Marie Kondo: 8 consejos de la gur¨² del orden para enfrentarse al caos
Vaciar los armarios del todo antes de empezar, implicar en la organizaci¨®n de la casa a la familia al completo y dejar los objetos con valor sentimental para el final, son algunos de sus mandamientos
Poner orden en nuestras vidas es uno de los prop¨®sitos m¨¢s habituales del A?o Nuevo. En la nueva serie de Netflix ?A ordenar, con Marie Kondo! adquiere un sentido literal: en este reality show, la gur¨² japonesa presta su ayuda a personas que afrontan un cambio vital y quieren que su casa les acompa?e en el proceso. Tener un beb¨¦ o superar un duelo son buenos momentos para invocar a Kondo, que pone en pr¨¢ctica los consejos de sus s¨²perventas La magia del orden y La felicidad despu¨¦s del orden (Aguilar). Marie Kondo llega a sus hogares a bordo de un Dodge negro, se encuentre lo que se encuentre al abrir los armarios nunca pierde la sonrisa asi¨¢tica y, traductora mediante, sugiere cambios, m¨¢s que los ordena. Estos son los mandamientos que se desprenden de la primera temporada.
1. Para que nazca un nuevo orden, hay que esparcir el caos
Vaciar los armarios roperos y apilar sobre la cama todo su contenido. Luego coger prenda por prenda, sostenerla entre las manos y guardar de nuevo s¨®lo lo que te haga realmente feliz, con el famoso doblado vertical que permite ahorrar espacio y tenerlo todo a la vista. El m¨¦todo Konmari no es para cobardes y suele empezar con sus adeptos hiperventilando ante la monta?a de sus pertenencias. El orden no se gana caj¨®n a caj¨®n, seg¨²n la japonesa es muy importante ver todo lo que se tiene y ser consciente de la magnitud de la empresa. De la misma manera se arreglan otros espacios como la biblioteca: se sacan todos los libros y se valora uno por uno si vale la pena conservarlos. El ritual con ellos, en vez de cogerlos, es darle unos toquecitos con los nudillos en las tapas para ¡®despertarlos¡¯. ?Reorganizar la casa de una tacada es inspirador pero tambi¨¦n puede provocar bloqueos?, admite Kondo en uno de los cap¨ªtulos. En caso de notar que nos vence el agobio, recomienda ?purificar el espacio?. A veces basta con abrir las ventanas, pero si no velas, incienso, sprays perfumados o sonidos vibrantes son otros recursos para coger fuerzas.
2. Amar¨¢s tus objetos, incluso los que vayas a tirar a la basura
?Expresar agradecimiento hacia esa camisa que no te has puesto es importante porque te ense?a que no te gusta llevar camisas as¨ª?, reflexiona Marie Kondo. Aunque anime a sus clientes a deshacerse de la mitad de su armario, tambi¨¦n cultiva una relaci¨®n con los objetos digna de Toy Story. Doblar es importante, sostiene, porque trasmites amor a tus ropas desde las palmas de las manos. No es ninguna paradoja: es com¨²n que las personas sientan culpabilidad al tirar sus cosas aunque ya no las utilicen; si antes de hacerlo cumplen con el ritual de expresarles gratitud, este sentimiento se reduce, argumenta Kondo. Un sentido parecido al de presentarse a las casas que organiza, como se la ve hacer al principio de cada cap¨ªtulo: antes de empezar, la japonesa se sienta en el suelo en la postura de la roca, se alisa la falda y con los ojos cerrados guarda unos minutos de silencio ante los admirados propietarios. De paso, estos se relajan ante la perspectiva de dejar a una extra?a hurgar en sus armarios, al ver lo en serio que se toma su trabajo.
3. Ordenar¨¢s con dolor
Aunque la meta sea vivir m¨¢s feliz en un entorno m¨¢s agradable, eso no significa que el camino del orden no tenga espinas. Para hacer espacio a ese primer hijo que est¨¢ a punto de llegar, uno de los protagonistas, coleccionista de deportivas desde su adolescencia, se ve forzado a dejar sus 160 pares de zapatillas en 45. No contenta con eso, Marie Kondo se dirige hacia el hogar de una pareja de escritores gays. A uno le conmina a reducir los papeles que guarda, incluidas sus obras de infancia y juventud. Como siempre, el mandato es acabar con los cajones de sastre: hay que sacar los papeles de los sobres, tirar todo lo que se pueda y clasificarlos en las categor¨ªas de pendientes, importantes y miscel¨¢nea. El otro debe esquilmar su biblioteca, ?un reflejo de los pensamientos y valores de cada cu¨¢l?. Orden¨¢ndola, cree la japonesa, ?ver¨¢s cu¨¢les son tus ideales en ese momento?. Qu¨¦ sucede si los ideales vuelven a cambiar y echas de menos alguno de tus antiguos v¨®lumenes es algo que queda en el aire¡
4. Empezar¨¢s por lo m¨¢s f¨¢cil
Los objetos a los que te aferras hablan de ti. Por algo una azafata de vuelo, orgullosa su armario, rompe a llorar ante la perspectiva de desprenderse de su prenda m¨¢s antigua, un vestido que le regal¨® su abuela, ya fallecida, aunque la talla que gastaba en su adolescencia ya no le sirva. ¡°El proceso no trata de obligarte a quitar cosas, sino de confirmar tus sentimientos hacia cada una de tus posesiones¡±, le aclara Marie. Es dif¨ªcil tirar aquellas cosas que te encantaban o en el pasado te hicieron muy feliz, aunque ya no tengan ninguna utilidad. Por eso el m¨¦todo Konmari prescribe empezar por lo que tengas claro ¨Ctus prendas fetiche o lo que te pongas m¨¢s¨C y acabar con aquello genere dudas o se haga cuesta arriba.
