?El destino favorito de los nuevos dise?adores? Moda masculina que tambi¨¦n visten las mujeres
Las prendas de hombre atraen a los dise?adores noveles. M¨¢s all¨¢ de la oportunidad econ¨®mica, seducen los nuevos roles de g¨¦nero y el potencial creativo.
De las ocho firmas finalistas al prestigioso premio LVMH del a?o pasado, seis crean ropa de hombre. No es una eventualidad del certamen, sino s¨ªntoma de un patr¨®n que se repite desde hace a?os: los creativos emergentes que han acaparado la atenci¨®n en el ¨²ltimo lustro se han decantado por este campo. Emily Adams Bode, Bethany Williams o Kenneth Ize son algunos de ellos.
Hab¨ªa d¨¦ficit. ?Por fin lleg¨® el momento y el movimiento natural para que los dise?adores j¨®venes se introdujeran en el universo de la moda masculina desde una perspectiva contempor¨¢nea?, defiende Roc¨ªo Ortiz de Bethencourt, CEO de La tecnocreativa. ?Hay un mayor inter¨¦s entre los alumnos porque tambi¨¦n lo hay en el sector en general. El traje cl¨¢sico de caballero ha participado de un proceso de revitalizaci¨®n y modernizaci¨®n sin precedentes?. Una conclusi¨®n parecida a la que lleg¨® Jaime ?lvarez, director creativo de Mans, antes de lanzar su marca: ?Me di cuenta de que exist¨ªa un gran vac¨ªo, cuando ve¨ªa en revistas o desfiles que pasaban de la t¨ªpica chaqueta de grandes almacenes a la excentricidad. Yo quer¨ªa aportar otra visi¨®n sin renunciar al oficio de la sastrer¨ªa?. El encanto de la sastrer¨ªa y sus posibilidades sedujo tambi¨¦n a Carlota Barrera: ?Siempre me he sentido muy atra¨ªda por ella y por ese componente artesanal que conlleva. El traje ha sido un s¨ªmbolo de virilidad y de poder, como mujer me llama el reto de descontextualizarlo?. Precisamente la llegada de mujeres a los talleres ha revolucionado el escenario: ?La sastrer¨ªa era un territorio asociado al mundo masculino y a clientes con alto poder adquisitivo. Pero esto ha cambiado?, dice Ortiz de Bethencourt. Por primera vez ellas bocetan para ellos, abriendo un interesante campo: ?Hacer ropa de hombre permite que las mujeres jueguen a lo que los dise?adores han jugado siempre: a crear con distancia, como observadoras?, se?ala Carlos Primo, jefe de redacci¨®n de moda de Icon.
En su firma, Barrera busca explorar las identidades de g¨¦nero a trav¨¦s de la ropa. ?Las prendas est¨¢n construidas sobre cuerpos masculinos, pero la moda masculina y la masculinidad modernas tienen m¨¢s fluidez hoy en d¨ªa; nuestras colecciones pretenden ser sensibles a eso?. Esa deconstrucci¨®n de los estereotipos tradicionales de masculinidad genera un nuevo arquetipo que resulta muy seductor. ?Los cambios igualitarios conseguidos en los ¨²ltimos tiempos, nos llevan a la edificaci¨®n de una moda cada vez m¨¢s h¨ªbrida y ecl¨¦ctica, menos sometida a prejuicios y mucho m¨¢s abierta a que cada cual erija su personaje?, apunta la dise?adora T¨ªscar Espadas. ?Generalmente la moda se ha centrado en el papel tradicional de la mujer como ser est¨¦tico, mientras el hombre se serv¨ªa de ella desde un rol mucho m¨¢s funcional y est¨¢tico, menos dado a los cambios. Hoy el hombre accede al mundo de la est¨¦tica desde una perspectiva m¨¢s abierta y sin prejuicios, interesado por la propia construcci¨®n de su imagen?. La desacralizaci¨®n de la moda, el auge del street wear o el triunfo de referentes globales como Harry Styles o Timoth¨¦e Chalamet han contribuido al viraje de la demanda. Esta, por su parte, no para de ampliarse: frente a la saturaci¨®n del femenino, el mercado masculino a¨²n tiene un inusitado potencial por explotar, creciendo a mayor ritmo que la moda de mujer seg¨²n datos de la consultora Euromonitor.
Sin embargo, m¨¢s all¨¢ de la derivada econ¨®mica o de los nuevas fronteras de la virilidad, existe otro potente gancho creativo que cautiva a los muchachos reci¨¦n salidos de la escuela. ?El sector posee una serie de elementos que lo hacen muy atractivo para los dise?adores de ahora y que tienen que ver con c¨®mo se dise?a la moda masculina?, cree el experto de Icon. ?Aunque ha cambiado todo mucho, la moda femenina todav¨ªa arrastra una obsesi¨®n por redefinir la silueta o por crear nuevas formas y vol¨²menes. Frente a eso, la masculina tiene un vocabulario muy definido que deja jugar, pero de una manera m¨¢s sutil, sin mucho margen de error?. Un pragmatismo que tiene que ver con c¨®mo se viste el hombre, pero tambi¨¦n con la necesidad de resignificar la ropa. ?No hace falta que nadie venga a inventar una prenda nueva, lo que les permite concentrarse mucho en ciertos aspectos que son los que interesan a los dise?adores de hoy: en los detalles, los materiales, los procesos, las cuestiones identitarias o esas capas de significado que tiene un pantal¨®n vaquero, que ha representado cosas muy diversas para mucha gente ajena a la moda?. Los esquemas en el at¨¢vico oficio de sastre est¨¢n muy acotados y, al sortear discursos grandilocuentes, favorecen el dotar a las piezas de un nuevo aura de autenticidad. ?En lugar de entrar en fantas¨ªas, van a ver por ejemplo c¨®mo se vest¨ªa un taxista en los a?os setenta, y a partir de ah¨ª desarrollan todo un vestuario utilitario?.
Sin l¨ªneas divisorias
El resultado, libre de afectaci¨®n, conquista a todos: ?Se supone que yo dise?o para hombres, pero tambi¨¦n lo compran mujeres?, cuenta Bethany Williams. Un revoltijo que no es m¨¢s que un reflejo de la sociedad, que lleva a?os avanzando hacia un armario agender, sin precisar etiqueta: ?Las camisetas, los pantalones o las parkas llevaban si¨¦ndolo mucho tiempo?, recuerda Primo.
?La moda es pendular. Algo es subversivo hasta que te acostumbras a ello; cuando lo has hecho, te parece subversivo aquello que en principio parec¨ªa mundano?, reflexiona Archie Alled Mart¨ªnez, de Alled-Martinez, finalista del LVMH este 2020. Y si no, que le pregunten al Rey Sol de Francia, que presum¨ªa de m¨¢s influencia en el vestir que cualquier dama de su ¨¦poca. Lo unisex tampoco es invento contempor¨¢neo: varias pinturas sugieren que en el Antiguo Egipto ya lo hab¨ªan descubierto. La sociedad evoluciona, pero lo hace recurriendo a argucias arcaicas. Como dec¨ªa Rose Bertin, la marchante de Mar¨ªa Antonieta, ?no hay nada nuevo, salvo lo que se ha olvidado?.
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