a cambio de una donaci¨®n. Muchas familias se animan a adoptar un segundo gato al tiempo de tener a su primer felino, y eso ayuda a aumentar los gatos que encuentran hogar¡±, afirma.
C¨®mo hemos cambiado
El muy mis¨®gino estereotipo de ¡°la loca de los gatos¡± ¨Cuna mujer soltera entrada en a?os cuya ¨²nica compa?¨ªa son los numerosos felinos con los que comparte piso¨C se ha quedado obsoleto. La generaci¨®n millennial le ha dado la vuelta a la tortilla y presume de gato sin complejos (las redes sociales tambi¨¦n han ayudado mucho a estos animales).
Para Cristina Mart¨ªnez, veterinaria especializada en etolog¨ªa, la relaci¨®n de las personas con sus animales de compa?¨ªa ha evolucionado en relaci¨®n con la demograf¨ªa. ¡°El cliente urbanita y joven tiende a ver a su perro o gato como parte de su familia¡± mientras que en los entornos m¨¢s rurales y en personas m¨¢s mayores ¡°no est¨¢ tan integrado en las rutinas familiares¡±. Tambi¨¦n ha visto que entre las ciudades hay diferencias: ¡°Barcelona es una ciudad bastante pet friendly, por ejemplo¡±.
Ya en 2016, Jean Twenge, profesora de Psicolog¨ªa en la Universidad de San Diego, plante¨® la teor¨ªa de que ¡°las mascotas se est¨¢n convirtiendo en un reemplazo de los ni?os¡± para los millennials. La precariedad econ¨®mica, los problemas de conciliaci¨®n y la incertidumbre ante el futuro est¨¢n retrasando la edad de maternidad o, directamente, anulando la idea de tener hijos por no poder permit¨ªrselo.
Esta realidad tiene como una de sus consecuencias que las personas opten por tener una mascota antes que descendencia. Es m¨¢s barato y conlleva menos responsabilidad pero aporta apoyo emocional. ¡°Para los j¨®venes que luchan por encontrar tiempo para las relaciones humanas, una mascota es algo que abrazar y amar al volver a casa¡±, recoge Donna Ferguson en un art¨ªculo en The Guardian.
La veterinaria Cristina Mart¨ªnez considera que la teor¨ªa es interesante, aunque no ha le¨ªdo ning¨²n estudio concluyente sobre el tema. ¡°Pero s¨ª que es cierto que hay personas que pueden suplir ese v¨ªnculo emocional con sus mascotas, lo que a veces se traduce en algo enriquecedor y de ayuda para la persona y para el animal¡±. Sin embargo, advierte de que esta inclinaci¨®n a humanizar a los animales puede tener efectos perjudiciales, como ¡°perros a los que se les suponen h¨¢bitos propios de las personas o que no se separan nunca de su familia y pueden desarrollar trastornos relacionados¡±.
Salvador se?ala que el reemplazo del hijo por la mascota puede acabarse si en determinado momento la situaci¨®n cambia y llega la descendencia: ¡°Conocemos muchos casos de personas que tienen un gato o un perro y, cuando se quedan embarazadas, el que hab¨ªa sido su ¡®peque?o¡¯ ya no tiene cabida en su hogar, de modo que los abandonan o recurren a las protectoras para dejarlos¡±.
Es el mercado, amigas
Esa necesidad de compa?¨ªa de las personas le viene muy bien al sistema que las ahoga, solo hay que observar el aumento de los negocios relacionados con los animales de compa?¨ªa. Seg¨²n un informe de Grand View Research, el mercado mundial del cuidado de mascotas crecer¨¢ alrededor de un 5% anual hasta superar los 180.000 millones de euros en 2025.
Esto se traduce en un aumento del gasto en seguros veterinarios, peluquer¨ªa para animales, ropa para mascotas, productos gourmet para gatos y perros, accesorios para el hogar y restaurantes y hoteles pet friendly (a la vez que surgen establecimientos en los que no se admiten ni?os).
El estudio publicado en 2018 por la empresa de an¨¢lisis de mercados Mintel refleja que el 54% de los millennials (de 19 a 38 a?os) poseedores de mascotas de Gran Breta?a est¨¢ dispuesto a reducir el gasto en s¨ª mismos para invertirlo en sus animales. Asimismo, al 38% le gusta comprar comida para mascotas al estilo humano, como por ejemplo chocolate para animales.
Uno de los datos m¨¢s sorprendente del informe es que el 40% se gastar¨ªa el mismo dinero en un regalo para su gato que para el de un amigo. Son del equipo de Guillermo Cabrera Infante, que en su relato Offenbach escribi¨®: ?Para m¨ª el mundo se ha dividido en dos clases de personas: las que aman a los gatos y las otras. Las otras personas no saben lo que se pierden al no tener relaciones con un gato¡±. Parece que las primeras van ganando.
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