Aitana o c¨®mo el nuevo significado del vestido de la venganza se aleja de los viejos clich¨¦s machistas
El papel simb¨®lico del little black dress que Diana de Gales visti¨® en 1994 con aire rupturista al conocerse la infidelidad de su marido marc¨® un antes y un despu¨¦s en la percepci¨®n de este tipo de prenda y del concepto ¡°vestirse por venganza¡±. Atribuido a cada famosa que aparece tras una ruptura, ?ha conseguido con el tiempo librarse del peso de la mirada patriarcal? ?C¨®mo y por qu¨¦ se usa ahora en Tik Tok?
No hac¨ªa falta que llegara el estreno de la quinta temporada de The Crown, donde se pormenoriza el divorcio de Carlos y Diana de Gales (interpretados por Dominic West y Elizabeth Debicki), para que el t¨¦rmino revenge dress volviera a la palestra. Nunca se fue. Lo demuestran los comentarios que ha suscitado el vestido con el que la cantante Aitana ha reaparecido tras su ruptura con Miguel Bernardeu.
nueva era. pic.twitter.com/KJICmRY1wH
— ?; (@masxaitana) December 14, 2022
Desde que en el verano de 1994 se usara para definir al vestido corto negro con pliegues de la dise?adora Christina Stambolian que la princesa llev¨® a una fiesta solidaria de Vanity Fair, el mismo d¨ªa que la BBC emitir¨ªa la entrevista en la que su marido admiti¨® que le hab¨ªa sido infiel con Camilla Parker Bowles, el t¨¦rmino ¡°vestido de la venganza¡± ha echado ra¨ªces en la cultura popular. Ha pasado de copar los titulares tendenciosos y machistas que los tabloides brit¨¢nicos dedicaron a los hechos (como el famoso ¡°The Thrilla he left to woo Camilla¡±, de The Sun) a protagonizar v¨ªdeos en TikTok donde las usuarias visten su propia versi¨®n de la prenda. Pasando por el uso (y abuso) de este cada vez que una famosa que lo ha dejado con su pareja reaparece p¨²blicamente. ?De qu¨¦ hablamos cuando hablamos de ¡°vestirse por venganza¡± en 2022?
La manera m¨¢s r¨¢pida de responder a la pregunta es echando un vistazo en Google. Adem¨¢s de las menciones al revenge dress original por su reciente aparici¨®n en la serie de Netflix, los resultados de noticias m¨¢s recientes que devuelve el buscador incluyen: los looks de la ¡°revenge campaign¡± de Shakira para Burberry tras su separaci¨®n de Piqu¨¦, el vestido blanco palabra de honor de Meghan Markle en una aparici¨®n que coincide con la emisi¨®n del pol¨¦mico documental Harry y Meghan (Netflix), la nueva imagen de Julia Fox tras su ruptura con Kanye West y hasta dos ¡°vestidos de la venganza¡± distintos atribuidos a Olivia Wilde en menos de un mes tras conocerse su ruptura con Harry Styles. El ¨²ltimo eslab¨®n de un listado de vestimentas ¡°de venganza¡± posruptura que con los a?os han engrosado otras famosas ¡ªy ning¨²n famoso¡ª como Reese Witherspoon, Katie Holmes, Jennifer Lopez o Bella Hadid.
??Qu¨¦ es la venganza? Nos vestimos para el p***o matriarcado¡±, contestaba la estilista Karla Welch a los titulares sobre el ¨²ltimo look de Olivia Wilde a trav¨¦s de Stories de Instagram. Ella es la art¨ªfice del estilismo que la directora de Don¡¯t Worry Darling llev¨® en los People¡¯s Choice Awards, donde la pel¨ªcula gan¨® como mejor drama. Un traje negro de encaje con trasparencias que firma Dior cuya elecci¨®n, a tenor de las palabras de Welch, no ten¨ªa intenci¨®n alguna de lanzar un recado vengativo a Styles y que adem¨¢s est¨¢ alineado con el estilo que la artista lleva en este tipo de ocasiones.
