?C¨®mo se convierte un blog en un medio con 100.000 suscriptores? Imran Amed lo hizo y tiene la respuesta
Comenz¨® como un blog creado en el sal¨®n de una casa de Londres y ahora es una de las voces m¨¢s autorizadas de la moda. Con un equipo de m¨¢s de 90 personas, ha posicionado ¡®The Business of Fashion¡¯ como un medio con prop¨®sito: abrir la conversaci¨®n.
Cuando Imran Amed se dirige desde el escenario a la audiencia sentada en el patio de butacas montado en el granero de una granja de los Cotswolds, en medio de la campi?a de Oxfordshire, comprueba tambi¨¦n que la se?al llega a las miles de personas que se han conectado por streaming al evento VOICES, una cita anual organizada por The Business of Fashion, el medio digital que Amed creo en 2007 desde el sal¨®n de su casa de Notting Hill y que se ha convertido en estos 14 a?os en un referente indiscutible en la industria de la moda.
Decir que The Business of Fashion es un medio es quedarse corto, o quiz¨¢ es lo que hoy deber¨ªa ser cualquier medio. La web, con m¨¢s de 100.000 suscriptores, es el core de su negocio, pero tiene otras tres divisiones: Careers, una plataforma que conecta trabajadores y empresas; una rama de educaci¨®n en la que imparten cursos y masterclasses online y VOICES, el evento que inaugura Amed desde el escenario de un edificio de Soho Farmhouse, la granja de los hoteles de culto Soho House, al que acuden cerca de 200 personas, adem¨¢s de las 12.000 que lo ven en streaming.
La agenda es apretada: comienza con varias ponencias sobre lo que acontece en el mundo. De momento, nada de moda. Se trata de establecer el contexto mundial en el que la moda tendr¨¢ que operar. Se habla de Ucrania, de la crisis clim¨¢tica o de la inflaci¨®n. La corresponsal de CNN Clarissa Ward inaugura el evento. Esta primera charla da idea de la anchura de miras de Imran Amed: la moda, hasta hace bien poco autorreferencial y elitista, debe mirar al mundo no solo porque los cambios sociales lo exigen, sino porque es un negocio tocado por las incertidumbres e inestabilidades globales.
Pero ?c¨®mo pas¨® un blog creado por una sola persona a convertirse en una empresa de m¨¢s de 90 trabajadores y m¨¢s de 100.000 suscriptores que organiza un evento donde acuden CEO, emprendedores, jefes de compras de grandes marcas, dise?adores y business angels que buscan un negocio donde invertir?
¡°Se trata de prop¨®sito. No solo como empresario o a nivel personal, sino tambi¨¦n como compa?¨ªa. Tenemos un sentido de prop¨®sito. En mis anteriores trabajos esto no ocurr¨ªa, no estaba alineado con esos trabajos¡±, explica Amed a trav¨¦s de Zoom una semana antes de dar la bienvenida a sus invitados en los Cotswolds. Ser¨¢ casi imposible hacer esta entrevista una vez que el evento comience, as¨ª que contesta a mis preguntas desde Londres, donde vive y se encuentra la sede de The Business of Fashion.
Sus anteriores trabajos a los que se refiere fueron como consultor en la firma McKinsey & Co., donde recal¨® tras estudiar en la escuela de negocios de Harvard. ¡°Mi trabajo no me llenaba y esto me estaba impactando emocionalmente. Me tom¨¦ un tiempo libre y me fui a un retiro de silencio de 10 d¨ªas en el que no puedes escribir, no puedes leer, no puedes hablar, no puedes ni mirar a la gente a los ojos. Y b¨¢sicamente me di cuenta de que hab¨ªa pasado los ¨²ltimos 10 a?os entrenando mi cerebro empresarial. Siempre he sido una persona muy anal¨ªtica. Siempre he sido bueno en la escuela y en matem¨¢ticas y ciencias, pero creo que de lo que realmente me di cuenta fue de que tambi¨¦n soy una persona muy creativa¡±, cuenta Amed desde un peque?o sal¨®n donde se intuye a trav¨¦s de la venta el paso de autobuses rojos de dos pisos.
Nacido en Canad¨¢, hijo de emigrantes del este de ?frica, fue en Londres donde comenz¨® a pensar en un plan B. Encontr¨® que la moda aunaba aquellas dos facetas que necesitaba alinear. Hab¨ªa creatividad, pero tambi¨¦n negocio y an¨¢lisis. As¨ª que su primera idea fue localizar j¨®venes dise?adores ingleses con potencial creativo, pero que precisaran un desarrollo de negocio. Amed detect¨® un hueco, un nicho de mercado, una industria en la que realmente faltaba la visi¨®n de negocio que ¨¦l pod¨ªa aportar: ¡°Quer¨ªa hacer algo creativo, pero no quer¨ªa desperdiciar mi experiencia en el mundo de la empresa¡±. Su cabeza para los negocios y sus contactos en McKinsey hicieron el resto. Cont¨® a un antiguo compa?ero de la consultora, ahora en LVMH, su idea de servir de estratega para j¨®venes dise?adores, y la idea cuaj¨®. Consigui¨® financiaci¨®n. Mientras tanto, probablemente como ejercicio para desentra?ar la compleja industria de la moda en la que era un outsider, comenz¨® a escribir un blog. Contra todo pron¨®stico (o no, era 2007, a?o del lanzamiento del iPhone y a las puertas del de Facebook) lo que creci¨® fue el blog.
