Los nuevos roles del cibersexo
Ligar por Internet ya no es exc¨¦ntrico. El universo dating se transforma con un sincero ejercicio de erotismo en el que los roles del usuario y el concepto de pareja se reinventan.
Treinta?eros, con formaci¨®n universitaria y vidas sociales activas, tanto digitales como anal¨®gicas. Ellos dan paso al nuevo usuario, menos rom¨¢ntico, que irrumpe en el universo del dating rompiendo el estigma del solter¨®n desesperado. El negocio, que en 2011 movi¨® 40 millones de euros y tiene en Espa?a unos 100.000 usuarios entre casi una veintena de plataformas (de las cuales destacan Meetic, Badoo, POF, S¨¦travieso o Match.com), se reinventa. De hecho, no dejan de surgir nuevas redes globales, como la start-up californiana OK Cupid, una especie de Google del flirteo, que redefinen los encuentros basados en matchmaking.
?Buscar sexo en Internet es m¨¢s tranquilo, real y seguro. Y no necesitas tomarte equis copas para lanzarte?. As¨ª describe Jacqueline, una atractiva dise?adora de 35 a?os, su visi¨®n del cortejo online. Aunque vive con su pareja, frecuenta las principales plataformas de citas. Son millones de personas las que acceden a estas redes sociales y confiesan, sin tapujos, que ahora no buscan amor, sino una gama de deseos insatisfechos.
As¨ª, la Red se ha estampado con una nueva sociedad. ?El concepto de pareja y familia ha cambiado. Los sentimientos tambi¨¦n?, dice la soci¨®loga Ana Mar¨ªa Gonz¨¢lez, de la Universitat Oberta de Catalunya. ?Internet permite reconstruirnos, ense?orearnos, travestirnos?.
Todo indica que en una sociedad en la que no hay tiempo, los objetivos er¨®ticos se enfocan a ¨®rdenes m¨¢s promiscuas y menos serias que la b¨²squeda del amor ideal. Emerge una colorida bacanal virtual donde, para usuarias como Jacqueline, crear un perfil p¨²blico en el que ligar no parece darle ninguna verg¨¹enza. ?Desde luego, no menos que esos escotes de v¨¦rtigo buscando amor?, dice entre carcajadas. Se impone tambi¨¦n una nueva democracia al permitir el acceso gratuito a estos servicios. Y en ella, los usuarios hablan sin tapujos de con qui¨¦n quieren pasar una noche o la vida entera.
En sociedades como la estadounidense uno de cada tres matrimonios ya proviene del mundo online. Y, seg¨²n concluye un estudio de la Universidad de Chicago, ?la satisfacci¨®n marital es mayor en las parejas que se han conocido en salas de chat que las que lo han hecho en la universidad o en los bares?.
?Las empresas dating siguen vendiendo el amor para toda la vida?, a?ade Ana Mar¨ªa. Aunque ?se ha perdido el pudor a buscar sexo independientemente de la relaci¨®n personal o matrimonial?. Y es que las pasiones 2.0 no entienden de recato, y conceptos como ?pareja? o ?fidelidad? revisan su significado. Bajo el lema ?La vida es corta, ten una aventura?, Ashley Madison, especializada en aventuras extramatrimoniales, encumbra la infidelidad como una estrategia de felicidad y supervivencia. Y, bajo el pago de una cuota, abre un servicio de llamadas secretas o un bot¨®n del p¨¢nico, para abandonar inmediatamente el chat si el usuario es sorprendido flirteando.?En Espa?a el 88% de los clientes est¨¢n casados y tienen uno o dos hijos. Y el 88% de los hombres y el 91% de las mujeres confiesan tener una aventura para salvar su matrimonio.
Otras p¨¢ginas como adoptauntio.es (adaptaci¨®n de una exitosa plataforma francesa) manifiesta un nuevo feminismo que permite a las usuarias escoger cu¨¢l, de entre miles de candidatos, ir¨¢ a parar a su cesta de la compra, a elegir entre Especial Zanahorios, Bigotudos o Tatuados y perforados. Con una media de edad jovenc¨ªsima (el 85% tiene entre 18 y 35 a?os), aqu¨ª las mujeres buscan al nuevo hombre decidiendo cu¨¢ndo y con qui¨¦n quieren hablar. Cambio de roles.
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