El uso del concepto revenge dress, dice a S Moda Rita Rakosnik, historiadora del arte, cr¨ªtica y conductora de la secci¨®n sobre moda Vestir Santas de Tardeo (RPS), ¡°se podr¨ªa interpretar como una idea conservadora. Como si dentro de un mundo que oprime a la mujer, la mujer enga?ada no pudiera pensar en otra forma de castigar a su amante infiel que no sea exhibirse en p¨²blico de manera voluptuosa o extravagante con un vestido deslumbrante. Pero creo que caer en una afirmaci¨®n categ¨®rica de que el revenge dress es una idea conservadora o machista es peligroso porque ser¨ªa banalizar el poder de la moda como lenguaje y sistema de signos. En el caso de Lady Di, el valor simb¨®lico de aquel ic¨®nico little black dress ha sido analizado una y otra vez. Comprado tres a?os antes de su aparici¨®n, permaneci¨® arrinconado en su armario por considerarlo demasiado ¡°atrevido¡±, seg¨²n recog¨ªa TIME a partir de las declaraciones de la dise?adora del mismo en el documental Princess Diana¡¯s Dresses: The Auction (2013). Como repasaba la cr¨ªtica de moda Vanessa Friedman en The New York Times, la princesa pas¨® de los cuellos de beb¨¦, lazos, mangas abullonadas y faldas midi que definieron su estilo mientras estuvo casada con el ahora rey de Inglaterra, a los ¡°trajes ce?idos de firma¡± de su era de divorciada liberada del peso de la instituci¨®n. ¡°Aquel era un vestido muy atrevido para los est¨¢ndares de la casa real brit¨¢nica¡±, dice Rakosnik. ¡°Para m¨ª es un ejemplo del poder de presentaci¨®n femenino. En ese momento Diana estaba sometida a un escrutinio medi¨¢tico bestial y no ten¨ªa pr¨¢cticamente ninguna oportunidad de usar su voz. Us¨® su apariencia. Una manera tambi¨¦n de adue?arse de su narrativa y transformar su tragedia de alg¨²n modo en un triunfo¡±.
?Lo interesante cuando hablamos del revenge dress es pensar c¨®mo lo estamos leyendo y c¨®mo lo estamos utilizando¡±, dice la soci¨®loga especializada en feminismos Marina L¨®pez Baena. ¡°Creo que el t¨¦rmino ha tenido tanta difusi¨®n porque casaba o conecta con el imaginario patriarcal: por un lado, la idea de que las acciones de las mujeres son siempre o principalmente para atraer la mirada y el deseo heteromasculino¡±. Por otro, a?ade, porque ha contribuido a reproducir dos figuras: ¡°La de la despechada y la de la pelea entre mujeres; el revenge dress tambi¨¦n puede interpretarse como un mensaje hacia ¡®la otra¡¯ ¡ªpor la que te ha dejado tu pareja¡ª o ¡®las otras¡¯ ¡ªcon las que estar¨¢ tu pareja a partir de ese momento¡ª¡±. El punto, dice la soci¨®loga, est¨¢ en poner la atenci¨®n en ¡°qui¨¦n es el sujeto activo¡±. ¡°Al llevarlo, puede ser que Diana (o cualquier otra persona) est¨¦ lanzando un mensaje con el que est¨¦ resignificando y apropi¨¢ndose de lo est¨¦tico y lo f¨ªsico como algo terap¨¦utico, rupturista¡±. Seg¨²n explica a este medio la tambi¨¦n soci¨®loga especializada en g¨¦nero Amparo Las¨¦n, profesora de la Universidad Complutense de Madrid, es importante enmarcar la aparici¨®n de estas prendas en su ¡°contexto social¡± para evitar una ¡°sobrelectura¡± de sus significados. ¡°Chenoa baj¨® en ch¨¢ndal tras conocerse su ruptura con Bisbal porque estaba en su casa y estaba as¨ª vestida¡±, y Olivia Wilde ¡°apareci¨® con este vestido de encaje porque estaba en la alfombra roja haciendo su trabajo¡±. Que medi¨¢ticamente se hayan ¡°sobrerrepresentado¡± estos momentos, dice, atiende a dos mandatos de g¨¦nero que se dan en nuestra sociedad: ¡°El hecho de que a las mujeres se las mida por su apariencia¡± y ¡°se las defina en funci¨®n a su relaci¨®n de pareja¡±. ¡°Esto hace que se mire todo lo que llevan puesto en ese sentido¡±.
