Jon Kortajarena: ¡°Soy un ecologista imperfecto. Hago lo que puedo. Claro que a veces lo hago mal, pero peor es no hacer nada¡±

Jon Kortajarena (Bilbao, 38 a?os) repite varias veces durante esta conversaci¨®n ¡°no tenemos tiempo¡±. Se refiere a 2030, el momento que ha fijado la ONU para que las consecuencias del cambio clim¨¢tico sean irreversibles. ¡°De verdad, hay peque?os gestos, que no cuestan nada pero pueden ayudar a cambiar mucho las cosas¡±, afirma. Los m¨¢s de tres millones de seguidores del modelo y actor est¨¢n m¨¢s que acostumbrados a verle recoger pl¨¢sticos en playas del Pa¨ªs Vasco, portar pancartas en acciones de Greenpeace o viajar a Vanuatu, un archipi¨¦lago cerca de Australia ¡°del que ya ha tenido que huir gente. Son refugiados clim¨¢ticos. Y es algo que en poco tiempo va a ser com¨²n si no intentamos aportar soluciones¡±, cuenta. Est¨¢ m¨¢s que acostumbrado a recibir cr¨ªticas, ¡°y s¨¦ que podr¨ªa subir a las redes cosas m¨¢s bonitas o m¨¢s amables, pero me siento responsable porque tengo un altavoz y, de verdad, lo hago de coraz¨®n. El resto me da igual¡±.

Empez¨® a comprometerse con la causa clim¨¢tica hace m¨¢s de 10 a?os. ¡°Fue a trav¨¦s de mi t¨ªa. Ella trabaja en un supermercado local; empezaron a darse cuenta de la cantidad de residuos que generaban y decidieron poner en marcha peque?as acciones, como vender los productos a granel o reciclar envases¡±, rememora. ¡°Poco a poco empec¨¦ tambi¨¦n a reciclar o a pensar muy bien qu¨¦ compraba y qu¨¦ no¡±. Durante ese tiempo se involucr¨® como voluntario de la fundaci¨®n de Al Gore, The Climate Reality Project, con quienes viaj¨® a zonas afectadas por el cambio clim¨¢tico y en 2019 recibi¨® un galard¨®n de la misma entidad por su labor como activista, ¡°aunque no me considero tal. Tampoco soy ning¨²n experto, pero he viajado a sitios donde han ocurrido desastres naturales y he visto los efectos del calentamiento global aunque, en realidad, los estamos viendo cada d¨ªa. Simplemente escucho a los que saben, activistas y cient¨ªficos. Los datos est¨¢n ah¨ª y es incre¨ªble que mucha gente mire para otro lado¡±.

Kortajarena practica lo que denomina como ¡°ecologismo imperfecto¡±: ¡°O sea, hago lo que puedo. Claro que a veces lo hago mal, pero peor es no hacer nada. Por ejemplo, por mi trabajo cojo muchos aviones, qu¨¦ le voy a hacer, pero si trabajo dentro de Espa?a siempre pido ir en tren¡±, opina. ¡°Y eso se extiende a cualquier peque?o gesto. S¨¦ que mucha gente no siempre puede consumir de forma completamente sostenible, pero siempre hay peque?as decisiones que, si son colectivas, ayudan. Que cada uno haga lo que pueda en la medida de sus posibilidades¡±. Hace tiempo que ¨¦l mismo, y pese a trabajar en moda, empez¨® a consumir menos: ¡°Nos han educado en el consumo, incluso en que sale m¨¢s rentable tirar la ropa que repararla, lo mismo que con los tel¨¦fonos o algunas m¨¢quinas. Lo que muchos no saben, por ejemplo, es que desde el a?o pasado hay leyes en Espa?a que obligan al fabricante a reparar las cosas hasta 10 a?os despu¨¦s de haberlas comprado, o al menos a proporcionar piezas para la reparaci¨®n. No se sabe porque a los fabricantes no les interesa¡±. Es consciente de que ¡°los gobiernos tienen que actuar¡±. ?l mismo envi¨® hace cuatro a?os una carta a Pedro S¨¢nchez expresando su preocupaci¨®n, a la que el presidente del Gobierno contest¨® diciendo que compart¨ªa esa misma preocupaci¨®n, ¡°y es cierto que este a?o se van a poner en marcha algunas leyes clave, como la que obliga a las empresas a encargarse de la gesti¨®n ecol¨®gica de su propia mercanc¨ªa sobrante. Pero hace falta m¨¢s. Hace falta informaci¨®n, sobre todo. A la gente se le ense?a a consumir, pero muchos no saben qu¨¦ ocurre cuando consumen desenfrenadamente ni c¨®mo est¨¢n hechas algunas cosas. El otro d¨ªa me hablaron de la ultra fast fashion y se me pusieron los pelos de punta¡±, comenta.

La lucha de Jon Kortajarena contra la dictadura de lo nuevo le ha llevado ahora a convertirse en embajador de Wallapop, la plataforma de reventa m¨¢s importante de Espa?a. ?l mismo se ha involucrado con la agencia creativa para aportar la idea de la campa?a. ¡°Pensamos que apelar a lo personal era la forma correcta de concienciar¡±, explica. Decidieron finalmente mostrar v¨ªdeos caseros de su infancia y otros que conservaba en el tel¨¦fono de sus viajes de trabajo, ¡°y yo aparezco al final, porque la idea es que puede ser la infancia de cualquiera. Todos nacemos en una cama que han usado otros, cuando vamos a restaurantes comemos con cubiertos que han usado otros, vivimos en casas donde ya han vivido otros, dormimos en hoteles con s¨¢banas que han utilizado otros... ?Por qu¨¦ no vamos a usar las prendas que han usado otros? Yo suelo comprar segunda mano y adem¨¢s de encontrar cosas incre¨ªbles, si las prendas han llegado en perfecto estado hasta aqu¨ª, es porque son de buena calidad¡±, dice, y confiesa que es una de las pocas veces en que presta su rostro a una campa?a ¡°de algo que realmente se necesita¡±.

Seg¨²n el Hot or Cool Institute, dedicado a medir el impacto del consumo de moda en la sociedad, deber¨ªamos comprar solo cinco prendas nuevas al a?o: ¡°No se trata de no comprar, sino de saber lo que se est¨¢ comprando. Si fu¨¦ramos muchos los que nos pens¨¢ramos dos veces qu¨¦ y c¨®mo compramos, las empresas tendr¨ªan que cambiar la forma de hacer las cosas¡±.