?Las zapatillas de punta son especialmente crueles?: historia y mito del calzado de danza que invadi¨® las calles
Asociadas a un ideal hiperfemenino, las zapatillas de danza cl¨¢sica vuelven a estar de moda en la calle gracias a est¨¦ticas y referentes insospechados. De Gabrielle Chanel a Rosal¨ªa, as¨ª se llevan ahora.
Solo hay un zapato en el mundo capaz de adaptarse con asombrosa facilidad al vestuario de una primera dama (recordemos a Carla Bruni en su etapa en El El¨ªseo), al de una superestrella del pop (Rosal¨ªa -qui¨¦n si no- ha aparcado sus plataformas por un momento), a una famosa novia en su gran d¨ªa (Keira Knightley, en 2013), al de muchas estilistas (la brit¨¢nica Julia Hobbs ha aceptado aparcar de momento sus adidas Gazelle) o a cualquier parisina an¨®nima cualquier d¨ªa del a?o (no importa si es invierno, as¨ª es el mito de las francesas). Las bailarinas.
Gracias a TikTok, la bailarina de ballet vuelve a estar de moda desde hace unos meses, inundando la red con todo tipo de prendas que recuerdan a la danza, de leotardos a jers¨¦is cruzados, calentadores, cuellos cisne y, sobre todo, bailarinas. Pinterest confirma que el estilo bailarina ha aumentado un 1566% en los ¨²ltimos meses, mientras que el hashtag #balletcore cuenta con m¨¢s de 360 millones de visualizaciones en TikTok. Pero si las bailarinas se han vuelto la microtendencia del momento ha sido gracias a otro fen¨®meno: el desfile de Oto?o Invierno 2022-2023 de la firma italiana Miu Miu, donde las zapatillas de ballet adquirieron un aspecto completamente inesperado combinadas con calcetines gruesos de canal¨¦, minifaldas y chaquetas bomber de cuero.
El resultado es un cap¨ªtulo nuevo del Balletcore, esa est¨¦tica que se regodea en la m¨ªstica de las bailarinas, y una evoluci¨®n de la tendencia de la ropa deportiva que lleva a?os explorando todas sus posibles facetas. La moda ha romantizado en muchas ocasiones la hiperfeminidad de la bailarina, centr¨¢ndose siempre en un estereotipo muy concreto, el de la mujer blanca y delgad¨ªsima, casi ani?ada, producto de una cultura est¨¦tica y unos c¨¢nones muy alejados de la conciencia actual. As¨ª que el regreso de la bailarina solo pod¨ªa suceder rompiendo con esos clich¨¦s: ahora se combina con prendas de aire poderoso, como en el desdile de Miu Miu (que ya las hab¨ªa declinado en su colecci¨®n del verano 2016) o en el Instagram de Rosal¨ªa, que ha acabado por sentenciar que las bailarinas ya no son un calzado cursi, pijo ni ?o?o. Para llevar bailarinas hay que ser fuerte de esp¨ªritu.
El auge de las bailarinas en 2023 puede estar relacionado con la sensaci¨®n de que el momento de oro de las zapatillas deportivas como calzado diario haya llegado a su punto m¨¢ximo. La est¨¦tica de este zapato tan delicado ofrece un contrapunto a todas esas suelas track que llevamos viendo en las ¨²ltimas temporadas: endulzan casi cualquier cosa, desde una enorme chaqueta de inspiraci¨®n deportiva a una falda ¡°cargo¡± con bolsillos XXL. La nueva generaci¨®n de bailarinas tiene una silueta muy simple que sirve como as para adaptarse a cualquier est¨¦tica.
