Hirokolele, el impresionante arte floral que decora la cabeza de las hawaianas (y que no se debe tirar nunca a la basura)

Cuando alguien piensa en Hawai lo normal es acordarse de las bailarinas de hula, del surf y de sus incre¨ªbles paisajes de verdes cordilleras, pero quiz¨¢ una de los elementos m¨¢s caracter¨ªsticos de esas lejanas islas son los adornos florales que los hawaianos suelen regalar en ocasiones especiales.

Este tipo de guirnaldas hechas con flores y plantas, y que pueden colocarse en forma de collar o de corona, se llaman gen¨¦ricamente lei, y pueden encontrarse de muchos tipos y formas. Se elaboran con una gran variedad de flores frescas, hojas, tallos, conchas y otros elementos de la naturaleza de esas islas. Incluso con otros objetos como caramelos, joyas e incluso billetes de banco.

Los leis forman parte de la cultura hawaiana desde que llegaron a la misma los pueblos polinesios que poblaron esas islas alrededor del siglo XI de nuestra era. Aquellos pioneros trajeron sus tradiciones entre las que se encontraba la creaci¨®n de arreglos florales para honrar a sus dioses y a sus gobernantes. Con la llegada del turismo en el siglo XX, los lei se convirtieron en parte de la fantas¨ªa occidental del viaje al para¨ªso hawaiano y ninguna visita a esa regi¨®n estar¨ªa completa si al bajar del barco o del avi¨®n el turista no recibiera de manos de un local una guirnalda hecha con flores frescas.

Hoy en d¨ªa, los lei contin¨²an siendo un s¨ªmbolo de amor, amistad, respeto y hospitalidad. Regalar uno de ellos es una muestra de afecto y de consideraci¨®n a la persona que lo recibe y son comunes en bodas, graduaciones, cumplea?os, etc.

Una cuenta de Instagram dedicada a los arreglos florales

Pero quiz¨¢ no estar¨ªamos hablando de todo esto si no fuera por @hirokolele, una cuenta de Instagram en la que su administradora, Hiroko, cuelga casi cada semana impresionantes ejemplos de este tipo de arte floral, en su caso de tocados para la cabeza que confecciona ella misma. Para saber un poco m¨¢s sobre el tema, decidimos contactar con ella, a pesar de los casi 13.000 kil¨®metros de distancia que nos separan, para saber un poco m¨¢s sobre qui¨¦n est¨¢ detr¨¢s de este proyecto y tambi¨¦n un poco m¨¢s sobre esta bella tradici¨®n.

¡°Soy japonesa y llegu¨¦ a Hawai hace unos veinte a?os¡±, nos explica Hiroko desde la isla de Kauai, donde trabaja como paisajista. ¡°Mi objetivo al crear esta cuenta era mostrar la belleza natural de las plantas de la isla en la que vivo, pero tambi¨¦n mostrar algo diferente a lo que ya postean otras personas¡±. Hiroko nos explica que la mayor¨ªa de las plantas provienen del vivero en el que trabaja. ¡°Lo cierto es que no solo utilizo plantas aut¨®ctonas, sino que empleo todo tipo de plantas tropicales, aunque no sean originarias de la isla¡±.

Las flores con las que se elaboran los lei pueden pertenecer a una amplia variedad de plantas, entre las que podemos encontrar plumerias, quiz¨¢ la flor m¨¢s emblem¨¢tica de estas islas, orqu¨ªdeas, tuberosas e hibiscos, as¨ª como hojas verdes. Pero tambi¨¦n nueces de kukui, conchas y otros elementos naturales. La elecci¨®n de los materiales a menudo depende de la ocasi¨®n y el significado que se desea transmitir con el arreglo floral.

En la cuenta de Hiroko llama la atenci¨®n que siempre aparece la misma modelo, una se?ora hawaiana de cierta edad. ¡°Se trata de Nani, una mujer nacida en la isla y que es la empleada de m¨¢s edad de la empresa en la que trabajo¡±, explica la paisajista. ¡°Cuando la conoc¨ª, me llam¨® la atenci¨®n que ella sol¨ªa elegir una flor para coloc¨¢rsela en el pelo, en ocasiones incluso flores enormes que se pon¨ªa detr¨¢s de la oreja. Se trata de una tradici¨®n muy arraigada aqu¨ª y que tiene sus c¨®digos. Por ejemplo, si una mujer se pone la flor en la oreja izquierda, quiere decir que est¨¢ casada¡±.

Hiroko tambi¨¦n nos explica que este tipo de adornos o flores se suelen utilizar durante varios d¨ªas. ¡°Nani se pone un flor un d¨ªa y por la noche la coloca en un vaso de agua. De esta forma la puede utilizar durante varias jornadas¡±.

Como se puede apreciar en la cuenta de Hiroko, los lei, y especialmente los de cabeza, pueden tener estilos diferentes y utilizar multitud de patrones diferentes, desde los m¨¢s simples a los m¨¢s elaborados. Seg¨²n Hiroko, ¡°el arte floral hawaiano se ha mantenido casi inalterado desde hace siglos, aunque cada artesana puede darle a sus creaciones su toque personal¡±, afirma. ¡°Es cierto que, en los ¨²ltimos a?os, se han incorporado algunas t¨¦cnicas como el uso de hornos microondas o la congelaci¨®n para ablandar algunas clases de hojas y hacer m¨¢s f¨¢cil su manipulaci¨®n. Sin embargo, la forma de trenzarlas es la misma de siempre. Tambi¨¦n se han a?adido algunas plantas nuevas con las que antes no se contaba, que han sido introducidas en la flora de la isla¡±.

La cultura de los lei ha hecho, en opini¨®n de Hiroko, que los hawaianos sepan m¨¢s de las plantas que los rodean. Esta actividad se transmite fundamentalmente de generaci¨®n en generaci¨®n y, aunque quiz¨¢ no es tan com¨²n hoy en d¨ªa como antes ver a mujeres en la calle luciendo lei en su vida diaria, sigue siendo com¨²n, por ejemplo, que las novias los luzcan el d¨ªa de su boda.

C¨®mo deshacerse de un lei

Los lei son un signo de respeto tan alto en la cultura de Hawai que ni siquiera se pueden tirar a la basura como si se tratara de cualquier otro objeto. La tradici¨®n manda que deben ser devueltos al lugar de d¨®nde fueron recolectados o, en caso de que eso no sea posible, deben ser devueltos a la tierra de diversas formas. Pueden colgarse en un ¨¢rbol, enterrarse o quemarse.

Un lei representa el amor y el respeto hacia una persona, y desecharlo equivale a desechar el amor y el respeto de quien lo ha entregado. Algunos tipos de lei suelen dejarse en una ventana para que se sequen, lo que hace que su fragancia natural llene la habitaci¨®n. Tambi¨¦n suelen colocarse en el interior de los veh¨ªculos con el mismo efecto.

En la tradici¨®n hawaiana, el acto de devolver un lei a su lugar de origen o de manera respetuosa a la tierra es un gesto profundamente arraigado en la cultura: refleja una conexi¨®n con la naturaleza y una apreciaci¨®n por los recursos naturales que se han utilizado para crearlos.