La trampa Marie Kondo: del minimalismo al negocio del consumo espiritual
Espacios y estilos de vida de apariencia sencilla con los que estos gur¨²s prometen acercarnos a la felicidad. Pero esta suele venir en forma de objetos o servicios de un precio elevado.
Pocas presentaciones hacen falta con Marie Kondo. La gur¨² del orden adquiri¨® fama mundial cuando en 2014 public¨® el libro La magia del orden. Herramientas para ordenar tu casa¡ ?y tu vida! (Ed. Aguilar), que alcanz¨® el n¨²mero uno en la lista de best sellers de The New York Times. Desde entonces, su ¨¦xito se ha traducido en la publicaci¨®n de tres libros m¨¢s de nombre casi id¨¦ntico ¨CLa felicidad despu¨¦s del orden o La magia del d¨ªa a d¨ªa (Aguilar)-, un programa en Netflix (?A ordenar con Marie Kondo!), una web con contenidos digitales y una fortuna valorada en torno a los 8 millones de d¨®lares. Si son tantos los hogares ordenados bajo el m¨¦todo Konmari como ejemplares vendidos de sus libros, aproximadamente cinco millones de casas de m¨¢s de 30 pa¨ªses han sido exhaustivamente organizadas seg¨²n su ritual: ?este objeto te produce alegr¨ªa? Si no es el caso, deshazte de ¨¦l. Pero antes desp¨ªdelo agradeciendo sus servicios.
Kondo repite su mantra: ¡°Ordena tu espacio, transforma tu vida¡±. Una promesa que ha calado bien en una sociedad de personas cada vez m¨¢s abrumadas por el hiperconsumo, que vive en espacios peque?os que no les pertenecen, y que anda en busca de certezas ante la situaci¨®n de incertidumbre econ¨®mica, pol¨ªtica y clim¨¢tica. Sus estanter¨ªas medio vac¨ªas, perfectamente colocadas y dobladas seg¨²n su t¨¦cnica de minimizar las prendas dej¨¢ndolas a la vista y ordenadas por color comulgan e influencian la est¨¦tica de Instagram o Pinterest. Plataformas en las que la locura #minimalista y la fijaci¨®n por la organizaci¨®n, por desintoxicarse y liberarse de lo que sobra y genera cargas mentales, prolifera de la mano de organizadores profesionales, fan¨¢ticos del porn organization (porno de la organizaci¨®n), seguidores del movimiento Inbox Zero (vaciar la bandeja de entrada de tu e-mail al final de cada jornada) o planificadores ac¨¦rrimos del batch cooking (cocinar un d¨ªa para comer toda la semana).
Pero una vez que hemos vaciado nuestras casas de todo lo innecesario, Marie Kondo quiere volver a llenarlas. A finales de 2019, la japonesa lanzaba su tienda online. Un surtido de productos a precios elevados y de dudosa utilidad que se sumaron a la anterior controversia de sus cajas organizadoras a 89 d¨®lares: ?de verdad una botella de agua purificadora a 100 euros conseguir¨¢ traer alegr¨ªa a mi vida? Aunque su carta de presentaci¨®n deja claro que lo suyo es ordenar, la promesa impl¨ªcita en ese ¡°transforma tu vida¡± tiene que ver con que Kondo quiere vendernos algo m¨¢s. El mensaje que nos hace llegar es: la f¨®rmula secreta para una vida mejor podr¨ªa estar en algo tan sencillo como ordenar tu casa.
Amontonar todas las pertenencias para hacerse una idea de su magnitud, separarlas por categor¨ªas, abordar cada una de ellas dejando los objetos sentimentales para el final y as¨ª hasta ocho pasos con los que afrontar la limpieza y el cambio. Un ritual, una f¨®rmula fija que parece apta para pr¨¢cticamente cualquiera con la que, tanto a trav¨¦s del libro como del reality show, los participantes sometidos a la organizaci¨®n de la gur¨² afrontan alg¨²n tipo de cambio vital relevante o alguna situaci¨®n que requiere de un extra de ayuda para ser abordada con m¨¢s atino, como irse a vivir en pareja.