Muchas firmas contempor¨¢neas han abrazado el renacimiento de este modelo, incluidos Dior, Valentino, Christian Lacroix, Viktor & Rolf, Simone Rocha e incluso Zara, que a comienzos de 2022 lanz¨® una rom¨¢ntica y so?adora colecci¨®n de edici¨®n limitada junto al New York City Ballet, as¨ª como supermodelos (y superinfluyentes) del calibre de Kate Moss, Camille Charri¨¨re y Paloma Elsesser. Y lo mismo ocurre con la contraparte de moda masculina, ofrecida por Palomo Spain, Dries Van Noten, Gucci, Jil Sander, Maison Margiela y Comme Des Gar?ons. En 2019 Harry Styles apareci¨® en el late show Saturday Night Llive vestido de bailarina, recordando al mundo el origen masculino de la vestimenta de ballet, nacido como un deporte masculino en Rusia a principios del sigo XX.
Breve historia de la zapatilla de ballet
La bailarina Mar¨ªa Baglioni fue la primera en utilizar las bailarinas de punta en el ballet ¡°Las S¨ªlfides¡±, en el siglo XIX, pero fue Anna Pavlova, la bailarina de ballet m¨¢s famosa de todos los tiempos, quien a?adi¨® un importante avance a estas zapatillas. Pavlova -que estudi¨® entre 1892 y 1898 en el la Escuela del ballet Imperial Ruso (Ballet Mariinski de San Petersburgo), debut¨® en el Teatro Mariinsky en 1899 y ascendi¨® r¨¢pidamente a primera bailarina-, ten¨ªa unos pies muy arqueados, con mucho empeine, as¨ª que fue una de las primeras en reforzar sus zapatillas de puntas agregando una suela intermedia de cuero, tal y como llevan las zapatillas de puntas modernas.
Silvia Mira es bailarina, jefa de estudios y profesora de danza cl¨¢sica en el Real Conservatorio Profesional de Danza Mariemma, y conoce bien la intensa conexi¨®n que se forja con las zapatillas de ballet: ?Por un lado es su herramienta de trabajo y por otro, por la parte m¨¢s espiritual que se inicia en el romanticismo?, explica a SModa. ?En el romanticismo, la bailarina ansiaba flotar y volar como una s¨ªlfide por los bosques. Por esta raz¨®n los core¨®grafos de la ¨¦poca elevaron la zapatilla de media convirti¨¦ndola en zapatilla de punta. En sus inicios, la caja era algo a¨²n m¨¢s inc¨®modo y tedioso que la zapatilla actual?, cuenta esta bailarina, que recuerda que la zapatilla de punta ha ido evolucionando para ser m¨¢s c¨®moda pero tambi¨¦n para permitir la independencia de la bailarina de su partenaire y as¨ª poder hacer sus acrobacias sin la ayuda de nadie, por s¨ª misma. La punta, que a simple vista parece una jaula para los pies, en realidad dio alas a las bailarinas.
En el mundo de la danza cl¨¢sica hay dos tipos de zapatilla; las bailarinas de punta y las de media punta. Las primeras cuentan con un refuerzo especial y su funci¨®n principal es que las bailarinas puedan elevarse sobre ellas y mantener todo su peso en la punta de los dedos. No se aconseja empezar a utilizar puntas hasta que los huesos del cuerpo est¨¦n totalmente formados (alrededor de los 12 a?os) y hay un entrenamiento previo, porque para llevar bailarinas de danza hay que ser muy fuerte f¨ªsicamente. Esa dualidad, entre la delicadeza de su aspecto y la fortaleza que exigen, es el enfoque que ha inspirado a la moda a recuperarlas en 2023.
