Abraham Lacalle: ¡°La palabra distop¨ªa ya se ha convertido en un lugar com¨²n¡±
Visitamos el estudio madrile?o de uno de los artistas que m¨¢s compradores atraen en ARCO. Una de sus obras se col¨® como fondo en la ¨²ltima pel¨ªcula de Almod¨®var, ¡®Dolor y gloria¡¯.
Mientras fuera llueve y hace fr¨ªo, en el estudio que Abraham Lacalle (Almer¨ªa, 1962) tiene desde hace poco m¨¢s de un a?o en Carabanchel resulta agradable escuchar el repiqueteo de las gotas. Cuando se hacen esta entrevista y la sesi¨®n de fotos a¨²n no es primavera, pero antes de la publicaci¨®n volvemos a hablar con el artista sobre el confinamiento. El local donde suele trabajar es un bajo con aires de taller mec¨¢nico, por el techo entra mucha luz. Dentro, lo b¨¢sico para ¨¦l: una gran mesa, sillas, lienzos, marcos de madera a medio tallar ¨C¨¦l mismo lo hace¨C, tubos de ¨®leo, paletas y pinceles. Y una pared llena de estanter¨ªas repletas de libros, la biblioteca de este pintor que no para de leer.
Pinta muchos paisajes, pero no lo hace del natural, es uno de los artistas que m¨¢s compradores atraen en ARCO y una de sus obras fue protagonista inesperada de la ¨²ltima pel¨ªcula de Almod¨®var, Dolor y gloria, al colarse como fondo en una escena clave del filme. Aunque trabaja mucho el gran formato y el ¨®leo, durante el confinamiento Lacalle ha aprovechado para hacer obras m¨¢s peque?as, con acuarelas, en la terraza de su casa. Su estudio improvisado ha dado frutos: ?Normalmente trabajas con menos tiempo de reflexi¨®n del que te gustar¨ªa porque siempre hay compromisos y trabajos que terminar de una manera acotada. Con este par¨®n estoy ensayando, leyendo mucho, cogiendo ideas, estructurando temas¡ A m¨ª me est¨¢ viniendo bien este encierro?.
El pasado septiembre, el pintor present¨® la exposici¨®n No una ventana en la Galer¨ªa Marlborough de Madrid. ?Cada cuadro es una ficci¨®n y todos juntos forman una ficci¨®n mayor?, le explicaba a su amigo el escritor y gestor cultural Carlos Pardo, autor del texto del cat¨¢logo. Lacalle, que estudi¨® Bellas Artes en Sevilla y luego fue profesor de instituto siete a?os en Andaluc¨ªa, se ve como cronista una ¨¦poca, cree que de las manos del artista surge su ?visi¨®n del mundo a trav¨¦s de la pintura de la realidad contempor¨¢nea?.
Sus obras se han descrito como ¡®ficciones dist¨®picas¡¯.
Muchos de mis escritores favoritos son ciencia ficci¨®n dist¨®pica. Ahora se habla mucho de la distop¨ªa, es una palabra que ya me molesta incluso, se ha convertido en un lugar com¨²n.
?Qu¨¦ siente ahora al vivir este momento que parece irreal?
La verdad es que la situaci¨®n coincide con muchos libros y con ideas que se han representado sobre un futuro dist¨®pico. Ves coincidencias y dices hay que ver qu¨¦ curioso c¨®mo funciona, que la realidad se adapta a la ficci¨®n de alguna manera.
?C¨®mo cree que influir¨¢ esta crisis en el arte?
En mi caso no creo que influya en las obras. En la medida en que nos dejen volver a la rutina olvidaremos la parte negativa de esto; lo importante es conservar la parte positiva. A m¨ª me interesa mantener la parte social, el tema del sistema sanitario¡
?Las exposiciones y ferias dedicadas al sector, como ARCO, tendr¨¢n que cambiar?
Obviamente va a afectar, a unos m¨¢s y a otros menos, no tengo los datos ni soy un analista para saber qu¨¦ va a pasar. Se puede intuir que los altos estamentos del coleccionismo y la venta de arte seguir¨¢n bien, porque se continuar¨¢ comprando arte muy caro. Y habr¨¢ gente que lo sufra; en Espa?a vivimos de coleccionistas menos poderosos y a lo mejor tienen problemas¡ Veremos qu¨¦ capacidad tienen las instituciones de planear algo que pueda ayudarnos.
?Ser¨¢ necesario un apoyo?
Exacto, no se trata de darte un dinerillo, se tendr¨¢n que tomar medidas que puedan hacer que este par¨®n, que seguro que va a haber, sea m¨¢s suave y se pueda sobrellevar.
?C¨®mo fue su primer contacto con el arte?
Yo decid¨ª dedicarme a ello antes de estudiar Bellas Artes. Desde peque?o estaba dibujando, ve¨ªa libros, me interesaban los cuadros, los pintores, me hac¨ªa mis fantas¨ªas¡ Estudi¨¦ la carrera y di clase porque no quer¨ªa depender econ¨®micamente de mi producci¨®n art¨ªstica, quer¨ªa tener cierta independencia para poder hacer, de alguna manera, lo que me diera la gana.
