Al creador del ¡®Tour de la Manada¡¯ le podr¨ªan caer tres a?os, pero el turismo de violencia sexual es una realidad
Llevan a los juzgados al hombre que ofertaba un recorrido para recrear la noche de la violaci¨®n m¨²ltiple en los San Fermines pero, ?qu¨¦ hay del resto de tours en los que se glorifica de forma ¨¦pica la violencia sobre las mujeres?
Tres a?os, tres meses y un d¨ªa de prisi¨®n por un delito contra la integridad moral de la v¨ªctima y otro de odio. Seg¨²n avanza El Peri¨®dico de Catalunya, esta es la pena de c¨¢rcel que pide la acusaci¨®n para?el creador de la pol¨¦mica web que ofertaba un ¡®Tour de la Manada¡¯, imputado ahora por el juzgado de instrucci¨®n n¨²mero 4 de Pamplona. El ¡®tour de la manada¡¯ se viraliz¨® entre protestas e indignaci¨®n el pasado mes de diciembre, al tiempo que se hizo p¨²blica la?sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Navarra. Se trataba de una misteriosa web que promet¨ªa?un?recorrido por los puntos clave de la famosa noche?en la que cinco hombres violaron en grupo a la v¨ªctima?en un portal de Pamplona durante los San Fermines de 2016. El site tambi¨¦n inclu¨ªa la posibilidad de comprar r¨¦plicas de las camisetas que vest¨ªan los violadores o hacerse con tatuajes temporales similares a los de El Prenda, uno de los acusados. ?Entre el alcohol y el desenfreno, cinco varones con peinados a la ¨²ltima moda se encuentran a una joven en la c¨¦ntrica Plaza del Castillo. Veinte minutos despu¨¦s entraban con ella en un portal a 300 metros de distancia y la agredieron sexualmente. ?Qu¨¦ pas¨® en esos 20 minutos? ?D¨®nde fueron los agresores despu¨¦s? ?C¨®mo los identific¨® la polic¨ªa? ?Desc¨²brelo todo en este ¡®tour¡¯!?, dec¨ªa la p¨¢gina, en la que ¨²nicamente se indicaba un mail de contacto para obtener m¨¢s informaci¨®n. A los interesados se les indicaba que que las plazas del tour eran limitadas: ?Solo tenemos 20 plazas por fecha, que admitimos por riguroso orden de inscripci¨®n. Unos d¨ªas antes de la fecha que ha elegido cerraremos las plazas y te comunicaremos si puedes entrar?
La web tuvo una impactante repercusi¨®n medi¨¢tica y social a modo de denuncia. La Polic¨ªa Foral de Navarra actu¨® de oficio contra la web, que dej¨® de estar operativa. Cuatro d¨ªas despu¨¦s de la sentencia y de haber copado el debate en redes, el creador del tour reapareci¨® en una web y v¨ªa mailing? inform¨® a aquellos que se hab¨ªan interesado previamente rectificando, negando que el tour fuese real y aludiendo que lo suyo hab¨ªa sido una suerte de performance?sociol¨®gica contra los medios de comunicaci¨®n. En un texto introducido por una cita de Guy Debord, el ahora acusado explicaba que su web hab¨ªa sido ?un acto que ha permitido ver c¨®mo los medios se lanzan como hienas a cualquier cad¨¢ver?al que le puedan chupar la sangre a¨²n caliente?. All¨ª, hac¨ªa un recuento y an¨¢lisis de la cobertura de su supuesto cebo del tour en medios y redes: ?la web falsa del tour ha tenido unas 80.000 visitas, que junto a la cantidad de cobertura medi¨¢tica podemos hablar de una audiencia de al menos, 500.000 personas. De estas, solo 3.000 han le¨ªdo este art¨ªculo. Hay, por tanto, medio mill¨®n de personas que se indignar¨¢n cu?adamente sobre un tour que nunca existi¨®?.
No obstante, el creador se enfrenta ahora a una denuncia que defiende que fue una estrategia para rectificar frente a la cr¨ªtica social generada: ?Atent¨® gravemente contra la integridad moral de la v¨ªctima de La Manada, con el trato degradante y vejatorio de la publicaci¨®n, defendiendo la agresi¨®n que sufri¨® y con ello las?agresiones sexuales contra las mujeres en general, al animar a las personas que visitaban su p¨¢gina web a comprar las mismas camisetas que llevaban puestas los agresores el d¨ªa de los abusos?. Seg¨²n informa El Peri¨®dico, el acusado volvi¨® a insistir durante el juicio que su objetivo era lanzar un mensaje ?contra el sensacionalismo en los medios?. El fiscal ha decidido no acusarlo pero el juez s¨ª ha visto indicios de delito y el procedimiento sigue en marcha.