5. Dejar¨¢s los objetos con valor sentimental para el final
Los objetos con valor sentimenal siempre van en ¨²ltimo lugar porque, de no hacerlo as¨ª, es muy posible que frenen el proceso de orden integral de la casa. Queda reflejado en el episodio Una chispa de alegr¨ªa en medio del dolor: una viuda decide que, nueve meses despu¨¦s del fallecimiento de su esposo, es hora de deshacerse de la mayor¨ªa de sus pertenencias. ¡°Mi cabeza la ocupan 40 a?os de recuerdos¡±, reflexiona la mujer mientras se pone manos a la obra. En su caso, Marie Kondo le concede la licencia de ordenar el armario de su esposo cuando ella siente que est¨¢ preparada, que no es al final. Tampoco es necesario tirar a la basura todo lo que guardamos por motivos sentimentales. La japonesa recomienda crear una ¡°caja del tesoro¡± y decorarla nosotros mismos para guardar aquellas cosas que, por in¨²tiles que sean, nuestro coraz¨®n se resiste a perder de vista.
6. La familia que ordena unida permanece unida
?Ordenar juntos es una manera de que las parejas vean si comparten los mismos valores y la importancia de trabajar juntos?, pontifica Kondo en el cap¨ªtulo La llegada de un beb¨¦. Sucede que a menudo se constata que no: ni las ansias de orden son las mismas, ni siquiera el concepto. El apego hacia lo material var¨ªa de un individuo a otro. Aunque a veces se masque el conflicto, el kondonismo siempre sale victorioso. Y consigue incluso que una familia de artistas con hijos preadolescentes entienda que la armon¨ªa del hogar no puede recaer solo en la madre que, en medio del caos, localiza lo que le van pidiendo cada uno de los miembros porque es la ¨²nica que sabe d¨®nde est¨¢. Para que el orden se mantenga, todos, incluso los m¨¢s peque?os, deben implicarse en alguna tarea dom¨¦stica. Por ejemplo, Marie Kondo dobla la ropa con sus hijas antes de dormir y asegura que tiene un efecto relajante parecido a leerles un cuento. Tambi¨¦n es importante que cada cu¨¢l se responsabilice de su espacio. En caso de que no haya alternativa a compartir armario, lo m¨¢s recomendable es dividirlo: la parte de arriba para el m¨¢s alto, por ejemplo. De esta forma se evitan conflictos y se acota la responsabilidad de cada cual.
7. No esconder¨¢s lo que no sabes d¨®nde guardar y compartimentar¨¢s en cajas
Uno de los objetivos del m¨¦todo Konmari es acabar para siempre con aquello de ?ojos que no ven, coraz¨®n que no siente?. No vale ir acumulando ¡®morralla¡¯ en un caj¨®n y cerrarlo con llave. Esto es sobre todo v¨¢lido para espacios con profusi¨®n de utensilios u objetos peque?os, una categor¨ªa miscel¨¢nea que Marie Kondo denomina ?komono? y que englobar¨ªa todo lo que no sea ropa, libros, papeles ni objetos con valor sentimental. Por ejemplo, la cocina, donde el consejo general es dejar la encimera lo m¨¢s despejada posible y organizar los armarios colocando lo que m¨¢s se utiliza (platos, vasos y tazas) en los niveles inferiores, m¨¢s accesibles. Los estantes superiores se reservan para aquello que no tiene un uso diario, como la vajilla para invitados o los platos decorativos. En cuanto a los cajones, lo ideal es organizarlos en cajas compartimentadas que distribuyan los cubiertos y herramientas. Un m¨¦todo que tambi¨¦n vale para el lavabo, donde primero hay que sacarlo todo y ver exactamente qu¨¦ se puede deshechar, como medicamentos caducados. Las cajas con compartimentos ayudan a separar por categor¨ªas y saber donde encontrar cada cosa sin esfuerzo.
8. Ordenar no te cambiar¨¢ la vida, pero puede que lo necesites en momentos de cambio vital
?Lo que no me hace feliz es doblar la ropa si te soy sincera?, confiesa una sobrepasada madre de dos ni?os ante el desbarajuste de su armario. Sin embargo, muchos de los protagonistas de la serie ?A ordenar con Marie Kondo! coinciden en ?el efecto terap¨¦utico? de poner la casa patas arriba, hacer criba de lo que se tiene y volver a colocarlo. Una tarea que todos emprenden en momentos de cambio vital, como puede ser irte a vivir con tu pareja o reconquistar tu propia casa una vez el nido se ha quedado vac¨ªo. ?Al ordenar se puede limpiar el dolor del pasado y ver el futuro de una forma m¨¢s positiva?, asegura Marie Kondo: solo el hecho de evaluar qu¨¦ has ido acumulando a lo largo de los a?os por inercia y qu¨¦ quieres conservar ya es un ejercicio de balance y voluntad de cambio. Ordenar no transforma la vida de nadie, pero acompa?a si el proceso ya est¨¢ en marcha.
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