Dibujos con rotulador y bordados a mano: el furor por las marcas que hacen de sus prendas aut¨¦nticas obras de arte
Algunas colaboran con artesanos en colecciones concretas y otras est¨¢n capitaneadas por artistas ajenos a la moda que utilizan la ropa como soporte de su creatividad. Todas triunfan amparadas por el creciente inter¨¦s en prendas ¨²nicas, especiales y exclusivas.
¡°Comprar una prenda especial que sea algo m¨¢s que solo ropa¡±. Siguiendo sus propios deseos como consumidora Mar¨ªa de Miguel, fundadora de la firma espa?ola EMES, decidi¨® lanzar hace unos meses una chaqueta de punto de edici¨®n limitada bordada por Raquel Ezquerro, artesana que ha trabajado para firmas como Delpozo. El dise?o, un sencillo c¨¢rdigan repleto de ochos imitando los de una chaqueta que la propia Mar¨ªa hab¨ªa heredado de su abuela, se convert¨ªa as¨ª en una peque?a obra de arte. ¡°Nos inspiramos en l¨¢minas antiguas de bot¨¢nica para crear una pieza especial para usar y guardar con cari?o durante a?os. Una prenda que las futuras nietas pudieran ver como ¡®la chaqueta bonita de la abuela¡¯ igual que me ocurre a m¨ª con la m¨ªa¡±, cuenta la dise?adora. La acogida fue mejor de lo que esperaba: agotaron la primera producci¨®n en menos de una semana e hicieron varias reposiciones preorder (por encargo). ¡°A¨²n a d¨ªa de hoy nos siguen preguntando por ella y este oto?o volver¨¢ a estar disponible¡±, explica De Miguel.
Esa idea, la de trascender la funci¨®n utilitaria de la ropa para convertirla en un objeto de colecci¨®n, en peque?as piezas art¨ªsticas que en lugar de decorar una pared embellezcan el propio cuerpo, est¨¢ inspirando a muchas otras marcas. Es el caso de la tambi¨¦n espa?ola Datta, firma reconocible por sus pijamas y prendas atemporales siempre de color blanco. A sus fundadoras, Ingrid Pratmars¨® y Ana Torner, se les ocurri¨® poner sus camisas en manos de las ilustradoras y artistas Marina Siero y Krystel C¨¢rdenas para que hicieran de ese ¡°lienzo en blanco¡± soporte para su arte. ¡°El proceso fue m¨¢s emocionante que la noche de Reyes. Cuando vimos las piezas por primera vez nos emocionamos mucho. No por las prendas en s¨ª, que tambi¨¦n, sino por la energ¨ªa tan bonita que creamos entre Datta, Marina y Kystel¡±, confiesan. Interesadas en crear una red de mujeres que comparten referentes, valores y gusto, la microcolecci¨®n de Datta refuerza ese concepto de que la moda, a veces, puede ser arte. ¡°Son piezas muy poco convencionales, muy de capricho¡±. Otras etiquetas nacionales como La Casita de Wendy siguen la misma estela en colecciones c¨¢psula confeccionadas por encargo.
Si bien el inter¨¦s por las prendas hechas y/o customizadas a mano ya ven¨ªa creciendo desde antes de la pandemia, el nuevo escenario a¨²n est¨¢ fomentando m¨¢s el inter¨¦s por la ropa que refuerza el sentimiento de artesan¨ªa, respeto al medio ambiente o individualidad. As¨ª, en un momento en el que una camisa de Bode creada a base de retales antiguos es m¨¢s codiciada que un bolso repleto de logos para seg¨²n qu¨¦ consumidores, cada vez son m¨¢s las marcas que prueban a unir fuerzas con artistas y artesanos o, incluso, son esos mismos artistas quienes se atreven a probar suerte pintando tejidos en lugar de lienzos. Es el caso de Juliet Johnstone, una pintora de Los ?ngeles que, sin formaci¨®n en moda, ha logrado que iconos de estilo como Bella Hadid, Dua Lipa o Kendall Jenner suspiren por sus pantalones repletos de flores y mariposas pintadas a mano.
