De Oviedo al mundo: c¨®mo Celia B despacha sus coloridos vestidos a 41 pa¨ªses, desde su sede asturiana
Celia Bernardo se estableci¨® durante la pandemia en su Oviedo natal para capitanear una marca de ropa independiente, cuando en este tipo de firmas batallaban por su supervivencia. Esta es la historia de c¨®mo su marca consigui¨® crecer a buen ritmo y de manera org¨¢nica, sin que ella renunciara a vivir en una ciudad de provincias
En un panorama en el que las marcas independientes batallan por la supervivencia, Celia Bernardo (Oviedo, 44 a?os) ha conseguido establecer la suya, Celia B, en varios cap¨ªtulos. El primero desde Shangh¨¢i, donde la concibi¨®, hizo crecer y donde sigue produciendo muchas de sus prendas, y un segundo desde su Oviedo natal, donde se estableci¨® en plena pandemia. Ahora prepara el pr¨®ximo episodio mientras presenta su colaboraci¨®n con la emblem¨¢tica Zandra Rhodes, una colecci¨®n c¨¢psula con los estampados de la brit¨¢nica.
La trayectoria de Bernardo dar¨ªa para escribir un libro: estudi¨® Publicidad y m¨¢s tarde comunicaci¨®n de moda en Mil¨¢n, pero se estren¨® dise?ando en las playas de Ibiza. ¡°Fue el verano de antes de terminar la carrera¡±, recuerda desde su oficina, en una videollamada. ¡°Me fui a la isla con mi amiga y, como no ten¨ªamos ni un duro, se nos ocurri¨® hacer pendientes. Yo los dise?aba y ella los replicaba y los vend¨ªa, porque se le daban mejor las relaciones p¨²blicas. Al principio no me sal¨ªa ninguna idea, pero hice algunos modelos y empezaron a gustar. Cuando en el avi¨®n de vuelta me cruc¨¦ con una mujer que los llevaba, pens¨¦ que igual ese era un camino para m¨ª¡±.
Quiz¨¢ lo que m¨¢s anima una venta de Celia B. hoy es la comunidad, sentirse como parte de un mundo de fantas¨ªa.
El gusanillo ya estaba instalado, as¨ª que, aunque empez¨® a trabajar en una agencia de publicidad, cuando pudo dio el salto al dise?o. ¡°El primer trabajo que tuve en moda fue en Pepe Jeans. Cuando hice la entrevista les llev¨¦ un book de lo m¨¢s variopinto: con fotos que hab¨ªa hecho de mis amigas, pendientes, estilismos, anuncios para la agencia, mis dibujos¡ Pens¨¦ que si estaban buscando a alguien con formaci¨®n, no ten¨ªa nada que hacer, pero si buscaban creatividad, igual les resultaba interesante¡±. As¨ª fue. All¨ª se familiariz¨® con los entramados de una compa?¨ªa de moda, con las fichas t¨¦cnicas, con la producci¨®n, los glosarios¡ Tambi¨¦n se top¨® con Zandra Rhodes por primera vez: ¡°La jefa de dise?o siempre tra¨ªa un mont¨®n de libros para inspirarnos y un d¨ªa vino con uno de ella¡±. En su paso por Inditex se empap¨® de todo el ciclo en una gran empresa: ¡°Aprend¨ª much¨ªsimo, pero a pasos agigantados. A dise?ar las colecciones sola, a presentarlas, a analizar las ventas todas las semanas¡¡±. Tambi¨¦n supo entonces los usos y costumbres que no querr¨ªa replicar en una hipot¨¦tica marca propia: ¡°Una de las cosas que m¨¢s me cansaron de estar trabajando para la moda r¨¢pida era el que todas las semanas hubiera nuevas colecciones. La clave para decidirme a lanzar un negocio fue poder decidir yo qu¨¦ y cu¨¢ndo producir¡±.
En China aterriz¨® de la mano de una compa?¨ªa local, Asobio, que quer¨ªa replicar el fen¨®meno de Zara. ¡°Al principio quer¨ªan enfocarla al mercado europeo, pero pronto se dieron cuenta de que no lo necesitaban porque ten¨ªan un mercado dom¨¦stico que estaba creciendo a pasos agigantados¡±. Bernardo tambi¨¦n lleg¨® a esa conclusi¨®n y as¨ª naci¨® Celia B., aprovechando la vibrante escena creativa de Shangh¨¢i hace 12 a?os. ¡°Hab¨ªa muchas iniciativas de apoyo. Se apostaba por cualquier marca que, aunque no fuera conocida, tuviera un dise?o distinto¡±, algo en lo que su firma destaca desde el principio, con sello propio muy marcado, a base de prendas intensamente estampadas y coloridas.
El crecimiento fue org¨¢nico desde el principio: ¡°Empec¨¦ a viajar a Tokio, a Par¨ªs y a Nueva York, para vender mi marca y a conseguir clientes de fuera. Hasta que vio mi colecci¨®n una compradora de Moda Operandi¡±. El portal de lujo que fund¨® Lauren Santo Domingo supuso la validaci¨®n definitiva y el ¨²ltimo empuj¨®n para abrirse a Estados Unidos, donde hoy vende en 240 puntos. En esas estaba Bernardo cuando la pandemia le pill¨® en su Oviedo natal, ciudad en la que ha vuelto a instalarse y en la que ha establecido la sede central de Celia B.
Pregunta. ?C¨®mo ha llevado estas ¨²ltimas temporadas que han estado entregadas al ¡®quiet luxury¡¯, tan alejado de sus propuestas?
