Modelos negras en la Alta Costura: una dif¨ªcil revoluci¨®n iniciada por Yves Saint Laurent
Visti¨® a la mujer de hombre, inaugur¨® el pr¨ºt-¨¤-porter, subi¨® la calle a la pasarela e impuls¨® la presencia de tops negras, creando mitos como Iman y Naomi Campbell en los 70 y 80. Pero fue mucho antes, en 1962, cuando Yves Saint Laurent subi¨® a desfilar a Fidelia, la primera modelo de color en la Alta Costura de Par¨ªs.
A diferentes nombres de la costura francesa se les atribuye el primer casting multirracial, desde Courr¨¨ges hasta Givenchy, pasando por el dise?ador de origen espa?ol Paco Rabanne, que provoc¨® el esc¨¢ndalo con sus desfiles-espect¨¢culo de los 60 y la estupefacci¨®n de la prensa norteamericana. En el de 1964, una modelo negra present¨® un vestido de novia confeccionado en pl¨¢stico y se lo echaron en cara despu¨¦s en el backstage. ¡°Las vi venir, a las chicas de Vogue Am¨¦rica y Harper¡¯s Bazaar. ¡®Qu¨¦ has hecho?¡¯ ¡®No tienes derecho a hacer eso, a sacar esa clase de chicas. La moda es para nosotras, las blancas¡¯. Me escupieron en en la cara¡±. Son palabras del propio Rabanne, seg¨²n asegura Barbara Summers en su libro Skin Deep, que recoge los testimonios de diferentes maniqu¨ªes de color en la segunda mitad del siglo XX.
Paco Rabanne (Francisco Rabaneda Cuervo en realidad, de origen vasco) fue de los primeros en abrazar el color en la alta moda, efectivamente, pero no el primero. Yves Saint Laurent se le hab¨ªa adelantado en 1962, como se adelant¨® a tantas cosas, con una puesta en escena por lo dem¨¢s mucho m¨¢s conservadora. Mientras que Rabanne lleg¨® a la moda como un hurac¨¢n usando materiales industriales como el metal y el pl¨¢stico, demandando atenci¨®n, Yves Saint Laurent ven¨ªa de la costura m¨¢s elevada habiendo sucedido al mism¨ªsimo Christian Dior. Su revoluci¨®n fue m¨¢s sosegada que la del vasco, si bien m¨¢s relevante, duradera e intr¨ªnsecamente textil. Y adem¨¢s empez¨® antes.
Tras ser despedido de Dior mientras sufr¨ªa una crisis nerviosa por haber sido llamado a filas, un jovenc¨ªsimo Saint Laurent ¨Cel principito de la costura- cre¨® su firma propia junto a Pierre Berg¨¦, que entonces era su pareja. Cont¨® con un peque?o grupo de modelos cauc¨¢sicas y una de color, Fidelia, para presentar su colecci¨®n de debut el 29 de enero de 1962. El primer cambio mostraba a una mujer con pantal¨®n blanco y un abrigo de estilo marinero, lo que no supone nada sorprendente hoy en d¨ªa, pero s¨ª era una andr¨®gina revoluci¨®n entonces. Una revoluci¨®n tan bien confeccionada, eso s¨ª, que la acogida fue excelente. La piel oscura de Fidelia se distingue en las fotos en blanco y negro que han perdurado de aquel desfile. Tambi¨¦n la mencionan en los textos informativos del Museo Yves Saint Laurent Paris, y a ella se refiri¨® el propio dise?ador en una entrevista en la que confirmaba que ¨¦l fue pionero en este asunto. Poco m¨¢s sobemos sobre Fidelia. Resulta imposible encontrar informaci¨®n sobre ella o sobre el devenir de su carrera como modelo, que pareci¨® extinguirse.
Lo que s¨ª qued¨® bien documentado despu¨¦s es que el dise?ador franc¨¦s nacido en Or¨¢n (Argelia) admiraba la belleza de las mujeres negras. Fue en la d¨¦cada de los 70 cuando empez¨® a trabajar con ellas intensivamente, siendo en m¨²ltiples ocasiones quienes presentaban el conjunto estrella de cada colecci¨®n, que el modista sol¨ªa marcar con un coraz¨®n en los bocetos. Mounia, oriunda de Martinica, fue una de sus preferidas, y desfil¨® casi exclusivamente para ¨¦l hasta retirarse en los 80. Ella misma resumir¨ªa su historia as¨ª a la revista W: ¡°Fui su primera musa negra¡ ?l ayud¨® a abrir la puerta a las modelos de color. A veces yo era su confidente, a veces alimentaba su creatividad [¡] La colecci¨®n que me hizo famosa fue la inspirada en la ¨®pera de tem¨¢tica afroamericana Porgy y Bess. Yo llevaba un traje rosa y un gorro marinero. Camin¨¦ al son de Summertime y me met¨ª de lleno en el papel de Bess. Catherine Deneuve se levant¨® y empez¨® a aplaudir [¡] La gente gritaba ¡®bravo Yves Saint Laurent¡¯ y ¡®brava Mounia¡¯. ?l me cogi¨® entre sus brazos y nos besamos. Despu¨¦s de aquello consegu¨ª m¨¢s de 15 portadas¡±.
