La regla, por fin sin tab¨²es
?En serio hay que hablar de ello? Pues s¨ª. Eso creen varias creadoras que se proponen desestigmatizar la menstruaci¨®n. Una actitud que empieza a llegar tambi¨¦n a los productos de higiene femenina.
Cosas que le pasan a una chica cuando tiene el periodo, seg¨²n la cultura popular: no se puede ba?ar (Verano azul), le hacen un bullying demon¨ªaco (Carrie), se tira por la ventana y queda empalada en una verja (Las v¨ªrgenes suicidas). Para ser algo tan habitual, la cosa menstrual no ha sido muy tratada en el arte, y si lo ha hecho, ha sido para mal. ?Alguien quiere leer, y mucho menos escribir, sobre eso? Pues s¨ª. Lo cree Luna Miguel, escritora y colaboradora de S?Moda, quien edit¨® recientemente la antolog¨ªa po¨¦tica Sangrantes (Origami), en la que varias poetisas abordan la relaci¨®n entre la mujer y la sangre. ?Todo vino de una broma privada que manten¨ªamos un amigo, mi novio y yo. Ellos llamaban sangrantes a muchas poetas j¨®venes cuyos temas rondan el sexo, la menstruaci¨®n, la maternidad, el cuerpo, la feminidad¡ Hay quien dice ¡°qu¨¦ asco¡±, pero solo hace falta entrar y leer para darse cuenta de que menstruaci¨®n esconde much¨ªsimas otras cosas?.
No le cost¨® mucho convencer a las autoras, aunque, como admite Miguel, ?algunas dudaron, otras supieron exactamente de qu¨¦ quer¨ªan hablar, otras temieron que la idea generara repulsi¨®n ¡°sobre todo entre los hombres¡±, otras ¡°sobre todo entre las mujeres¡±, pero todas aceptaron?. Sus enfoques tambi¨¦n son diversos: ?Para algunas, el asunto de la sangre es un tema pol¨ªtico, para otras roza el misticismo, la lucha por la vida, el dolor de la p¨¦rdida o incluso la celebraci¨®n del ciclo?.
Antes de ser un libro, y despu¨¦s de ser una broma privada, Sangrantes fue tambi¨¦n un Tumblr, en el que Luna sube hallazgos sobre el tema. Desde una vi?eta del c¨®mic Virus tropical (Random House Mondadori), de la peruana Power Paola, a un collage de la web Rookie que utiliza ir¨®nicamente la famosa imagen de Sissy Spacek ensangrentada en Carrie. No aparecen, pero podr¨ªan, artistas que van m¨¢s all¨¢ y utilizan la sangre menstrual para sus pinturas, como Vanessa Tiegs, o en sus fotograf¨ªas, como Ingrid Berthon-Moine. En su proyecto Red is the Colour pidi¨® a varias mujeres que utilizasen su sangre como pintalabios.
Muchas de estas autoras y artistas son muy j¨®venes, incluso nacidas en los 90 y, como se?alaba Miguel, hay algo de generacional en sus actitudes. Karina Billini se inscribe en esa franja: tiene 23 a?os y tambi¨¦n ha recopilado una colecci¨®n de poemas sobre el tema como trabajo final para la asignatura Construcci¨®n Social de la Menstruaci¨®n, que se imparte en el Marymount College de Nueva York. Hace una semana, Billini organiz¨® el primer?poetry slam?(batalla de improvisaciones po¨¦ticas) sobre la regla. El acto formaba parte del Congreso sobre el Ciclo Menstrual que se celebr¨® a principios de mes en la misma universidad neoyorquina. All¨ª se concedi¨® un premio a la pensadora Gloria Steinem, autora del famoso escrito?Si los hombres menstruasen, en el que ironizaba: ?Ellos presumir¨ªan de cu¨¢nto y durante cu¨¢nto tiempo. Hablar¨ªan de ello como un envidiado rito de masculinidad. Se celebrar¨ªan fiestas y ceremonias religiosas (¡). Los productos sanitarios estar¨ªan subvencionados y saldr¨ªan gratis?.