Elegir las puntas correctas resulta imprescindible para la pr¨¢ctica de la danza. Para eso hay que tener en cuenta, primero, la forma del pie: si tenemos un dedo m¨¢s largo que el resto deberemos elegir una punta de caja estrecha, si el pie es ancho habr¨¢ que elegir una caja m¨¢s cuadrada y, si los dedos son largos, la caja ser¨¢ m¨¢s alta. Es imprescindible probarse unas puntas en una tienda especializada antes de elegir unas: la talla se determina con la zapatilla cuesta y el pie plano en el suelo, y para saber si queda correcta (ni demasiado holgada ni demasiado apretada), las bailarinas hacen un pli¨¦ en segunda posici¨®n. La pala es el soporte base de la zapatilla y es m¨¢s blanda o m¨¢s dura seg¨²n se va adquiriendo destreza y fuerza, y la suela puede ser entera o partida. A la hora de escoger unas zapatillas hay que tener en cuenta la anatom¨ªa del pie, la fuerza del tobillo, la forma de los dedos y la experiencia en puntas. Despu¨¦s hay que dar con los lazos y gomas que mejor se ajustan a cada una: los hay de raso, de algod¨®n, el¨¢sticos, invisibles¡ En el momento de comprarlas, una bailarina inicia una estrecha e intensa relaci¨®n con sus puntas. Para hacerlas suyas, tiene que moldearlas, darles forma, hacerlas flexibles, coserles las cintas y los lazos (para esto tambi¨¦n hay t¨¦cnicas muy espec¨ªficas), en definitiva, trabajarlas: son como un m¨²sculo m¨¢s. Hay quienes les lijan la suela externa para que no resbalen y hay quienes las frotan con una resina s¨®lida llamada colofonia. Cada punta es tan personal como cada bailarina y solo una bailarina pod¨ªa entender la fascinaci¨®n que le provocan. ¡°Las zapatillas de punta son especialmente crueles. Ni siquiera tienes que elevarte para que te produzcan dolor. Todo lo que tienes que hacer es andar con ellas puestas¡±, dijo en una entrevista la actriz Mila Kunis, protagonista de la famosa pel¨ªcula Cisne Negro. Claro que Kunis es actriz, no bailarina.
?Lo m¨¢s dif¨ªcil es preparar bien la fuerza de los dedos del pie y del tobillo. Para ello se necesita un entrenamiento serio, en el que todo el cuerpo participa. La barra y el centro de la clase de ballet, ayuda al bailar¨ªn a entrenar todo su cuerpo?, nos explica Silvia Mira. ?Cuando el alumno empieza a ser consciente de la fuerza de los pies, es el momento de empezar con las puntas.
En la punta, igual que en la media punta, los dedos de los pies han de estar perfectamente extendidos, y la fuerza repartida, formando un tr¨ªpode, en perfecto descanso, que ayudar¨¢ a la estabilidad del pie en el suelo, en la media punta y en la punta?, a?ade esta bailarina.
En una ocasi¨®n Valentine de Colasante, la bailarina principal de la ?pera de Par¨ªs, contaba as¨ª su relaci¨®n con sus puntas: a cada par (y utiliza entre 10 y 15 al mes: en la funci¨®n del Lago de los Cisnes, el pasado diciembre, necesit¨® entre dos y tres pares por representaci¨®n) le dedica una media hora de cuidados. El ritual sucede en un s¨®tano del Palacio Garnier, cuando despu¨¦s de cada ensayo o funci¨®n embadurna el interior de sus zapatillas con un barniz especial antes de secarlas en una m¨¢quina. El secado es uno de los cuidados m¨¢s importantes para las zapatillas, que deben estar completamente secas antes de volver a utilizarlas.
Por norma general se suele decir que unas puntas de ballet duran 60 horas, dependiendo del uso continuado que se les d¨¦, del material con el que est¨¦n hechas y del cuidado y mantenimiento. Hay bailarinas que utilizan cuatro en un mes y otras a las que les duran tres meses las mismas. Las casas m¨¢s empleadas por las profesionales son Capezio, Grishko, Repetto,?Freed of London y Gaynor Minden (fabricadas en un material mucho m¨¢s resistente y con la punta ya arqueada para subir a punta en un primer momento sin necesidad de trabajarlas). Los precios oscilan entre los 75 y los 145 euros.
Las otras zapatillas de bailarina, las de media punta, muy ligeras y de suela fina y flexible, que se utiliza espec¨ªficamente en danza cl¨¢sica. Las hay de piel, muy resistentes, o de tela, que son menos duraderas pero que marcan mucho mejor el pie, y son las que en ingl¨¦s se denominan ?ballet shoes?. Como las puntas, pueden tener suela entera o partida, y vienen con una goma cosida que sujeta el tal¨®n. Son mucho m¨¢s baratas que las puntas, y su precio oscila entre los 10 y los 35 euros.