Respuesta. Ha sido dif¨ªcil, porque lo ve¨ªas al presentar las colecciones para las grandes superficies, que son muy importantes en volumen, pero que no tienen piedad a la hora de decirte ¡®no, mira, es que ahora estamos poniendo todo nuestro presupuesto en marcas sin estampados y con formas como de los noventa y consideramos que las clientas que ya tienen un vestido estampado tuyo ya no van a comprar m¨¢s¡¯. Yo no lo creo, sigo demostrando que hay gente a la que le gusta vestirse con color, que las tendencias vienen y van, pero lo que he conseguido ha sido por mantenerme fiel a mi estilo.
P. Cuentan los due?os de firmas independientes como la suya que, llegado un momento de crecimiento, la industria de la moda tiene un techo imposible de rebasar sin ir de la mano de alg¨²n grande.
R. S¨ª y creo que estamos llegando ah¨ª. Hay muchas oportunidades, pero hay que hacer las cosas bien, con una estructura. Seguir 100% independientes ahora mismo ser¨ªa muy dif¨ªcil.
P. Vivimos en la era de Instagram, en la que es posible llegar a consumidores de todo el mundo, pero usted sigue tirando de los tradicionales showrooms [las oficinas que se encargan de promocionar y vender a distintas marcas en distintos mercados] en Londres, Nueva York o Australia.
R. Mi marca cambi¨® radicalmente cuando cog¨ª a un representante en Estados Unidos, que es una persona enamorada de la marca. Pero tiene que compaginarse con ir a ferias, es important¨ªsimo estar presente para poder transmitir la filosof¨ªa de la marca y tus dise?os.
P. Habl¨¢bamos del altavoz de las redes sociales, que dan a conocer, pero no son suficientes. ?Qu¨¦ hace que alguien hoy quiera comprar una de sus piezas?
R. ?Ojal¨¢ lo supi¨¦ramos! Creo que es una mezcla de muchas cosas y por eso es importante trabajarlo todo. Es importante trabajar con creadores de contenido en redes sociales, que sean tan heterog¨¦neos como lo son nuestras clientas; la prensa sigue siendo fundamental, porque te da credibilidad¡ pero quiz¨¢ lo que m¨¢s anime una venta de Celia B. hoy sea la comunidad, sentirse como parte de un mundo de fantas¨ªa. Al final no solo est¨¢s vendiendo ropa, sino una filosof¨ªa de vida, invitar a disfrutar con las prendas.
P. ?Dir¨ªa que ha alcanzado el equilibrio entre la parte de dise?o y la parte de negocio?
R. Creo que s¨ª, pero s¨¦ que tengo muchas cosas que mejorar. Como el hacer las colecciones no tan grandes, pero me cuesta mucho decidir, todos los dise?os salen de m¨ª y no s¨¦ descartar. Pero eso en t¨¦rminos de n¨²meros no es lo mejor, son muestrarios m¨¢s caros de hacer y de mover, de manejar despu¨¦s los stocks¡
P. Desde la pandemia dirige una firma global desde Oviedo, ?ha cambiado aquella necesidad de establecerse en Par¨ªs o Nueva York para triunfar?
R. Se vio mucho sobre todo desde la pandemia y hasta 2022, que pod¨ªas estar en cualquier parte del planeta y sacar adelante una marca. Pero hoy est¨¢n volviendo a cambiar un poco las cosas, puedes establecerte donde quieras, mira hoy esta entrevista, que la estamos haciendo por Zoom, pero tienes que desplazarte constantemente. Est¨¢ volviendo el trabajo de estar cara a cara para alcanzar sinergias.
Unidas por el estampado
Una sinergia importante es la que Celia B. ha establecido junto a la diseñadora textil Zandra Rhodes: “Siempre ha sido una de las grandes inspiraciones, es el tipo de creadoras en las que me fijo, pero veía inalcanzable hacer algo con ella”, recuerda Celia Bernardo. Pero una persona en común, la responsable de vender la marca española en Reino Unido, las presentó y saltaron chispas (de colores). “Nos pusimos en contacto con ella porque nos encantó la forma en que usa el estampado y pensamos que haría un maravilloso trabajo con los míos. Cuando llegó a mi estudio supe que sería un matrimonio maravilloso”, cuenta por teléfono Rhodes (Chatham, Reino Unido, 83 años).
La inglesa, Dama Comendadora de la Orden del Imperio Británico y toda una institución en su país, contribuyó a colocar a Londres en el epicentro de la creación en los años sesenta. Empezó a diseñar en el Swinging London y en 1976 lanzó su primera colección de decoración de interiores. Sus creaciones han vestido a británicos tan ilustres como Diana de Gales o Freddie Mercury y a divas de la música como Diana Ross o Donna Summer. “Sé que soy una afortunada por haber estado en lo más alto en aquellos años, cuando todo era experimentación, pero cuando miramos atrás tendemos a idealizar el pasado, a hacerlo mejor de lo que en realidad era”. Actualmente se encuentra enfrascada dirigiendo el Fashion and Textile Museum y organizando su archivo: “He conservado más de 6.000 piezas y todos los registros de mis estampados”, explica. Bernardo se sumergió durante varios días en ese archivo multicolor y volvió frente a Rhodes con varias propuestas que coincidieron con lo que tenía en mente la británica. El resultado son 30 modelos que recogen aúnan el espíritu optimista de ambas creativas: “Quería que fueran vestidos de esos que guardas como tesoros en el armario, de los que te pones una y otra vez”, concluye Bernardo.
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