El porno para mam¨¢s llega a los cl¨¢sicos de la literatura

"En vano he luchado. No quiero hacerlo m¨¢s. Mis sentimientos no pueden contenerse. Perm¨ªtame usted que le manifieste cuan ardientemente la admiro y la amo."

Ardientes, en efecto, las palabras de Fitzwilliam Darcy a Elizabeth Bennet en Orgullo y prejuicio, pero para algunos no lo suficientemente t¨®rridas. Hay quien cree que, vale, est¨¢ muy bien que estos dos acaben juntos (?spoiler!) tras varios centenares de p¨¢ginas de malentendidos y rechazos, pero: ?qu¨¦ pasa despu¨¦s, ?una vez desabrochado el cors¨¦ de la n¨²bil Lizzie, en una de las discretamente iluminadas alcobas de Pemberley? La clase de lectores a la que le surgen este tipo de dudas y otras similares (?Est¨¢n las habilidades amatorias del se?or Rochester de Jane Eyre a la altura de sus ademanes hipertestoster¨®nicos?; ?Qu¨¦ pasar¨ªa si Watson dejase de reprimir el poderoso man crush que siente por su jefe, Sherlock Holmes? ; ?Qu¨¦ se cuece en Bath a puerta cerrada, despu¨¦s de los muchos bailes que tienen lugar en La abad¨ªa de Northanger, de Jane Austen?). Esas mentes literario-calenturientas podr¨ªan haber encontrado la soluci¨®n a sus plegarias.?

La editorial Clandestine Classics acaba de lanzar cinco versiones subidas de tono de otros tantos cl¨¢sicos de la literatura anglosajona: Jane Eyre, Orgullo y prejuicio, La abad¨ªa de Northanger, Veinte mil leguas de viaje submarino y Estudio Escarlata, uno de los relatos m¨¢s conocidos de los protagonizados por Sherlock Holmes. El sello busca as¨ª, sin mucho disimulo, conquistar a los muchos lectores (lectoras, estad¨ªsticamente hablando) que se han quedado colgados de Cincuenta?sombras de Grey. El fen¨®meno literario de E.L. James ha entrado tambi¨¦n como un torrente en Espa?a: los tres libros de la saga coparon la semana pasada los tres primeros puestos en la lista de los libros m¨¢s vendidos.?

En consecuencia, casi todos los sellos, sobre todo los de libros orientados al gran mercado, andan buscando sus propias versiones de lo que se ha bautizado como?porno para mam¨¢s. Si hace dos a?os, la tendencia dictaba revisitar los cl¨¢sicos en clave zombi y vamp¨ªrica, lo que dio lugar a t¨ªtulos como Orgullo y prejuicio y zombies (Umbriel) -algo tiene la pobre Austen que todo el mundo se atreve a meterle mano- ahora lo suyo son las versiones X, algo que ya se practica asiduamente en los foros de fan fiction.

Los editores de Clandestine Classics prometen "destapar, de manera bastante literal, las galanter¨ªas y la timidez de los viejos tiempos". Los libros aparecen co-firmados por los autores originales y los?versionistas?modernos, quienes, a juzgar por los extractos que han colgado en su web, no tienen ning¨²n reparo en enmendarle la plana a Charlotte Br?nte, Jules Verne o Arthur Conan Doyle. En la nueva Jane Eyre, por ejemplo, hay bastantes ecos del bondage que practican Anastasia Steele y Christian Grey en la trilog¨ªa de best sellers. La t¨ªmida institutriz ahora dice cosas como "su gesto fue autoritario y deliciosamente ¨¢spero, y me dej¨® sin respiraci¨®n".

Los fans de E.L. James tambi¨¦n rememorar¨¢n la iniciaci¨®n sexual de Anastasia (que al principio del libro es una virgen de 21 a?os que ni siquiera se ha masturbado jam¨¢s) en la versi¨®n X de La abad¨ªa de Northanger. ("Desde nuestro primer encuentro he so?ado con ser el hombre que le ense?a los placeres del cuerpo", le espeta el general Tilney a la inocente Catherine).

Todav¨ªa no hay noticia de que los libros se vayan a traducir y publicar en Espa?a, pero dada la fiebre del orgasmo que vive el sector editorial, todo podr¨ªa pasar. Qui¨¦n sabe si incluso con adaptaciones mommy porn de Fortunata y Jacinta o La Regenta. La nueva legi¨®n de autores-profanadores de cl¨¢sicos podr¨ªa hacer maravillas (o no) con el confesionario de la catedral de Vetusta.