Naomi Campbell tambi¨¦n ha agradecido su ascenso profesional a Yves Saint Laurent. Le conoci¨® a los 16 a?os y a los 18 le cont¨® que Vogue Paris no le quer¨ªa dar la portada por su raza. Saint Laurent presion¨® al medio amenazando con retirar la publicidad, y as¨ª fue c¨®mo Campbell aterriz¨® en la primera plana del Vogue franc¨¦s en 1988, siendo el primer rostro de color. En otra ocasi¨®n, la top dijo sobre el dise?ador: ?Creo que fue el primero que puso mujeres de color en las pasarelas, y le estoy muy agradecida por eso, por darnos la oportunidad de estar all¨ª. Todos los dem¨¢s dise?adores se han inspirado en ¨¦l de alguna manera.?
Seg¨²n Piere Berg¨¦, el que fuera compa?ero sentimental del modista durante a?os y su socio de por vida, no hab¨ªa motivos ideol¨®gicos detr¨¢s. ¡°Yves Saint Laurent mostr¨® a tantas mujeres negras que se percib¨ªa como un deseo de ser antirracista, pero ¨¦l era ajeno a todo esto?, declar¨® en 2014 a la revista francesa sobre actualidad africana Jeune Afrique. Y explicaba: ¡°Simplemente era muy sensible a los cuerpos de las mujeres negras, a la forma en que se mov¨ªan; las amaba?. Pero lo cierto es que, fuera por el motivo que fuera, su marca fue de las pocas del sector del lujo que en los 60 se anunciaba en la revista para el p¨²blico afroamericano Ebony, una estrategia de marketing entonces arriesgada.
Claro que el riesgo siempre estuvo en la ra¨ªz de la marca que Yves Saint Laurent y Pierre Berg¨¦ crearon juntos, y que sirvi¨® de bisagra entre dos eras claramente diferenciadas de la moda: la de la gran costura de virtuosos como Dior y Balenciaga y la del pr¨ºt-¨¤-porter moderno, m¨¢s democr¨¢tico y accesible. El de Argelia conjug¨® ambos mundos y marc¨® el camino a seguir. Desde el principio, y durante muchos a?os seguidos, se las ingeni¨® para abrir un nuevo cap¨ªtulo en
la historia de la moda con cada una de sus colecciones. Primero fue la silueta trapecio para Dior, luego las chupas de cuero negro que escandalizaron a la cr¨ªtica en 1960, despu¨¦s el abrigo marinero ya en su propia firma, los pantalones, los vestidos Mondrian, el traje masculino para la mujer, su famoso smoking, las primeras transparencias en pasarela, los petos, las chaquetas saharianas, la Colecci¨®n Africana confeccionada en materiales naturales, y un largo etc¨¦tera. Daba titulares con cada puntada, sin perder por ello un ¨¢pice de calidad en confecci¨®n y atenci¨®n a los detalles.
Berg¨¦ lo resume as¨ª: ¡°Es un hecho conocido en la moda que Chanel le dio libertad a las mujeres y a?os despu¨¦s Saint Laurent les dio poder. Cuando una mujer estaba insegura, sus prendas le daban confianza¡±. La actriz Catherine Deneuve, musa e ¨ªntima amiga del couturier, explica este fen¨®meno con detalle y seg¨²n su propia experiencia: ¡°Su ropa para el d¨ªa ayuda a las mujeres a adentrarse en un mundo lleno de extra?os. Les permite ir donde quieran sin captar demasiada atenci¨®n indeseada, gracias a su cualidad de alg¨²n modo masculina. Sin embargo, para la noche, cuando las mujeres pueden elegir su compa?¨ªa, las transforma en seductoras¡±.