En toda la amalgama de apariciones y estilismos etiquetados bajo la idea de ¡°vestimenta de venganza¡±, late la b¨²squeda de esa energ¨ªa triunfalista que encapsula el apenas medio minuto en que Lady Di baja del coche y se dispone a saludar en la archicitada noche del 24 de junio de 1994. O la de las fotos de Nicole Kidman brincando felic¨ªsima tras firmar su divorcio de Tom Cruise. O el aire relajado pero luminoso de Katie Holmes con su exclusivo conjunto posruptura que la actriz viraliz¨® y Zara acab¨® replicando. Todos esos momentos tienen ese algo que instant¨¢neamente los eleva suscitando inter¨¦s y admiraci¨®n, y que los medios y el fandom se empe?an en replicar a base de colgar a ciertos looks una etiqueta que retrotraiga a ellos. ¡°Es una cosa como muy nost¨¢lgica, querer recrear o aproximarnos a ese momento ic¨®nico en la historia de la moda y de la cultura pop. Pero forzarlos o intentar prefabricarlos suele salir mal¡±, dice Rita Rakosnik.
De esa nostalgia pop participa fuertemente la generaci¨®n Z. ?El revenge dress perdura y est¨¢ tan presente en la cultura de internet, en primer lugar, porque Lady Di sigue siendo un icono por su forma de vestir y su lifestyle muy importante para esta generaci¨®n¡±, dice Janira Planes, periodista analista de cultura digital y autora de la newsletter sobre tecnolog¨ªa e internet Truffle Season. Sus looks noventeros a base de mallas de ciclista y sudaderas de la etapa posdivorcio de Carlos, como se?ala Planes, son ¡°microtendencia en TikTok¡± y aglutinan miradas ¨¢vidas de inspiraci¨®n estil¨ªstica en la red social bajo etiquetas como #ladydioutfits. ¡°Todo lo que ella hiciera es susceptible de ser replicado, va a ser visto como ic¨®nico o revisitado por estas generaciones¡±.
Con Lady Di como punto de partida, el revenge dress se ha abierto paso en TikTok con su propio relato. ¡°El concepto [y los v¨ªdeos en los que las usuarias recrean sus propias versiones de este] se enmarcar¨ªan dentro de otra categor¨ªa-tendencia de la red social: el breakup glow up o post breakup glow up (brillo posruptura)¡±, apunta Janira Planes. Una etiqueta que en TikTok acumula 634 millones de visualizaciones ¡ª123 millones en el caso de revenge dress¡ª y que da pie a ¡°una narrativa: lo he dejado con mi pareja, estoy en la mierda, tengo que empezar a quererme y voy a empezar un cambio¡±. Esto, apunta, ¡°hay chicas que lo llevan al extremo: se ponen fillers en la cara, se van a hacer deporte, se compran un armario nuevo y cambian su estilo de vida¡±, cuyo colof¨®n llega ¡°el d¨ªa que salen con su revenge dress¡±.