Esta zapatilla, nos explica Silvia Mira, ?se utiliza en los inicios de la ense?anza y durante toda la carreara del bailar¨ªn. Aunque realmente, al principio me gusta ense?ar descalza, para sentir perfectamente los dedos de los pies, bien apoyados y extendidos en el suelo. El material suele ser tela, como si fuera un lino un poco m¨¢s fuerte y resistente, pero siempre de algod¨®n. Antiguamente eran de cuero. Las zapatillas han ido evolucionando buscando la comodidad y eficacia. La suela es casi inexistente, como si fuera unas l¨¢minas de cuero el¨¢sticas que permiten estirar el pie en su m¨¢xima articulaci¨®n. En ocasiones partidas en el puente para no dificultar sacar el m¨¢ximo empeine?. Como las puntas, pueden tener suela entera o partida, y vienen con una goma cosida que sujeta el tal¨®n. Son mucho m¨¢s baratas que las puntas, y su precio oscila entre los 10 y los 35 euros. ?El color, rosa principalmente para las mujeres y blanco para los varones. As¨ª como color carne, que se utiliza para ambos sexos. El color negro se usa para bailes de estilo espa?ol, y por supuesto diferentes colores si la creaci¨®n o coreograf¨ªa lo exige?, especifica Silvia Mira.
De la barra a la calle
El culto moderno por la bailarina no puede explicarse sin hablar de varios iconos franceses. La primera de todas fue Brigitte Bardot, que antes de ser actriz fue bailarina de danza cl¨¢sica. En 1956 pidi¨® a la casa Repetto (que hasta entonces hab¨ªa calzado en el ballet) una zapatilla tan c¨®moda que se pudiera llevar como calzado diario. Y as¨ª, Rose Repetto (que hab¨ªa inventado su primera zapatilla de ballet en 1947 para su hijo, Roland Petit, quien despu¨¦s se convertir¨ªa en un aclamado bailar¨ªn, core¨®grafo, maestro de ballet y director de compa?¨ªa franc¨¦s) cre¨® la bailarina ¡°Cendrillon¡±, en un color rojo encendido. Bardot se la puso para dar vida a la bella Juliette en Y Dios Cre¨® a la Mujer (de Roger Vadim). Hoy en d¨ªa Repetto sigue siendo una de las firmas de zapatillas de danza m¨¢s prestigiosas del mundo (sirve, por ejemplo, a la ?pera de Par¨ªs) pero tambi¨¦n una de las que mejor ha explorado las posibilidades de este calzado en la calle, con colaboraciones con destacados dise?adores y marcas como Yohji Yamamoto, Comme de Gar?ons, Issey Miyake, Rodarte y Karl Lagerfeld, y todos los a?os lanza hasta seis colecciones diferentes de bailarinas.
En realidad fue Capezio (la firma creada por el italiano Salvatore Capezio, que comenz¨® reparando las zapatillas de los artistas de la Metropolitan Opera House de Nueva York en una peque?a tienda y que acab¨® montando un imperio como fabricante) quien permiti¨® que las bailarinas dieran el salto de la danza a la moda. En la d¨¦cada de 1900, la dise?adora Claire McCardell qued¨® fascinada con los zapatos y le encarg¨® a Capezio que adaptara una versi¨®n para fuera del escenario. Los zapatos aparecieron en su colecci¨®n y ganaron gran popularidad. Pero fueron las ic¨®nicas pantuflas rojas que llev¨® Bardot en la pel¨ªcula las que consiguieron un ¨¦xito instant¨¢neo, y desde entonces el zapato plano se ha convertido en sin¨®nimo de la elegante simplicidad que tan a menudo se asocia con el estilo franc¨¦s. Las zapatillas de ballet continuaron apareciendo en muchas mujeres ic¨®nicas d¨¦cadas despu¨¦s, desde Audrey Hepburn en su pel¨ªcula Funny Face a Jackie Kennedy o, m¨¢s adelante, la princesa Diana.