No hay duda de que Yves Saint Laurent amaba a las mujeres. Fueron sus mejores amigas y sus musas. No contrataba modelos s¨®lo para desfilar, sino tambi¨¦n para trabajar sobre sus cuerpos, inspirarse en ellas y crear en su atelier. A menudo modelaba directamente sin bocetar primero. As¨ª trabaj¨® con Iman, Pat Cleveland, Katoucha Niane y muchas m¨¢s. No todas las experiencias fueron igual de satisfactorias. Shailah Edmonds, una de las profesionales de color m¨¢s populares a final de los 70, cuenta el incidente por el que fue despedida como modelo de pruebas. El dise?ador se desmay¨® durante una sesi¨®n de fitting por el efecto de las drogas (es bien sabido que tuvo problemas de adicci¨®n) y a partir de entonces nunca la volvieron a llamar.
La ex modelo tiene hoy 73 a?os y se dedica a ofrecer un espect¨¢culo nocturno en Nueva York en el que canta y narra historias como esta sobre su propia vida. Un reciente reportaje en The New York Times recoge su testimonio completo sobre la edad dorada que las modelos negras vivieron a finales de los 70 y principios de los 80 en Par¨ªs. All¨ª se instalaron la mayor¨ªa por no encontrar trabajo en Estados Unidos. Los franceses estaban fascinados con ellas: ¡°?ramos un poco m¨¢s altas. Parec¨ªamos un poco m¨¢s fabulosas. Ten¨ªamos m¨¢s flow. Las modelos blancas no pod¨ªan seguirnos el ritmo y estaban furiosas por ello¡±. En su espect¨¢culo, Shailah Edmons ha contado incluso que las maniqu¨ªes italianas -celosas por estar perdiendo trabajo- empezaron a llamar a la polic¨ªa a los desfiles porque las afroamericanas no ten¨ªan permiso de trabajo.
Tambi¨¦n denuncia la ex modelo que siempre ganaron menos que las cauc¨¢sicas y que fueron una tendencia ef¨ªmera. A partir de 1985 ya nadie la llamaba para desfilar o posar. Comenz¨® el ocaso de la apreciaci¨®n de la belleza negra, si bien perduraron algunas maniqu¨ªes estrella de color como Naomi Campbell, Alek Wek o Tyra Banks, y Saint Laurent nunca las aparc¨® mientras estuvo en activo hasta 2002. En los primeros a?os del siglo XXI fue cuando menos diversidad racial hubo en la moda, llegando a la inexistencia absoluta en muchos desfiles en torno a 2008. ?Las razones? Los dise?adores comenzaron a preferir modelos que no llamaran demasiado la atenci¨®n, parecidas entre ellas. Tras el auge de las top models de los 90, quer¨ªan devolverle el protagonismo a la ropa, adem¨¢s de llegar al creciente mercado asi¨¢tico.
Entre 2004 y 2012, el italiano Stefano Pilati tom¨® las riendas de la direcci¨®n creativa de Yves Saint Laurent ¨Csustituyendo a Tom Ford- y apenas sacaba una o dos modelos de color en cada show. El panorama no mejor¨® con la controvertida llegada de Hedi Slimane a la casa en 2012, cuya querencia por las chicas p¨¢lidas y l¨¢nguidas estaba en las ant¨ªpodas de la mujer de fuerte presencia que siempre prefiri¨® el fundador de la firma. Pero en el ¨²ltimo lustro las tornas han empezado a cambiar. Mientras en la primavera de 2015 s¨®lo hubo un 17% de modelos de color en las principales semanas de la moda (Par¨ªs, Mil¨¢n, Nueva York y Londres), el porcentaje hab¨ªa ascendido al 36% el a?o pasado, seg¨²n los informes de The Fashion Spot. El esp¨ªritu inclusivo est¨¢ llegando m¨¢s all¨¢, sobre todo de la mano de las nuevas marcas independientes, que suelen contar con modelos transg¨¦nero, de diferentes tallas y de edad madura.
Con ese hurac¨¢n llamado Black Lives Matter que est¨¢ sacudiendo la sociedad estadounidense, cabe esperar que en los pr¨®ximos desfiles y campa?as veamos un enfoque racial m¨¢s acorde a nuestros tiempos. A lo que se sumar¨¢ la transformaci¨®n profunda que finalmente imponga la crisis del Covid-19. Las modelos son importantes, porque son la imagen que llega a la gente y representan de alguna forma lo deseable en sociedad. Pero su rol no mueve los hilos de la moda. El color ha de llegar a los puestos directivos, a los financieros y los creativos; s¨®lo as¨ª se traducir¨¢ org¨¢nicamente en una aproximaci¨®n del todo inclusiva. Cada paso suma, no obstante, e Yves Saint Laurent dio uno gigante en su momento, uno de los muchos que lo convirtieron en un genio.
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