Por qu¨¦ Clubhouse se est¨¢ convirtiendo en la red social favorita de los dise?adores de moda
En un a?o en que el periodismo y la cr¨®nica de moda han vuelto a resurgir en nuevos formatos, la app de debates en vivo se perfila como el nuevo terreno de juego favorito de los prescriptores del sector.
A Virgil Abloh, dise?ador de Off White y Louis Vuitton, no le gusta dar muchas entrevistas, pero parece ser que tiene mucho que decir. ?l fue una de los primeras figuras de la moda en unirse a Clubhouse, la app del momento. Tiene casi tres millones de seguidores y organiza charlas peri¨®dicas sobre su proceso creativo, la actualidad del sector o cuestiones candentes sobre la falta de diversidad. ¡°Todas las conversaciones en las que he participado han sido, curiosamente, m¨¢s profundas que una entrevista al uso. Es interesante ver qu¨¦ marcas tienen algo que decir cuando no hay im¨¢genes de por medio¡±, comentaba el creativo en un debate para The Business of Fashion. A Abloh lo invit¨® a unirse Jeff Carvalho, creador de la revista sobre moda urbana High Snobiety; a Naomi Campbell el mecenas de artistas Keno Peer, a Dapper Dan la fil¨¢ntropa Felicia Horowitz , al editor Pam Boy el influencer Louis Pisano¡y as¨ª, haciendo circular invitaciones, en los tres ¨²ltimos meses se fue creando una comunidad de prescriptores cuyos debates son seguidos, en ocasiones, por m¨¢s de diez mil personas.
La idea de comunidad es, precisamente, uno de los motivos por los que la moda, eminentemente visual, est¨¢ triunfando en una aplicaci¨®n de debates en vivo. La pandemia lleva meses demostrando a marcas y dise?adores que el consumidor busca sentirse parte de un grupo, m¨¢s all¨¢ de su identificaci¨®n con las prendas. De ah¨ª que muchas firmas hayan apelado a este concepto en los ¨²ltimos meses y de ah¨ª, tambi¨¦n, que la mayor¨ªa, en estos meses de desfiles en remoto y presentaciones digitales, hayan utilizado como alternativa el mostrar abiertamente sus procesos creativos, presentado p¨²blicamente a su equipo o incluso abriendo el micr¨®fono para poner a debatir al dise?ador con su audiencia. En tiempos en que esa idea de ense?ar la trastienda cotiza al alza, el poder charlar o escuchar a los protagonistas es el paso siguiente.
Aunque no solo se trata de poder entrar a las salas virtuales que se organizan en clubhouse. La idea de horizontalidad es clave, pero tambi¨¦n la del contenido hablado. Estos meses, en los que nos hemos acostumbrado a escuchar las conversaciones de otros en formato podcast, tambi¨¦n ha ido resurgiendo t¨ªmidamente la cr¨ªtica y la cr¨®nica de moda. Escrita y, ahora, hablada. Siguiendo la estela inciiada hace a?os por Diet Prada pero yendo mucho m¨¢s all¨¢ de la denuncia, cuentas como @hautelemess o @ideservecouture llevan tiempo diseccionando y generando debate sobre la actualidad del sector en hilos de twitter, stories de instagram o incluso memes. Comparten contenidos visuales, obviamente, pero obre todo comparten opiniones buscando la interacci¨®n con sus seguidores, por eso Clubhouse se ha convertido, de alg¨²n modo, en su red social favorita, aunque el funcionamiento de la propia app, en salas, hace que su alcance sea mucho menos limitado que en Instagram o Tik Tok. Aqu¨ª se premia la calidad frente a la cantidad y la sabidur¨ªa frente a la novedad, aunque la fluidez del discurso a veces lleve a lugares inesperados: ¡°Hay mucha gente que habla demasiado sobre cosas que ni siquiera est¨¢n demasiado contrastadas, pero esto no tiene rigor period¨ªstico, es debate¡±, comentaba a la revista Paper Jolo Edwards, fundadora del grupo de Facebook High Fashion Talk, que ahora se ha trasladado a Clubhouse y ya cuenta con m¨¢s de diez mil seguidores. ¡°Creo que lo m¨¢s interesante para nosotros es que no es una red social al uso, no sigue el el modelo ¡®una sola persona habla y llega a mucha gente¡¯, sino al contrario. Estoy cansada de ver c¨®mo se glorifica a las youtubers o los instagramers pero no hay interacci¨®n¡±, a?ade.
Las marcas, eso s¨ª, lo tienen m¨¢s dif¨ªcil. Por el momento, Clubhouse no permite abrir cuentas corporativas, y tampoco permite capitalizar los debates. Seg¨²n cuenta Business of Fashion, ya hay algunas que han hecho notar su presencia a trav¨¦s de charlas pagadas a influencers, pero la propia naturaleza de la red hace dif¨ªcil poder sacarle partido. Durante estos meses hemos visto c¨®mo varias firmas y dise?adores lanzaban sus novedades en primicia a trav¨¦s de Tik Tok, el videojuego Animal Crossing o incluso a trav¨¦s de Onlyfans, pero el hecho de que aqu¨ª cualquiera pueda responderles (si ¡®levanta la mano¡¯ y es admitido, claro) resulta arriesgado, sobre todo para aquellas que no tengan nada qu¨¦ decir sin recurrir a im¨¢genes, o para aquellas que no sepan c¨®mo generar debate. Eso s¨ª, ahora que todo el mundo escucha, critica y quiere sentirse parte de algo, por peque?o que sea, la que consiga crear una buena estrategia en Clubhouse habr¨¢ conseguido algo que hoy se premia mucho m¨¢s que el alcance; la fidelizaci¨®n.
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