El show de la chica muerta
El caso del pol¨¦mico tour de La Manada ha llegado a los juzgados espa?oles pero la sociedad convive de forma normalizada con otras visitas guiadas que convierten en espect¨¢culo la violencia de g¨¦nero y la degradaci¨®n de los cuerpos femeninos. Dentro del?turismo oscuro?(viajes motivados para visitar lugares?relacionados con la muerte, el?sufrimiento, las?atrocidades, la?tragedia?o el?crimen, un ejemplo reciente ser¨ªa el de aquellos que han acudido en masa Chern¨®bil al hilo del ¨¦xito de la serie de HBO), existe el tanoturismo, m¨¢s centrado en viajar para encontrarse?con la muerte. Una de las variantes de ese tanoturismo podr¨ªa centrarse en la celebraci¨®n capitalista de la violencia sobre las mujeres. Ah¨ª est¨¢ el tour??Helter Skelter?de Los ?ngeles, donde se puede asistir, pagando 85 d¨®lares, a una visita guiada en la que se recrean los cr¨ªmenes perpetrados por los miembros de la familia de Charles Manson. En la visita, de tres horas y media de duraci¨®n y que ha vuelto a popularizarse por la serie Mindhunter o el film de Tarantino, se muestran las dos localizaciones de los asesinatos de LaBianca y Cielo Drive. Tambi¨¦n se pueden ?escuchar de forma gr¨¢fica detalles de los asesinatos contados por los propios asesinos?, visitar el sitio donde Sharon Tate cen¨® su ¨²ltima comida ¨Csu rostro es el reclamo en el panfleto de la visita¨C o acudir al lugar en el que se encontraron las prendas ensangrentadas de los asesinos.?En Londres tambi¨¦n se ofrecen multitud de visitas para asistir a una recreaci¨®n de los asesinatos de Jack El destripador (m¨¢s de 150.000 resultados en Google), el asesino en serie m¨¢s c¨¦lebre de la historia que?desgarraba la garganta y extirpaba los ¨®rganos de las mujeres a las que asesin¨®.
Todo este negocio recurre a una pseudo-ficci¨®n morbosa que recrea sin descanso la tragedia real de la chica agredida o asesinada. La p¨¦rdida de la inocencia se convierte aqu¨ª en un ritual-espect¨¢culo, alimentado por el halo de fascinaci¨®n social que planea sobre la violencia. Hace unos a?os, y al hilo del ¨¦xito de series como las dos primeras temporadas de True Detective, donde se glorificaba de forma casi m¨ªstica al cad¨¢ver femenino o las violaciones sobre las mujeres, Alice Bolin escribi¨® un ensayo (El show de la chica muerta) donde especificaba que en estas ficciones el cuerpo femenino se convierte, de forma complementaria, ?en fuente y objetivo de la malicia sexual?. Las mujeres pasan a ser un campo neutral, meros conductos f¨ªsicos para que los hombres crean que ponen fin a sus problemas, ya sea asesin¨¢ndolas o resolviendo su muerte. M¨¢s all¨¢ de la ficci¨®n televisiva y el hecho de que es simplemente eso, pura ficci¨®n; los tours que recrean y explotan asesinatos de mujeres transgreden la realidad e idean un guion donde la historia de estas mujeres se convierte en una pseudoficci¨®n repetida sin descanso cada d¨ªa ante espectadores que asisten a una reducci¨®n de su existencia vital para servir como?un mero espect¨¢culo de violencia.
En contrapartida a la mayor¨ªa de estas ofertas, y dentro de este mercado que explota econ¨®micamente una y otra vez la violencia de g¨¦nero, se cre¨® recientemente un tour feminista de Jack el Destripador, una caminata guiada que asegura poner el foco en la v¨ªctimas y no en el asesino: ?Nuestro tour mira esta historia desde otro ¨¢ngulo, centr¨¢ndose en la vidas de Mary Ann Nichols, Annie Chapman, Elizabeth Stride, Catherine Eddowes y Mary Jane Kelly, rescat¨¢ndolas y poni¨¦ndolas en medio del escenario?, apuntan desde la web que lo organiza. La v¨ªctima se ve aqu¨ª como un agente y no como un sujeto. Una lectura que se aleja?la cosificaci¨®n ritual de esa violencia habitual, una pr¨¢ctica que?ya lamentaba en 1949 James Baldwin, cuando critic¨® en un ensayo que se infantilizase y justificase la violencia masculina mientras el cuerpo de la mujer encarnaba siempre esa ?fascinaci¨®n sexual de lo demon¨ªaco?.
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