¡®Senior cords¡¯, los pantalones nacidos de una tradici¨®n universitaria que Harry Styles ha convertido en objeto de culto
Su origen est¨¢ en las prendas de pana amarilla personalizadas que los estudiantes de Indiana empezaron a crear en 1904. La marca neoyorquina Bode ha recuperado esta idea y elabora piezas por encargo ilustradas seg¨²n los gustos del cliente.
Eran como un anuario visual. Un resumen ¨Cque se llevaba puesto y se exhib¨ªa con orgullo¨C de los gustos, amores, chascarrillos y tendencias del curso. Y tambi¨¦n un s¨ªmbolo de estatus: solo los estudiantes de ¨²ltimo a?o pod¨ªan vestirlos, y solo en ocasiones destacadas, como las celebraciones de los viernes o los eventos deportivos. Los senior cords son prendas de pana amarilla decoradas con dibujos hechos a mano que sintetizan el universo de quien las lleva. Nacieron en Indiana en 1904, y la tradici¨®n fue desapareciendo a principios de los a?os setenta. Pero ahora Harry Styles ha reivindicado como objeto de culto estas piezas al lucir unos pantalones personalizados de la pujante firma neoyorquina de hombre Bode en su muy comentada sesi¨®n de fotos de portada de la edici¨®n estadounidense de Vogue.
La misma revista explica en un art¨ªculo de su web que la idea de ponerse esos pantalones ¨Cque no constaban en la selecci¨®n inicial de prendas para la sesi¨®n de fotos¨C fue un empe?o del propio Styles. El cantante llevaba tiempo interesado en esas piezas con las que Emily Bode busca rescatar tradiciones estadounidenses y fue ¨¦l mismo quien decidi¨® junto a su estilista, Harry Lambert, encargar la prenda. Aayushia Khowala, directora de ilustraci¨®n de Bode, fue la responsable de plasmar sobre la pana el cosmos del brit¨¢nico: hay dibujos inspirados en sus m¨²ltiples tatuajes, aparece el escudo del Manchester United, tambi¨¦n un retrato de su admirado David Hockney y en el bajo se pueden ver dos fechas, 1957 y 1994 (a?os del nacimiento de su padre y de ¨¦l, respectivamente) y un nombre, el de su ahijada Ruby.
De esta forma Styles ha hecho un gui?o a una tradici¨®n del Medio Oeste de los Estados Unidos olvidada hace tiempo que ahora, con el creciente inter¨¦s por lo artesanal y la personalizaci¨®n de las prendas, est¨¢ resurgiendo. Seg¨²n cuenta en un art¨ªculo Amanda Hamon, de la Universidad de Purdue, el origen de los senior cords tiene mucho de casualidad: ¡°Los archivos de la biblioteca de Purdue recogen que en el oto?o de 1904 varios alumnos de ¨²ltimo curso vieron expuesto en un escaparate de la sastrer¨ªa Taylor Steffen Co. de Lafayette un rollo de pana amarilla. Decidieron hacerse unos pantalones de ese material y esos pantalones se convirtieron pronto en una declaraci¨®n de moda para el resto de la clase. Se les llam¨® cords (por la pana, corduroy en ingl¨¦s) o whistlers (silbadores) por el ruido que la pana hace cuando quien la lleva camina¡±.
Heather Akou, profesora asociada de la Universidad de Indiana e historiadora del arte que dirige la Elizabeth Sage Historic Costume Collection, explica a SModa que ¡°no est¨¢ del todo claro si los senior cords surgieron en Purdue o la Universidad de Indiana, o tal vez otra instituci¨®n. Pero s¨ª se sabe que los primeros en crearlos y vestirlos fueron miembros de fraternidades universitarias de principios del siglo XX¡±. En los a?os cuarenta, subraya Akou, esta tendencia se populariz¨®: ¡°Fue cuando el concepto se extendi¨® a las sororities y a muchos institutos, y no solo de Indiana, porque el estado limita con Michigan, Illinois, Ohio y Kentucky y a algunos de esos lugares tambi¨¦n lleg¨® esta tendencia¡±.