Como dec¨ªamos, la elevaci¨®n a los altares de esta zapatilla tiene mucho que agradecer a grandes iconos franceses. Si damos un salto de un par de d¨¦cadas desde Bardot nos plantamos en 1979, cuando el dise?ador Yves Saint-Laurent cre¨® una colecci¨®n en completo homenaje al bailar¨ªn ruso Sergu¨¦i Di¨¢guilev. Poco despu¨¦s, en 1984, un a?o despu¨¦s de su llegada a la firma, Karl Lagerfeld cre¨® las primeras bailarinas de Chanel. La fascinaci¨®n por el ballet llevaba impresa en la firma desde sus inicios ya que Gabrielle Chanel fue amiga ¨ªntima de Sergu¨¦i Di¨¢guilev y, en 1924, la dise?adora cre¨® el vestuario para el ballet?Le Train Bleu,?dirigido por el propio Di¨¢guilev. Las bailarinas (el zapato de Chanel m¨¢s buscado a d¨ªa de hoy) fueron presentadas por In¨¨s de la Fressange en una campa?a fotografiada por Helmut Newton que qued¨® para la historia como un sin¨®nimo de elegancia francesa. Los zapatos de sal¨®n de color beige suave con puntera negra que llevaba la modelo eran una extensi¨®n de los zapatos destalonados en dos tonos caracter¨ªsticos de Gabrielle Chanel, que se lanzaron en 1957, inspirados en el mundo de la danza en el que la dise?adora encontraba tantos elementos comunes, como la comodidad que ofrec¨ªan sus prendas y la libertad de movimientos que representaba. En los a?os siguientes, en 1986 y 1987, Karl Lagerfeld cre¨® el vestuario para dos ballets del core¨®grafo alem¨¢n Uwe Scholz, en 2009 cre¨® el vestuario de Elena Glurjidze para?El lago de los cisnes, y su sucesora, Virginie Viard, dise?¨® con la?Casa Lemari¨¦ de Chanel?los vestuarios de las bailarinas de la?gala inaugural del ballet de la ?pera de Par¨ªs, sellando la bailarina como una pieza fundamental en la gram¨¢tica estil¨ªstica de Chanel y uno de sus m¨¢s reconocibles s¨ªmbolos de elegancia cl¨¢sica y atemporal. A d¨ªa de hoy Chanel sigue reimaginando sus bailarinas cada temporada en multitud de materiales, colores y texturas.
Por su parte, la maison Dior tambi¨¦n entrelaza su historia con el ballet desde sus inicios, ya que monsieur Christian Dior cre¨® trajes de bailarines de danza cl¨¢sica en los a?os 40. En 1947 sus zapatos de ballet protagonizaron una famosa portada en la edici¨®n estadounidense de Vogue consagrando las bailarinas como el zapato femenino para llevar en la vida cotidiana. Ahora su firma heredera contin¨²a con aquel legado con iniciativas como el dise?o del vestuario del ballet ¡®Nuit Blanche¡¯de la ?pera de Roma en 2019. M¨¢s a¨²n: en el comienzo de la pandemia, en 2020, puso en marcha clases de ballet online gratuitas de la mano de bailarines de la ?pera de Par¨ªs y el Stuttgart Ballet.
La historia recurrente entre la moda y la danza ha inspirado a otras marcas en principio alejadas de este universo (como Prabal Gurung, Iris van Herpen o Valentino), que durante los ¨²ltimos a?os han creado los vestuarios para las?galas de ballet?de la ciudad de Nueva York.
La tendencia de 2023 no es m¨¢s que un nuevo cap¨ªtulo de la eterna fascinaci¨®n entre la moda y las bailarinas de ballet. Habr¨¢ m¨¢s.
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