Amanda Seyfried: ?La desnudez femenina sigue siendo un tema estigmatizado?
Su carrera, con 27 a?os, es inclasificable. No hay g¨¦nero (ni ambici¨®n) que le ponga freno. Ahora, huye de su halo de ni?a buena con Lovelace, el biopic de la actriz porno que protagoniz¨® Garganta profunda.
Si muchos han aprendido a pronunciar su apellido, ser¨¢ porque Amanda Seyfried ya no es un valor pujante, sino una presencia afianzada. A los 27 a?os, la actriz estadounidense no deja de acumular proyectos. Tras el ¨¦xito apote¨®sico de Los miserables y el reciente estreno de La gran boda, donde encarnaba a la nuera de Robert De Niro, tiene en cartera la pel¨ªcula de animaci¨®n Epic, que se estrenar¨¢ este verano. Tambi¨¦n su primera incursi¨®n en la industria de la moda gracias a su nueva campa?a para Givenchy, a punto de invadir medios y marquesinas. ?Estoy orgullosa de meter un pie en la moda de la mano de esta marca, porque su manera de trabajar es muy art¨ªstica?, explica Seyfried.
En los ¨²ltimos tiempos, la actriz se esfuerza en alejarse del registro de ni?a buena en el que la encasillaron desde que interpret¨® a la hija de Meryl Streep en la cinta Mamma mia! La mejor prueba es Lovelace, el biopic de la fallecida protagonista de Garganta profunda, quien ser¨ªa erigida en leyenda del porno antes de reconvertirse en icono feminista durante los a?os 80. Tras su paso por Sundance y Berl¨ªn, este mes llega a Estados Unidos. Amanda aprovech¨® la ocasi¨®n para hablarnos del estado de su carrera a lo largo de una conversaci¨®n en la que altern¨® la sonrisa d¨®cil de se?orita educada en escuela privada y el moh¨ªn de hast¨ªo que parece inspirarle su nuevo estatus de estrella.
?Qu¨¦ sab¨ªa de Linda Lovelace antes de embarcarse en el proyecto?
La verdad es que no la conoc¨ªa demasiado. Hab¨ªa visto el documental Inside Deep Throat y poco m¨¢s. Cuando me dieron el papel, decid¨ª ver Garganta profunda y tambi¨¦n le¨ª su biograf¨ªa. Descubr¨ª que nunca quiso ser el icono de la revoluci¨®n sexual en el que la terminaron convirtiendo. Nunca entendi¨® que se estaba haciendo famosa por practicar sexo oral. En realidad, Linda era una persona muy dulce e ingenua. La gente ten¨ªa una percepci¨®n de ella que no guardaba ninguna relaci¨®n con la realidad.
?A usted tambi¨¦n le sucede?
Cualquier persona que se encuentre en el ojo p¨²blico puede entender este sentimiento. La imagen que se tiene de m¨ª no acaba de coincidir con lo que soy. Pero no pasa nada, tampoco espero que gente que no me conoce sea capaz de entenderme¡
?Dud¨® antes de aceptar este proyecto que contiene escenas de sexo abundantes y tirando a expl¨ªcitas?
La verdad es que s¨ª dud¨¦, pero nunca por miedo a mostrar mi f¨ªsico. Para m¨ª, el problema era m¨¢s bien la responsabilidad de interpretar a un personaje que existi¨® sin contar con su bendici¨®n. Quer¨ªa ser fiel al mensaje que quiso transmitir en vida y no sab¨ªa muy bien c¨®mo. Eso es mil veces m¨¢s intimidante que la desnudez.
?Por qu¨¦ termin¨® diciendo que s¨ª?
En realidad todav¨ªa no entiendo del todo a Linda, pero lleg¨® un momento en el que me di cuenta de que lograba empatizar con ella. Cuando conoci¨® a su marido, que la introdujo en la industria del porno, abus¨® de ella y la maltrat¨® durante m¨¢s de una d¨¦cada, Linda solo ten¨ªa 21 a?os. Creci¨® en una familia muy conservadora que jam¨¢s la comprendi¨®, as¨ª que todo lo que quer¨ªa era ser aceptada por alguien. En el fondo, creo que todo lo que hizo fue por amor. Y la entiendo, porque yo me he encontrado en esa situaci¨®n. A su edad, yo tambi¨¦n habr¨ªa hecho lo que me pidieran por amor.
Este papel le permite alejarse del registro de ni?a buena en el que la han encasillado, ir¨®nicamente, desde su debut con Chicas malas.??Era su objetivo?
