Cinco motivos por los que no deber¨ªais estrenar vestido esta Nochevieja

La Navidad hace tiempo que se ha convertido en una ¨¦poca de excesos, una espiral de consumo de la que resulta muy complicado escapar y que tiene en Nochevieja su momento ¨¢lgido. Es el d¨ªa en el que todo el mundo quiere recibir al nuevo a?o con sus mejores prendas, y en el que se realizan los mayores excesos del a?o. Sin embargo, 2020 nos ha obligado a replantearnos las cosas, a parar durante un tiempo ese ritmo fren¨¦tico al que est¨¢bamos acostumbrados y reflexionar un poco m¨¢s sobre nuestro estilo de vida. Sobre el efecto que tiene en el planeta toda una serie de acciones cotidianas que asumimos como completamente naturales. Por ejemplo, las compras de ropa para este fin de a?o. ?Realmente necesitamos un nuevo look para esta Nochevieja? ?Por qu¨¦ hemos asumido que ese d¨ªa tenemos siempre que estrenar ropa?

El slow fashion, la alternativa m¨¢s razonable y respetuosa con el medio ambiente que se opone al concepto fast fashion, se est¨¢ imponiendo poco a poco como un aspecto fundamental para nuestro futuro. Necesitamos alargar la vida ¨²til de la ropa, en lugar de vestir unas pocas veces una misma prenda para luego tirarla. Por ese motivo AEG, que trabaja para crear electrodom¨¦sticos que nos ayuden a conservar m¨¢s tiempo nuestras prendas, quiere que tengamos claro que este a?o no es necesario utilizar un vestido nuevo en Nochevieja. Hay muchos motivos para ello, como estos cinco.

Menos ropa, menos huella de carbono

La industria de la moda es una de las m¨¢s contaminantes del planeta, concretamente la segunda que tiene un mayor impacto en el porcentaje de emisiones de carbono, entre un 8 y un 10%, seg¨²n las estimaciones de Naciones Unidas. Para que nos hagamos una idea de su efecto, sus emisiones son mayores que las que producen todos los vuelos internacionales y los transportes mar¨ªtimos en un a?o. Cada vez que compramos algo que no necesitamos y lo tiramos a los pocos meses estamos contribuyendo a ese ciclo de consumo y deshechos que tiene un efecto mortal para nuestro planeta.

Comprar menos es preservar el agua

Otro de los efectos nocivos del fast fashion en nuestro planeta se produce con el volumen de aguas residuales que se genera en la fabricaci¨®n de ropa. Concretamente, el 20% de lo que se genera en todo el mundo al a?o proceden de la industria de la moda, seg¨²n Naciones Unidas. ?C¨®mo es esto posible? Para que nos hagamos una idea, en la fabricaci¨®n de unos jeans se suele emplear alrededor de 7.500 litros de agua, aproximadamente lo que bebe una persona de media durante siete a?os. Si pensamos en cu¨¢ntas prendas hemos adquirido y que apenas han estado un a?o en nuestro armario, podemos hacernos una idea del n¨²mero de litros de aguas residuales que ha generado nuestro consumo.

Combatir el consumo acelerado

La Alianza de las Naciones Unidas para la Moda Sostenible, organismo que estudia el efecto de la moda en nuestro planeta para promover unas pr¨¢cticas m¨¢s respetuosas, ha realizado un estudio que arroja unas conclusiones reveladoras: actualmente consumimos de media un 60% m¨¢s de ropa que hace 15 a?os. Esta espiral de compra, de novedad constante, acaba haciendo que la vida ¨²til de nuestra ropa se acorte. En general, compramos m¨¢s y desechamos esas prendas, seg¨²n el mismo estudio, en la mitad de tiempo que antes. El ansia de novedad, de llevar algo por primera vez, nos hace olvidarnos de que todo eso que adquirimos, y que pocas veces vamos a volver a utilizar, se va acumulando en alg¨²n sitio, con todo lo que ello implica para el medio ambiente.

Tirar ropa tiene un precio

Raramente nos preguntamos qu¨¦ sucede cuando tiramos una prenda que ya no utilizamos. ?Qu¨¦ pasa con ese vestido, esa camisa o esos jeans que ya no tenemos ganas de ponernos? Si alguien pensaba que, al tratarse de ropa no est¨¢bamos ante un producto altamente contaminante, tenemos una mala noticia: cerca del 60% del material que se emplea de media en la fabricaci¨®n de prendas proviene del pl¨¢stico. El poli¨¦ster o el nylon son, por ejemplo, dos tejidos que tienen ese origen y que se emplean en infinidad de productos textiles, y que generan una gran cantidad de microfibras que acaban llegando a los mares y oc¨¦anos. Y si acaba en vertederos, el impacto tambi¨¦n es considerable. Naciones Unidas estima que cada segundo se entierra o quema una cantidad de textiles equivalente a un cami¨®n de basura.

Con peque?os cambios podemos combatir esta tendencia

Seguramente ya nos ha quedado bastante claro los efectos que tiene estrenar un vestido nuevo esta nochevieja, por ejemplo, o decidir que esos pantalones de la temporada pasada ya no los vamos a utilizar m¨¢s. La buena noticia es que, con peque?os actos cotidianos, podemos ayudar a revertir esa tendencia. El principal de ellos es alargar la vida de nuestra ropa, cuidarla para que nos dure m¨¢s y evitar seguir dentro de esa espiral de consumo. El 25% del impacto medioambiental del sector de la moda llega desde nuestras propias casas, con lo que todos tenemos un papel importante. Si aumentamos la vida de nuestras prendas en nueve meses, podr¨ªamos reducir el consumo de agua global entre un 20 y un 30%.

AEG aplica innovaciones tecnol¨®gicas para que esto sea posible. Los electrodom¨¦sticos de la marca alemana permiten refrescar las prendas con vapor en lugar de utilizar agua, pesar y ajustar la carga de una lavadora para que no se consuman m¨¢s litros de los necesarios y cuidar cada tipo de prenda para que dure m¨¢s tiempo en nuestro armario. Por eso, este a?o AEG quiere animarnos a que, en Nochevieja utilizemos un look que no incluya prendas nuevas. Un gesto que puede parecer peque?o pero que, si todos sigui¨¦ramos, tendr¨ªa grandes beneficios para nuestro planeta.