Uno de los objetivos de la convenci¨®n era, seg¨²n una de sus organizadoras, Ingrid Robledo-Johnston, eliminar ideas adquiridas como ?la creencia de que la menstruaci¨®n interfiere en el bienestar de las mujeres y por lo tanto tiene que ser escondida y hasta eliminada con productos farmac¨¦uticos?. Su objetivo es que sea algo m¨¢s presente en el arte. ?Se habla de todo lo dem¨¢s: el romance, el sexo, la traici¨®n, la muerte, el embarazo¡ ?por qu¨¦ nos saltamos la menstruaci¨®n? Por desgracia, la cultura popular no es lo suficientemente madura y explota cualquier cosa por un pu?ado de d¨®lares?, asegura Billini.
Mask, de Zanele Muholi, que trabaja con sangre menstrual.
Zanele Muholi
Hablar del tema.?Esa era tambi¨¦n la obsesi¨®n de dos actrices canadienses Vanessa Matsui y Liane Balaban cuando fundaron la web?Crankytown.ca, ?pensada para?destabuizar?la menstruaci¨®n?. En sus casi tres a?os de vida no les ha costado mucho convencer a gente como Jessica Par¨¦ (Megan Draper enMad Men), Emma Thompson o la cantante Feist para que hablen de su primera regla. Hace unos meses convocaron el primer Crankfest, un festival?online?de cortos sobre la menstruaci¨®n. Se admite todo, ?terror, comedias, ciencia ficci¨®n, documental¡?. Con la segunda edici¨®n se han hecho ya un hueco en la programaci¨®n del Festival de Cine de Toronto.
Existe otro v¨ªdeo, de notable ¨¦xito viral, que representa una batalla de raperas en un lavabo de chicas. El ?equipo tampones? se enfrenta al ?equipo copa menstrual?. El primero le espeta al segundo: ?T¨² eres rara y asquerosa, nadie te entiende?. Las de la copa responden: ?T¨² eres d¨¦bil. Se necesita a 22 de los tuyos para hacer el trabajo que hace una de las nuestras?. En realidad, se trata del anuncio brit¨¢nico de Mooncup, una de las marcas que comercializa estos dispositivos higi¨¦nicos, considerados la alternativa ecol¨®gica (son reutilizables) y feminista (en lugar de absorber el flujo, lo recogen, de manera que noniegan?el ciclo natural) a los tampones y las compresas. Su implantaci¨®n en Espa?a es tan solo del 0,2% o 0,3%, frente al 5% de pa¨ªses como Alemania. ?Es poquito, pero va en aumento?, asegura Eva Pol¨ªo, de la web Lacopamenstrual.es. ?Es un producto especial, requiere una relaci¨®n con tu cuerpo distinta, por eso es importante el boca-oreja?, explica.
Aunque algunas marcas de copas menstruales tienen una presencia publicitaria creciente en lugares como Facebook, sus campa?as a¨²n no tienen el impacto que suelen generar las de los productos l¨ªderes. Esos anuncios a menudo han marcado hitos en la percepci¨®n social de la menstruaci¨®n. En Estados Unidos, se recuerda que, mucho antes de ser M¨®nica en?Friends, Courteney Cox fue la chica que dijo por primera vez ?periodo? en televisi¨®n, en un rompedor anuncio de Tampax de 1985. Antes de eso, se recurr¨ªa a eufemismos. En Espa?a, la campa?a de este a?o, en la que Amaia Salamanca ense?a a un chico c¨®mo se ponen los tampones ha generado m¨¢s que curiosidad, no siempre constructiva: all¨¢ ustedes si?googlean??Amaia Tampax?.
Opci¨®n eco: Mooncup.
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