El fil¨®sofo Paul B. Preciado protagoniza el primer cap¨ªtulo de Gucci Fest, un festival de siete d¨ªas dirigido por Gus Van Sant y Alessandro Michele
Gucci estrena su festival con ¡®At Home¡¯, un corto que reflexiona sobre los cuerpos no normativos y las identidades divergentes.
??Qu¨¦ nuevos horizontes se vislumbran cuando la moda abandona su zona de confort??, se pregunta Alessandro Michele. El director creativo de Gucci lleva tiempo d¨¢ndole vueltas a esta cuesti¨®n. En febrero presentaba ¡®The Ritual¡¯, un desfile que desmontaba los mecanismos habituales que dan forma a una presentaci¨®n de moda al uso, poniendo el foco sobre el valor del proceso creativo por encima del resultado final; en julio llegar¨ªa ¡®Epilogue¡¯, en la que el propio equipo de dise?o ejerc¨ªa como modelo de las prendas que ellos mismos hab¨ªan creado. Ahora Michele investiga las posibilidades discursivas del vestido con ¡®Gucci Fest: ouverture of something that never ended¡¯, un festival de cortometrajes que entrecruzan la cotidianidad y el surrealismo para arrojar nuevamente luz sobre la funci¨®n de la moda m¨¢s all¨¢ del tradicional ritual de las pasarelas.
Rodados durante 20 d¨ªas en distintos escenarios de Roma, los cortometrajes hacen converger la mirada del propio Michele con la de su codirector, Gus van Sant. El hilo conductor lo aporta su protagonista, la artista Silvia Calderoni, que ir¨¢ viviendo distintas experiencias a medida que avance su ruta por la ciudad. Pero cada cortometraje est¨¢ pensado para que el resultado final sea, en palabras del propio Michele, un ?baile de luci¨¦rnagas?, afirma, aludiendo a las teor¨ªas del fil¨®sofo Didi-Hubermann: ?Se necesitan 5.000 luci¨¦rnagas para producir la luz de una sola vela? o, en este caso, un conjunto de actores, elementos narrativos y juegos visuales para que se haga la luz sobre la oscuridad. En este sentido, el Gucci Fest es una celebraci¨®n de la comunidad sobre el individuo (diversos amigos de la firma aparecer¨¢n en la sucesi¨®n de cortometrajes), un homenaje a la moda que se crea en los m¨¢rgenes (las prendas de un grupo de dise?adores emergentes seleccionados por Michele tendr¨¢n cabida en cada episodio) y, sobre todo, un di¨¢logo entre la propia moda y la identidad, social, sexual, est¨¦tica y pol¨ªtica, que sobrevuela la trama de cada cap¨ªtulo y ejemplifica, una vez, algo que Michele se ha encargado de demostrar durante estos a?os en Gucci: el vestido nunca es solo un vestido, sino un s¨ªmbolo que condensa discursos ecl¨¦cticos, poderosos y actuales.
De ah¨ª que el primer cap¨ªtulo del Gucci Fest est¨¦ protagonizado por el fil¨®sofo Paul B. Preciado. Bajo el t¨ªtulo At Home, un metraje de casi 20 minutos muestra a Calderoni en su casa, en una exc¨¦ntrica rutina: un grupo toca en su sal¨®n una canci¨®n, Quieter and Louder ( compuesta para la ocasi¨®n por Kim Gordon) mientras Preciado la interpela desde la pantalla de su televisor, record¨¢ndole (o tal vez revel¨¢ndole) que la segregaci¨®n de los cuerpos no normativos tiene raigambre hist¨®rica, y no biol¨®gica. ?Hemos sido construidos durante la historia patriarcal como monstruos: como mujeres hist¨¦ricas, como homosexuales, como discapacitados, como enfermos mentales¡, ahora los monstruos toman la palabra?, va razonando Preciado en el televisor a medida que la protagonista va tomando conciencia de sus palabras, una conciencia que le hace cambiar su actitud en esa ma?ana rutinaria y, por lo mismo, cambiar su est¨¦tica.
?Mi personaje es el de un fil¨®sofo que habla en televisi¨®n sobre? la revoluci¨®n sexual, de g¨¦nero y antirracista que estamos viviendo. Es en cierto modo yo mismo, porque toma mis palabras y mis ideas, pero no soy exactamente yo, porque los fil¨®sofos no solemos hablar en televisi¨®n?, explica Paul B. Preciado de este primer cap¨ªtulo. Lo cierto es que en estos a?os al frente de Gucci, Michele ha sido pionero en inspirar sus colecciones en teor¨ªas filos¨®ficas que a¨²n hoy siguen vigentes. Hace un a?o present¨® un pol¨¦mico desfile, repleto de batas blancas, para reflexionar en torno al concepto de biopol¨ªtica de Foucault, es decir, para hablar de c¨®mo el sistema social y pol¨ªtico moldea impl¨ªcitamente nuestros cuerpos y nuestras forma de relacionarnos con ellos. La participaci¨®n de Preciado en el discurso de Gucci entronca perfectamente con esa idea de liberaci¨®n de lo no normativo, a cualquier nivel, que lleva a?os proclamando el dise?ador. Pocas cosas hay tan pr¨¢cticas como un vestido y , a la vez, pocas tan abstractas como una teor¨ªa filos¨®fica contempor¨¢nea. Sin embargo, ambas son complementarias (de hecho, es necesario que se complementen), porque solo as¨ª se amplifica la potencia de las preguntas importantes. El baile de luci¨¦rnagas de Gucci acaba de empezar. No dejar¨¢ respuestas concluyentes, pero s¨ª encender¨¢ esa vela que alumbra las cuestiones fundamentales.
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