Fue otro de los motivos para decir que s¨ª. Soy actriz y quiero interpretar a personas diferentes para aprender de ellas, quiero entender a gente que no tiene nada que ver conmigo y explorar perspectivas distintas. Si siempre interpreto a chicas buenas, esto no suceder¨¢. Un actor lucha para salir de ese encasillamiento. Siento que todav¨ªa no he demostrado todo lo que puedo hacer. Dicho esto, creo que estoy aqu¨ª para quedarme y que har¨¦ este trabajo el resto de mi vida. No creo que sea capaz de dedicarme a otra cosa que a la interpretaci¨®n. Es lo ¨²nico en lo que puedo llegar a ser buena. Ahora no soy del todo mala, pero soy consciente de que tampoco estoy bien en cada pel¨ªcula que ruedo.
?Qu¨¦ opina sobre el papel de la mujer en la industria del porno? ?Sigue siendo igual de denigrante que en la ¨¦poca que le toc¨® vivir a Linda Lovelace?
Por suerte, los tiempos han cambiado mucho. Ahora existen plataformas como Kink.com, donde mujeres directoras ruedan porno con chicas que se dedican a esto libremente. Lo hacen porque quieren y porque les gusta. No son esclavas de nada ni de nadie. En cualquier caso, las mujeres que hacen porno tienen un par de huevos. Para fornicar delante de otros hay que ser valiente, aunque me imagino que tambi¨¦n debe de ser muy liberador.
?Dir¨ªa que aquella misoginia ha desaparecido?
Las mujeres nos hemos beneficiado de la revoluci¨®n sexual que empez¨® en la ¨¦poca de Linda, aunque quedan muchas cosas por hacer. La desnudez femenina sigue siendo un tema estigmatizado. Y no hace falta ser muy agudo para darse cuenta de que no se trata igual a las mujeres que a los hombres que trabajan en el porno.
Ni en el porno ni en Hollywood. F¨ªjese en lo que le sucedi¨® a Kristen Stewart.
Tiene raz¨®n. Es curioso que saque el tema, porque lo he estado hablando con unos amigos hace un rato. En ciertos aspectos, es como si nada hubiera cambiado desde hace un siglo. Hay ciertas mujeres a las que nunca se les perdonar¨¢ por hacer ciertas cosas. A m¨ª me gusta como lo lleva Madonna, porque no le importa lo m¨¢s m¨ªnimo lo que digan los dem¨¢s. Es como si le dijera a quienes la critican: ?Jodeos, har¨¦ lo que me venga en gana?. Yo no creo que todo sea perdonable, pero me parece muy mal que la gente juzgue sin conocer la historia de cada uno. Todo el mundo es demasiado cr¨ªtico con personas que no conocen de nada. Miraos vosotros mismos al jodido espejo antes de hablar, en lugar de estar tan concentrados en la mierda de los dem¨¢s.
Es su segunda incursi¨®n en terrenos sexuales tras Chloe, la pel¨ªcula que rod¨® a las ¨®rdenes de Atom Egoyan en 2009, donde interpretaba a una joven prostituta. ?Le sirvi¨® de entrenamiento?
No la vio tanta gente como Mamma mia! o Los miserables, pero fue igual de importante para m¨ª. Signific¨® mi gran salto hacia este lado de la barrera. Y fue el primer papel que me permiti¨® mostrar mi sexualidad. S¨¦ que tambi¨¦n hubo las cl¨¢sicas reacciones superficiales que exclamaban: ??Dios m¨ªo, Seyfried ense?a las tetas!?. Pero en el fondo fue un momento determinante para m¨ª, porque hubo gente en esta industria que entendi¨® que, como actriz, estaba mucho m¨¢s liberada de lo que cre¨ªan.
?No temi¨® que el p¨²blico mainstream que la hab¨ªa encumbrado le diera la espalda?
Sab¨ªa que los fans de Mamma m¨ªa! no podr¨ªan ver una pel¨ªcula como esta y que quiz¨¢ se sintieran alienados si alg¨²n d¨ªa lo hicieran. Pero no me import¨® demasiado. Yo no trabajo solo para un tipo de p¨²blico. Y la verdad es que las ofertas para rodar filmes m¨¢s comerciales me siguen llegando. Por otra parte, si soy totalmente sincera, era un riesgo que no me importaba tomar.??Qu¨¦ era lo peor que pod¨ªa suceder? ?Que me pasara el resto de mi carrera haciendo cine de autor? ?Que solo me propusieran personajes extra?os y trastornados? Se me ocurren perspectivas bastante peores para el resto de mi existencia.
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