Lindsay Lohan se confiesa ante Oprah: ?S¨ª, soy adicta?
"A pesar de sentirme feliz con mis adicciones y todo el caos que me rodeaba, inconscientemente parec¨ªa estar deseando ingresar en prisi¨®n y as¨ª encontrar algo de paz", asegura la ¨²ltima estrella estrellada que ha adoptado Oprah Winfrey para pasar por el aro en horario de m¨¢xima audiencia. El esperado encuentro entre Lindsay Lohan, la chica mala de Hollywood, y la dama del periodismo lacrim¨®geno se desarroll¨® sin demasiados contratiempos y mucha vaselina. Oprah's Next Chapter, el programa que meses atr¨¢s desnud¨® las mentiras de Lance Armstrong, exprimi¨® con calculada firmeza la vida de pel¨ªcula (pura serie B) de uno de los personajes m¨¢s pol¨¦micos de la cultura pop estadounidense. Anoche Lohan se retrotrajo a su infancia para vomitar las verg¨¹enzas que casi acaban con su carrera y dio por concluido su abultado historial de autosabotaje.
El estilo implacable de Winfrey facilit¨® nada m¨¢s comenzar la entrevista que Lohan decidiera mancharse las manos: "Mi adicci¨®n al alcohol ha sido la puerta de entrada de otras sustancias". Despu¨¦s de confesar que la coca¨ªna solo la ha probado "no m¨¢s de diez o quince veces" y siempre como parte inseparable de su otro gran problema, la princesa arrepentida explic¨® que su sexto ingreso en una cl¨ªnica de desintoxicaci¨®n ha sido el definitivo: "Creo que otras veces no acept¨¦ el hecho de que lo ¨²nico que deb¨ªa hacer era cerrar la boca y escuchar". Parece que a la sexta va la vencida. "Ahora solo tomo vitaminas", dijo.
Lindsay Lohan y Oprah Winfrey, momentos antes de la entrevista emitida anoche en televisi¨®n.
Instagram (@lindsaylohan)
Su ocaso comenz¨® con tan solo dieciocho a?os, justo despu¨¦s del rodaje de Chicas Malas, una joya de culto para paladares desprejuiciados. Al mudarse a Los ?ngeles, con los esc¨¢ndalos y las noches en el Chateau Marmont, no se dio cuenta de que la gente que le rodeaba "lo hac¨ªa por razones equivocadas". Nueve a?os despu¨¦s, el balance no puede ser m¨¢s concluyente: el club de los 27 o la vida por delante. Y ahora que parece haber tomado una decisi¨®n, Lohan ya no culpa de sus errores a sus padres: "Los amo". Su desdichada infancia estuvo marcada por los problemas de sus progenitores con la justicia y las sustancias. "No creo que lo que han podido hacer o decir haya sido de forma intencionada", dijo. "Al fin y al cabo siguen siendo mis padres".
Como no pod¨ªa ser de otra manera, esta sucesi¨®n de perlas se aviene a las exigencias del guion perfecto en la era viral. En Twitter, ambas mujeres se dedicaron p¨ªldoras edulcoradas y llenas de filosof¨ªa barata durante la retransmisi¨®n. Y los fans, siempre a punto, parec¨ªan encantados en las redes sociales. Camisetas, mensajes de apoyo y el uso del hashtag #LindsaysNextChapter completaron la noche de los que consienten la en¨¦sima oportunidad a Lohan.
??Lindsay, no mueras!?, rezan las camisetas de apoyo dise?adas por los fans.
Instagram (@markcohen)
Sin caer en ese viejo truco que dice que si los pecadores visten de blanco parecen menos pecadores, la ex chica Disney ofreci¨® su mejor perfil enfundada en un vestido de color presidiario. Qu¨¦ importa ya, debi¨® pensar. A estas alturas hablar de juicios paralelos suena a risa. Si no que se lo pregunten al director Paul Schrader, que acaba de perpetrar The Canyons, una pel¨ªcula protagonizada por Lohan y el ex actor porno James Deen. Triturada por la cr¨ªtica, cuentan que precisamente es ella la ¨²nica que se salva de la quema. Iron¨ªas de la vida, salv¨® el filme que la ha salvado.
"No tengo ning¨²n control sobre el ma?ana, as¨ª que solo debo vivir el momento", concluy¨® en su entrevista con Winfrey. Carpe diem, tempus fugit. Seguro que los dos millones de d¨®lares que ha recibido por su redenci¨®n hacen que el diem se le pase volando y del tempus ni se entere.
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