¡°En esta aparente sencillez reside parte de su ¨¦xito¡±, explica a S Moda Edgar Cabanas, psic¨®logo y coautor junto a la soci¨®loga Eva Illouz de Happycracia: C¨®mo la ciencia y la industria de la felicidad controlan nuestras vidas (Ed. Paid¨®s). ¡°Te ofrezco una serie de recetas f¨¢ciles de seguir y entender y no te va a hacer falta cambiar nada m¨¢s en tu vida que t¨² mismo, una cuesti¨®n de actitud que aqu¨ª viene acompa?ada de una peque?a tarea: ordenar la casa. No hay que hacer cambios profundos vitales y luego, adem¨¢s, puedes vender lo que no quieres en Wallapop, te viene incluso bien¡±. Pero, se?ala el psic¨®logo, ¡°son cambios aparentemente grandes. Te prometen felicidad al ordenar tu casa. Dos ideas entre las que hay un abismo y no deja de ser sorprendente que algo tan sencillo pueda ofrecerte algo tan grande. Pseudofilosof¨ªas que no solo proponen el minimalismo, sino que son minimalistas en s¨ª mismas¡±. Un mensaje tentador que, como se?ala Cabanas, est¨¢ presente mucho m¨¢s all¨¢ de Marie Kondo: ¡°Tendemos a buscar y a darle mucha importancia a estos trucos, recetas y gu¨ªas, como si hubiese una t¨¦cnica fija para garantizar las cosas. Aparecen nuevas f¨®rmulas como estas cada d¨ªa¡±.
Una idea parecida a la que la cr¨ªtica cultural Amanda Hess expon¨ªa este verano en su art¨ªculo El nuevo consumismo espiritual, publicado en The New York Times. Partiendo del ejemplo del reality Queer Eye (Netflix), donde los participantes tambi¨¦n se enfrentan a un momento vital complejo y son rescatados por cinco expertos (Fab Five) que le someter¨¢n en cuesti¨®n de una semana a una serie de transformaciones f¨ªsicas, de cuidados, de estilo y redecorar¨¢n su casa como v¨ªa para un resurgir definitivo. El catalizador aqu¨ª son de nuevo esos que rituales de belleza y organizaci¨®n que los protagonistas deber¨¢n mantener en el tiempo. ¡°El programa curar¨ªa a la naci¨®n misma a trav¨¦s del poder de las cosas¡±, escribe Hess. Se?alando, como Cabanas, que se centra la responsabilidad de ese cambio exclusivamente en los sujetos, ¡°hace impl¨ªcito el hecho de que estas personas han tenido estas carencias por alguna suerte de fallo personal¡±, por sus inseguridades o falta de habilidades y no por su situaci¨®n socioecon¨®mica. ¡°La conversi¨®n espiritual del espect¨¢culo ocurre cuando el sujeto promete un compromiso personal para mantener un nuevo estilo de vida en el futuro¡±. Y este pasa por comprar estos art¨ªculos de lujo que prometen hacerlo todo m¨¢s simple.
Kondo y otros gur¨²s de la simplicidad, como Joshua Fields y Ryan Nicodemus (The Minimalists),?son sin embargo percibidos por parte del p¨²blico como adalides del anti consumo. Cuentan en sus charlas (a un precio de entre 25 y 85 d¨®lares The Minimalist) y en cursos (a m¨¢s de 2.000 la certificaci¨®n especialista Konmari) c¨®mo se han reinventado deshaci¨¦ndose de su vida anterior y de los objetos que la compon¨ªan -v¨¦ase en la web de Marie Kondo el v¨ªdeo de la gur¨² despidi¨¦ndose de sus fotos antiguas con un ritual de agradecimiento y sal-.
Cuando tras el estreno de ?A ordenar con Marie Kondo! las donaciones en tiendas de caridad de Estados Unidos aumentaron en un 60%, el gesto se asumi¨® como un importante clic social: no necesitamos tanto. Pero como planteaba Alexandra Spring en el art¨ªculo ?Sabes qu¨¦ nos har¨ªa felices realmente, Marie Kondo? Comprar menos cosas, publicado originalmente en The Guardian, las im¨¢genes del reality con casas plagadas de bolsas de basura llenas que, de un plumazo, desaparecer¨¢n, no revelan que su destino final no tiene que ver con la reutilizaci¨®n ni el reciclaje, sino que es muy probablemente un vertedero. No todo lo que llega a estas es susceptible de ser vendido e invierten millones cada a?o en deshacerse de basura. El modelo que promueven por tanto, apunta Spring, es en realidad el mismo del consumismo acelerado basado en usar y tirar.?Una vez que que este objeto no me hace feliz, me deshago de ¨¦l. Y si me arrepiento, siempre puedo volver a comprar otro, con un dise?o m¨¢s depurado y aparente sencillez, que -ahora, s¨ª- me aporte la felicidad prometida.
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