Digitales y muy creativos, as¨ª son los perfiles profesionales que ahora busca la industria de la moda
Nos encontramos ante una expansi¨®n de los horizontes laborales como hac¨ªa (mucho) tiempo que no conoc¨ªa el sector.
Se buscan: editores de datos capaces de gestionar el retorno de inversi¨®n de marca. Se precisan: especialistas en experiencia de compra que demuestren empat¨ªa para establecer relaciones m¨¢s ¨ªntimas y profundas con los clientes online. Se necesitan: expertos en responsabilidad corporativa que puedan prever situaciones conflictivas en la empresa y evitar posibles demandas por racismo, sexismo o discriminaci¨®n. Se requieren: artistas digitales para campa?as de publicidad, v¨ªdeos promocionales y editoriales. En el tabl¨®n de anuncios de empleo de la moda, parece que ya no hay hueco para los viejos oficios. Es otra de las consecuencias de estos nuevos tiempos no solo pand¨¦micos, sino adem¨¢s ¨¦ticamente concienciados. Con un virus en permanente mutaci¨®n, que sigue propiciando el distanciamiento, las restricciones viajeras y el trabajo remoto, pero tambi¨¦n merced al giro de guion sociocultural en los h¨¢bitos de consumo, a la industria del vestir no le ha quedado m¨¢s remedio que reconsiderar su forma de manejarse hasta la fecha. Resultado: una expansi¨®n de los horizontes laborales como hac¨ªa (mucho) tiempo que no conoc¨ªa el sector. ¡°Nunca ha habido tantas oportunidades para trabajar d¨®nde, cu¨¢ndo y c¨®mo uno quiera, en un mercado en constante evoluci¨®n¡±, asegura el reciente State of Fashion 2022, el informe de previsiones para el negocio indumentario que elabora anualmente la consultora McKinsey & Co. para el portal The Business of Fashion.
El escenario real no resulta tan halag¨¹e?o. Durante los ¨²ltimos 18 meses, la moda ha perdido no poco atractivo y capacidad de convocatoria en t¨¦rminos laborales. El 49% de sus empleados reconoce sentirse desencantado, seg¨²n una encuesta realizada para el citado estudio. El escaso progreso de las empresas en cuesti¨®n de diversidad, igualdad e inclusi¨®n y la preocupaci¨®n por el negativo impacto medioambiental de una industria reacia o remolona a la hora de cambiar sus tejemanejes productivos son quejas recurrentes. La sacudida se siente en todos los eslabones de la cadena, incluso en los altos puestos ejecutivos: el 34% de los directivos sondeados por McKinsey afirma que ha considerado dejar sus cargos en este tiempo. Y luego est¨¢n los salarios, claro, cada vez m¨¢s precarios. De nuevo la encuesta: el 51% de quienes trabajan en moda considera estar mal o peor pagado, una remuneraci¨®n que no sale a cuenta. De ah¨ª el festival de fugas de talento observado hacia otros campos, como las industrias tecnol¨®gicas o, en el caso de los periodistas especializados, a la creaci¨®n de contenido para todo tipo de entidades. Mientras, los programas de becas y pr¨¢cticas sin remunerar siguen estando a la orden del d¨ªa. No, aquello de ¡°el trabajo por el que matar¨ªan un mill¨®n de chicas¡± (frase que se repite en El diablo viste de Prada) ¡ªen realidad un empleo esclavo y econ¨®micamente miserable, por no hablar de la concepci¨®n sexista del asunto¡ª hace ya que no enga?a a nadie.
Suerte que no todo van a ser malas, o cuanto menos inquietantes, noticias. En vista de la situaci¨®n, algunas compa?¨ªas han comenzado a renovar sus cantos de sirena para atraer a las nuevas generaciones, de repente tambi¨¦n codiciado objetivo a emplear. A finales del pasado septiembre, el conglomerado LVMH hac¨ªa p¨²blica su intenci¨®n de contratar para diversos puestos a 25.000 j¨®venes menores de 30 a?os, en todo el mundo, durante 2022. Espoleado por una recuperaci¨®n econ¨®mica casi milagrosa, superando incluso los niveles de ventas prepandemia, el l¨ªder en la arena del lujo global sabe d¨®nde est¨¢ hoy el dinero, de ah¨ª esta superbolsa de trabajo que quiere aumentar a¨²n m¨¢s el tir¨®n juvenil de ense?as como Dior o Louis Vuitton (en especial las l¨ªneas masculinas comandadas por los gur¨²s del streetwear Kim Jones y el recientemente fallecido Virgil Abloh) con una plantilla milenial y hasta centenial. ¡°Durante los ¨²ltimos 16 a?os, LVMH se ha convertido en la compa?¨ªa m¨¢s atractiva entre los estudiantes de las escuelas de negocios. En un momento de crisis como el actual, que afecta particularmente a las posibilidades de encontrar empleo en el caso de los j¨®venes, nuestro objetivo es apoyarlos con acciones concretas a partir de las que pueden desarrollar una carrera¡±, explica Chantal Gaemperle, directora de recursos humanos y sinergias del grupo de Bernard Arnault, que solo en Francia planea ofrecer 5.000 contratos en pr¨¢cticas y 2.500 fijos antes de que acabe el a?o a trav¨¦s de su programa Crafts The Future y la plataforma educativa online Insidelvmh.com, abierta a solicitudes de todos los rincones y sin necesidad de poseer conocimientos previos de moda. Espa?a, Italia, Alemania y Jap¨®n contar¨¢n con sus propios programas de aprendizaje, a desarrollar pr¨®ximamente en colaboraci¨®n con distintas escuelas y universidades.
Sacar pecho en materia de responsabilidad y derechos sociales es la otra estrategia del negocio del vestir para recuperar la atenci¨®n en el mercado laboral. Una plantilla inclusiva e igualitaria conecta con los actuales valores culturales zeta, tanto como complace a consumidores e inversores. Por eso las empresas de moda han intensificado sus compromisos con la diversidad. Prada, por ejemplo, lanzaba a finales del a?o pasado un programa formativo de tres a?os para creadores racializados, en conjunci¨®n con el Dorchester Industries Experimental Design Lab, que dirige el artista y activista afroamericano Theaster Gates, profesor de artes visuales de la Universidad de Chicago. La idea es que la firma pueda incorporar a sus filas futuros talentos m¨¢s all¨¢ de las escuelas de moda italianas, donde tiene su particular y muy blanca cantera profesional. Y quien dice diversidad, dice sostenibilidad, faltar¨ªa. Aunque todav¨ªa poca, la experiencia ha demostrado no obstante lo vol¨¢til de cargos de nuevo cu?o tipo chief diversity officer (lo que vend¨ªa a ser un director/a ejecutivo para temas relacionados con la diversidad e inclusi¨®n), head of sustainability (jefe/a del departamento de sostenibilidad e impacto medioambiental) o corporate responsability expert (experto/a en ¨¦tica empresarial). El baile de nombramientos a tales efectos al que hemos asistido durante el ¨²ltimo a?o en las filas de algunos de los grandes del sector es la mejor prueba, tambi¨¦n de que se trata de puestos complicados para los que no vale ¡ªo est¨¢ capacitado¡ª cualquiera.
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