Esta idea del brillo posruptura, como otras derivadas del concepto como el revenge body (cuerpo de la venganza), que Khloe Kardashian introdujo y capitaliz¨® con el programa de televisi¨®n hom¨®nimo donde, inspirados por su cambio f¨ªsico radical tras separarse de Lamar Odom, los participantes buscaban vengarse de sus ex parejas consiguiendo lo propio; ponen el foco de manera casi exclusiva en el plano f¨ªsico. En ese sentido, Planes apunta que el uso del t¨¦rmino puede resultar ¡°problem¨¢tico¡± y ¡°machista¡±: ¡°Nos hace centrarnos mucho en la superficialidad, en reforzarnos nosotras mismas esa idea de que lo ¨²nico que importa es nuestro f¨ªsico. No es un revenge de ¡®me voy a hacer dos m¨¢steres y me voy a leer toda la biblioteca de cl¨¢sicos¡¯. Aunque hay v¨ªdeos que s¨ª incluyen otro tipo de cuidados, como la meditaci¨®n¡±. Hay sin embargo una cara b: ¡°Esta narrativa puede tambi¨¦n llegar a generar un sentimiento de comunidad. ¡®Hay otras personas que est¨¢n pasando por esto, voy a unirme a esta?trend¡¯. Y es como que me siento menos sola en ese aspecto. Adem¨¢s, me van a comentar otras chicas, generalmente d¨¢ndome ¨¢nimos y dici¨¦ndome que estoy guap¨ªsima. Al menos, moment¨¢neamente, me puede hacer sentir mejor¡±.
A pesar de sus nuevas acepciones, en el imaginario colectivo el vestido de la venganza sigue teniendo una serie de atributos espec¨ªficos: es un vestido negro, ce?ido y escotado. As¨ª lo replican marcas como Reformation o Urban Outfitters y plataformas de venta de moda r¨¢pida como Shein, que los comercializan bajo este nombre. Un tipo de vestido que, dice Nacho M. Segarra, profesor de periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, a S Moda: ¡°Lleva siglos se?alando a las malas mujeres, que no se ajustan a lo establecido por el patriarcado¡±. El tambi¨¦n especialista en g¨¦nero y comunicaci¨®n apunta que ¡°existe un famoso cuadro de Singer Sargent que puede ser considerado el antecedente moral¡± del revenge dress: Retrato de Madam X, ¡°que escandaliz¨® al Par¨ªs de 1884 por retratar a Madame Gautreau ¡ªexpatriada, riqu¨ªsima e infiel¡ª. Frente al blanco y los vol¨²menes de la mujer decente, el negro ajustado de la indecente¡±. Lo que, bajo su punto de vista, ¡°define a la mujer fatal y a Lady Di y a Wilde es que son mujeres que toman elementos de la educaci¨®n tradicional patriarcal ¡ªestar bella, sexy, deseable¡ª para atacar a los hombres: a los peleles, los examantes o los maridos infieles. Por eso este tipo de im¨¢genes siguen siendo tan llamativas, porque siguen produciendo miedo¡±.
Encarnar esa energ¨ªa, ocupar un espacio o reapropiarse unos valores est¨¦ticos que at¨¢vicamente se han usado contra las mujeres son tambi¨¦n intenciones con las que ponerse un revenge dress. ¡°Aquello que tradicionalmente se ha asociado al mandato patriarcal nos cuesta identificarlo como un espacio en el que puede haber agencia o resignificaci¨®n. Y qu¨¦ aburrido ser¨ªa si no pudi¨¦ramos hacerlo¡±, dice la soci¨®loga Marina L¨®pez Baena. ¡°Me parece importante que nos demos la oportunidad de ponernos un revenge dress o de hacer que cualquier otra aparici¨®n p¨²blica de las mujeres pueda ser por divertirnos, por un ataque de rabia o porque estamos siendo inc¨®modas¡±. Probablemente, con este mismo esp¨ªritu contestatario lo canta Taylor Swift en Vigilante Shit (Midnights): ¡°No me visto para las mujeres, no me visto para los hombres. ?ltimamente, me visto para vengarme¡±.
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