Todo empez¨® cuando la gente la paraba por la calle para preguntarle por los petos de Carhartt y los pantalones Dickies personalizados por ella misma que sol¨ªa ponerse para trabajar. Durante la pandemia empez¨® a publicar algunas de esas creaciones en su cuenta de Instagram y un d¨ªa la modelo Bella Hadid le dio like. El resto es historia. Johnstone le hizo llegar unos pantalones pintados a mano, Hadid se fotografi¨® luci¨¦ndolos en su cuenta de Instagram y, desde entonces, hay codazos ¨Cdigitales, ya que solo vende online¨C para hacerse con uno de los drops o colecciones limitadas que lanza semanalmente. ?Nunca pens¨¦ que ser¨ªa dise?adora y a¨²n estoy aprendiendo c¨®mo serlo?, explica a S Moda por correo electr¨®nico. ?Creo que en un mundo lleno de moda r¨¢pida, las piezas de calidad, sostenibles y 1/1 [es decir, solo se produce un modelo de cada dise?o y no hay dos iguales] toman protagonismo. Por ejemplo, mis pantalones personalizados permiten que los clientes colaboren conmigo eligiendo qu¨¦ colores y elementos les gustan m¨¢s y a partir de ah¨ª trabajo en el dise?o?, cuenta sobre unas creaciones ?siempre alegres? que lo mismo se inspiran en una visita a la florister¨ªa que en el cartel de un concierto de los a?os setenta.
Del mismo modo que su creciente ¨¦xito en Instagram la ha llevado a colaborar con la marca Reese Cooper pintando varias prendas para su desfile, tambi¨¦n Small Talk Studio recibi¨® un d¨ªa un encargo del director creativo de Off-White y la divisi¨®n masculina de Louis Vuitton, Virgil Abloh. Esta marca neoyorquina capitaneada por el artista Nicholas Williams tambi¨¦n bebe de la est¨¦tica DIY (hazlo t¨² mismo, por sus siglas en ingl¨¦s) para crear piezas ¨²nicas a base de bordados, parches y patchwork. Palabras y frases escritas a mano conviven con productos de gran consumo, flores, animales y cualquier objeto cotidiano imaginable. Introducido por su abuela en el arte de bordar hace cuatro a?os, el joven ha logrado llamar la atenci¨®n de numerosas publicaciones al utilizar la ropa como soporte de su creatividad. ?Al principio solo aceptaba encargos de amigos y conocidos y bordaba todas las prendas. Despu¨¦s empec¨¦ tambi¨¦n a pintar directamente sobre la tela con rotulador y me di cuenta de que mis dise?os eran una forma de conectar con la gente, de no sentirme tan solo en el proceso de creaci¨®n art¨ªstica?, explica Williams a esta revista.
A d¨ªa de hoy, ¨¦l y su socio, Phil Ayers, se reparten el trabajo planteando cada prenda como un collage que se va completando a partir de una imagen principal. ?Cada una lleva entre uno y cinco d¨ªas de producci¨®n y solemos trabajar en tres o cuatro piezas a la vez?, explica. Aceptan encargos personalizados cada tres o cuatro meses¨Cel cliente puede enviarles im¨¢genes o listas de objetos representativas e importantes para ¨¦l¨C y tambi¨¦n buscan inspiraci¨®n en tiendas de antig¨¹edades, libros de bot¨¢nica, carteles antiguos, supermercados o eBay. ?Una de las cosas que m¨¢s me gusta del proceso es que dibujar objetos que encontramos en eBay o en una tienda de segunda mano satisface la necesidad de comprar esos art¨ªculos, que es lo que hubiera hecho antes?, asegura.
A pesar de que las marcas citadas en este reportaje son muy distintas en cuanto a est¨¦tica, referentes, t¨¦cnicas y ADN ¨Calgunas est¨¢n fundadas por artistas, mientras que otras colaboran puntualmente con ellos¨C, todas comparten el inter¨¦s por la ropa como soporte art¨ªstico, la moda entendida desde la exclusividad y la compra meditada como respuesta a la producci¨®n masiva. ?Creo que cada vez la gente est¨¢ m¨¢s dispuesta a ahorrar un poco de dinero para comprar algo especial de vez en cuando en lugar de gastarlo comprando constantemente ropa barata. Mi esperanza es que aunque esta tendencia se desvanezca con el tiempo, las piezas que la gente nos ha comprado permanezcan como algo coleccionable y ¨²nico?, afirma el fundador de Small Talk Studio.
Al ser preguntadas sobre si creen que este tipo de dise?os marcar¨¢n el porvenir de la industria, desde Datta responden que ?ignoran el futuro de la moda y, en cierto modo, un poco igual s¨ª nos da. Por suerte o desgracia, todos vamos a tener que cubrir nuestra piel de un modo u otro en los pr¨®ximos a?os, y lo importante es ser consiente de con qu¨¦?. Para EMES, que ya prepara futuras colaboraciones de corte art¨ªstico, ?el objetivo no es hacer ¨²nicamente prendas bellas, sino que est¨¦n hechas de una forma bella, utilizando t¨¦cnicas artesanales y cuidando el medio ambiente. Las colaboraciones entre diferentes artistas enriquecen el producto y terminan creando una pieza exclusiva y ¨²nica?.
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