Vikram Kansara es el director editorial de The Business of Fashion y uno de los m¨¢s fieles compa?eros de Amed desde el comienzo. ¡°Nuestra historia es un testimonio del poder de internet. Descubr¨ª The Business of Fashion a principios 2008 a trav¨¦s de Diane Pernet, una de las primeras blogueras de moda. Yo viv¨ªa en Nueva York y trabajaba en publicidad, pero estaba interesado en la industria de la moda. Dej¨¦ un comentario en una publicaci¨®n de Imran, lo que condujo a un intercambio de correos electr¨®nicos y, finalmente, a un caf¨¦ en Londres.
Me atrajo inmediatamente su sentido de ambici¨®n y de prop¨®sito. Nos interesaba la forma en que los medios digitales estaban reconfigurando la moda y acept¨¦ escribir una columna mensual llamada Moda 2.0¡±, cuenta Kansara, v¨ªa correo electr¨®nico. En 2013 se unir¨ªa a la publicaci¨®n a tiempo completo.
¡°?ramos cuatro personas: Imran, yo, Arsalaan Hyder, nuestro gur¨² de finanzas y operaciones, y Emma Clark en una oficina de una habitaci¨®n en Soho. ?ramos rudimentarios y cada uno de nosotros hizo m¨²ltiples trabajos. Nos daba mucha energ¨ªa la fuerza y la sofisticaci¨®n de la comunidad que se estaba reuniendo alrededor de The Business of Fashion y nuestra pasi¨®n compartida por sacar un producto de alta calidad¡±, explica.
Comunidad y calidad son dos conceptos intr¨ªnsecamente unidos en su desarrollo. Resulta curioso que en unos a?os en los que las grandes editoriales de revistas de moda han pasado sus peores momentos acusadas de vivir de espaldas a una realidad diversa o de aceptar demasiadas injerencias de marcas y anunciantes, el periodismo de moda riguroso viva uno de los mejores. ¡°Tenemos siempre claro que escribimos para nuestros lectores, no para marcas. Nuestro negocio est¨¢ basado en las suscripciones. S¨ª, escribimos para las personas que pagan por leer. A veces esas personas son los directores ejecutivos de una gran marca, seguro. Pero no se trata solo de ellos. Escribimos para todas las personas interesadas en la moda. Nuestro valor como compa?¨ªa es la credibilidad¡±, cuenta Amed.
De aquellos cuatro compa?eros en un apartamento del Soho han pasado a ser 90 repartidos en varios pa¨ªses del mundo. Y esta gran dimensi¨®n tambi¨¦n precisa otro tipo de organigrama. Nick Blunden se uni¨® en 2016 a The Business of Fashion desde The Economist, donde hab¨ªa liderado su transformaci¨®n digital. Ahora es el presidente de la compa?¨ªa adonde lleg¨® buscando ¡°un medio que quisiera construir una compa?¨ªa global basada en la comunidad y no en la audiencia¡±, responde Blunden por correo electr¨®nico. Los 800.000 suscriptores de sus newsletters le dan la raz¨®n. ¡°Nuestra misi¨®n es abrir, informar y conectar la industria mundial de la moda porque al hacerlo creemos que podemos ayudar a construir un mejor sistema¡±, dice Blunden.
Y as¨ª regresamos al inicio, al prop¨®sito de Imran Amed cuando comenz¨® con aquel peque?o blog que escrib¨ªa desde su casa. ¡°?C¨®mo podemos pensar diferente? ?C¨®mo podemos actuar diferente? Yo mismo soy una persona gay, una persona musulmana y una persona de color en esta industria. Ni siquiera ahora hay mucha gente como yo sentada en una posici¨®n de poder. Y ahora que tengo el sitio puedo ayudar desde aqu¨ª. Yo no vengo del privilegio. Mis padres emigraron del este de ?frica a Canad¨¢ y fue muy dif¨ªcil darme una educaci¨®n¡±, dice Amed. Por eso, en su evento VOICES, que se celebra cada a?o durante cuatro d¨ªas, se habla de cambio social, de innovaci¨®n, de sostenibilidad; de guerras y de crisis alimentaria; de proyectos de impacto social y de responsabilidad corporativa. Se organizan mesas redondas y cenas donde los invitados son mezclados en funci¨®n de sus intereses, pero no de qui¨¦nes son. Con esta misi¨®n en mente han recibido en estos a?os a visionarias como Vivienne Westwood, o Albert Elbaz, o Stella McCartney. Pero tambi¨¦n a los activistas Malala, y a Alok y a Hoda Katebi para demostrar que hay una conversaci¨®n mucho m¨¢s amplia alrededor de la moda y que a¨²n est¨¢ por terminar.
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