Una beca de la Casa de Vel¨¢zquez le permiti¨® avanzar.
Fue un momento bueno, la Junta de Andaluc¨ªa me la dio para estar en Madrid dos a?os, ped¨ª una excedencia y me dediqu¨¦ exclusivamente a pintar. Cuando iba a acabar, hice una exposici¨®n que se vendi¨® bien y decid¨ª no volver a dar clase.
?Es un privilegio poder tener dos a?os solo para crear?
Claro, por eso creo que son muy importantes estas ayudas al desarrollo de la pintura y de todos los ¨¢mbitos de la cultura. Son necesarias porque que te dan la oportunidad de centrarte y profundizar en tu trabajo.
Ahora es un artista cotizado, ha batido r¨¦cords de ventas en ARCO, ?c¨®mo se logra esa aceptaci¨®n del p¨²blico?
No tengo ni idea de c¨®mo se consigue. Hay gente que habr¨¢ vendido mucho m¨¢s, pero para m¨ª fue un momento chulo. Es una satisfacci¨®n, porque cuanto m¨¢s vendes a m¨¢s gente llegas, y de esta forma tienes m¨¢s visibilidad. Yo me limito a pintar, no hago ninguna estrategia. Es cuesti¨®n de que coincida lo que hago con el inter¨¦s de la gente. Tiene que ver que est¨¢s pintando hoy sobre lo de hoy, dando tu respuesta.
?El arte puede estar desvinculado de la actualidad, de la realidad, de la pol¨ªtica?
Yo creo que en ning¨²n caso. Da sus respuestas a la realidad. Hay artistas que est¨¢n m¨¢s directamente vinculados con el arte pol¨ªtico y otros que lo est¨¢n de otra manera no tan clara. El comentario pol¨ªtico o social est¨¢ impl¨ªcito tanto en una alegor¨ªa que habla de una situaci¨®n pol¨ªtica concreta como en un cuadro en el que no hay aparentemente una reflexi¨®n. La ausencia de reflexi¨®n pol¨ªtica tambi¨¦n es una postura pol¨ªtica.
La naturaleza es protagonista de muchas de sus obras: bosques, paisajes¡ ?Por qu¨¦ la elige como tema?
No pinto del natural, son paisajes inventados, tiro de mi memoria visual, la imaginaci¨®n, relacionar lo que recuerdas con lo que sabes y lo que quieres contar. En Campos de batalla hablaba de que vivimos una situaci¨®n que te da la sensaci¨®n de que est¨¢s entre lo que queda despu¨¦s de una batalla, destrucci¨®n y desolaci¨®n. Despu¨¦s, de todas formas, la naturaleza lo reabsorbe, se pone por encima.
?Hay detr¨¢s una reflexi¨®n sobre el cambio clim¨¢tico?
Hablo de la intervenci¨®n del hombre en el paisaje, y viceversa. En Campos de batalla era la huella de una batalla, en No una ventana es la huella del hombre sobre la naturaleza. El hombre es parte de la naturaleza, pero hay una intervenci¨®n excesiva.
?Cu¨¢les son los campos de batalla actuales?
En esa serie hablaba de la realidad que se vive en general en el mundo. Nosotros vivimos en un balneario y desde ¨¦l observamos lo que ocurre en la periferia, que es un verdadero campo de batalla. Estamos en la loma mirando lo que ha pasado. Quer¨ªa reflexionar sobre eso.
El hombre es parte de la naturaleza, pero hay una intervenci¨®n excesiva
?Por qu¨¦ muchos de sus cuadros son grandes?
Los grandes formatos te invitan a meterte m¨¢s dentro del cuadro, te da la sensaci¨®n de que has quitado la pared donde est¨¢, de que el paisaje est¨¢ ah¨ª. De ah¨ª vino el nombre de la serie No una ventana. Si haces un cuadro peque?o se convierte en una ventana, pero uno grande te integra, es una sensaci¨®n m¨¢s f¨ªsica.
?La literatura siempre est¨¢ presente?
S¨ª, en la literatura encuentras a veces el modelo, te da ideas para trabajar. No me inspira concretamente, es una cosa m¨¢s general. Autores como Ballard, la poes¨ªa de Watanabe¡ Te mueven el pensamiento y de ah¨ª surgen ideas.
Su obra ha llegado incluso al cine. En Dolor y gloria sale Porter¨ªa, un cuadro de 2017, ?c¨®mo acab¨® en la casa de Pedro Almod¨®var?
Bueno, yo no tengo nada que ver en eso¡ ?l compr¨® un cuadro y ya est¨¢, se ocup¨® la galer¨ªa. Me han comprado obras tanto particulares como museos.
Se ve en una escena clave, cuando el personaje de Antonio Banderas se reencuentra con el de Leonardo Sbaraglia.
S¨ª, cuando est¨¢n ah¨ª sentados fumando caballo¡ Me gust¨® verlo, pero no sab¨ªa que iba a pasar, me enter¨¦ cuando pidieron el permiso. Generalmente no s¨¦ qui¨¦n compra mis cuadros.
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