El momento ¨¢lgido de los senior cords tuvo lugar ¡°entre 1945 y 1970¡±, precisa Akou. ¡°Aunque esta pr¨¢ctica no exist¨ªa en todos los centros y no todos los alumnos pod¨ªan permitirse participar, eran prendas muy populares entre los estudiantes de ¨²ltimo a?o. Cada pieza estaba decorada de forma individual, a mano, con s¨ªmbolos y palabras que describ¨ªan a quien los llevaba: su a?o de graduaci¨®n, los nombres de sus amigos, sus personajes de dibujos animados favoritos, temas que estaban estudiando, los lugares donde deseaban ir, los equipos y clubes a los que pertenec¨ªan¡¡±, a?ade. El auge de estas prendas tuvo mucho que ver con el momento hist¨®rico. ¡°Coincidi¨® con una gran prosperidad econ¨®mica en los Estados Unidos, que permiti¨® a m¨¢s gente estudiar en vez de ponerse a trabajar para ayudar a sus familias. En los sesenta el n¨²mero de estudiantes de instituto tambi¨¦n creci¨® notablemente por la generaci¨®n del baby boom¡±, comenta Akou.
A lo largo de m¨¢s de seis d¨¦cadas pantalones, chaquetas, chalecos y faldas ¨Cporque esta moda lleg¨® tanto a hombres como a mujeres¨C se convirtieron en testigos textiles de la historia de los estudiantes. Al principio la pana se luc¨ªa lisa, sin pintar, y no se ha podido datar el momento preciso en el que dibujos y frases se convirtieron en una parte esencial de estas prendas, aunque hay testimonios gr¨¢ficos de dibujos en un anuario de 1943 de Purdue. A principios de los setenta la tradici¨®n fue desapareciendo, algo que Akou tambi¨¦n relaciona con el momento hist¨®rico: ¡°Aunque no lleg¨® a desvanecerse del todo, hubo un declive por dos factores. El primero fue la concentraci¨®n de las aulas: en lugar de ampliar los institutos para la generaci¨®n del baby boom muchos distritos decidieron construir grandes centros y con esto fueron eliminadas muchas tradiciones. El otro factor fue la frustraci¨®n por los s¨ªmbolos obscenos y pol¨ªticos. Los senior cords siempre hab¨ªan sido un poco arriesgados, algo que estaba bien para los universitarios, pero no para los alumnos de instituto. En ese momento comenzaron las protestas por la Guerra de Vietnam y en vez de vigilar los dise?os ¨Calgo que habr¨ªa sido dif¨ªcil legalmente, porque la Corte Suprema dictamin¨® en 1969 que las escuelas p¨²blicas no pod¨ªan limitar la libertad de expresi¨®n de los estudiantes a trav¨¦s de la ropa¨C muchas escuelas optaron por eliminar la tradici¨®n y prohibir su uso¡±.
En la actualidad Emily Bode quiere reivindicar la importancia de esta tradici¨®n, convertida tambi¨¦n en objeto de coleccionismo (una falda senior cords de los sesenta puede llegar a venderse por 1.000 euros en Etsy). La dise?adora se ha labrado un nombre por su defensa de las piezas vintage y por incorporar en sus creaciones t¨¦cnicas tradicionales estadounidenses como el quilt o el patchwork.
En 2018 Bode lanz¨® su primera colecci¨®n de senior cords, en 2019 cre¨® un conjunto de chaqueta y pantal¨®n para que Leon Bridges lo luciera en la entrega de los premios Grammy (lleno de referencias a sus or¨ªgenes y sus recuerdos) y su firma ofrece un servicio para crear prendas personalizadas al gusto del cliente, desde shorts a chaquetas o pantalones. Seg¨²n la propia creadora cont¨® en Finantial Times, el valor de estas prendas es sentimental y apela a la memoria, a la permanencia: ¡°Los senior cords son una instant¨¢nea de la vida, una c¨¢psula del tiempo que cuelga en tu armario¡±.
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