Similar a una ba?era y puramente artesanal: los secretos del reloj favorito de Gloria Steinem y George Harrison
El hist¨®rico Baignoire de Cartier se renueva reduciendo sus proporciones y borrando las fronteras tradicionales entre la joyer¨ªa y la relojer¨ªa.
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el nuevo modelo de Baignoire."
Louis Cartier renov¨® por completo el mundo de la relojer¨ªa en los primeros a?os del siglo XX. Con una idea tan aparentemente sencilla como la de ¡°revelar la potencia del dise?o oculto en las formas comunes¡±, sus creaciones fueron tan pioneras, tanto t¨¦cnica como est¨¦ticamente, que un siglo despu¨¦s siguen siendo objetos de deseo para muchos. Despu¨¦s de crear el primer reloj de pulsera masculino (el Santos, en 1904), y el primero con una esfera con forma de caparaz¨®n de tortuga en 1906, el relojero quiso experimentar con una pieza de esfera ovalada, con dos l¨ªneas paralelas y curvada en los extremos, estando al l¨ªmite la circunferencia de las esferas tradicionales. Era una especie de culminaci¨®n de los deseos de Cartier, que buscaba que sus relojes fueran tratados como joyas de dise?o.
En los a?os cincuenta, este reloj ovalado, ya convertido en un best seller, dio una vuelta de tuerca m¨¢s a su estructura, curv¨¢ndose en la mu?eca, como si fuera realmente una pulsera com¨²n. En 1973 lo llamaron Baignoire, (ba?era en franc¨¦s) por su curioso parecido con ese objeto com¨²n. Fue en esa d¨¦cada cuando varias celebridades planetarias lo pusieron de moda entre el p¨²blico. No eran adem¨¢s, las grandes estrellas de Hollywood, acostumbradas a exhibir joyas, sino un pu?ado de personalidades que, por distintos motivos, eran prescriptoras entre la juventud de entonces: si George Harrison sol¨ªa llevarlo en cualquier circunstancia y Gloria Steinem lo portaba en las marchas feministas, Catherine Deneuve o Jean Birkin lo exhib¨ªan en distintos modelos y materiales durante sus apariciones p¨²blicas. Aquellas im¨¢genes hicieron que el Baignoire se asociara irremediablemente al esp¨ªritu hedonista y burgu¨¦s que Francia export¨® durante aquella ¨¦poca. Por eso ahora, en una vuelta de tuerca m¨¢s, la hija menor de Birkin, Lou Doillon, se ha convertido en la embajadora del Baignoire: ¡°Cuando cumpl¨ª 18 a?os, mi madre me regal¨® un reloj Baignoire¡±, cuenta la artista sobre su nuevo rol, que coincide con el lanzamiento de los nuevos modelos de esta pieza centenaria.
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En la ¨²ltima d¨¦cada, este ic¨®nico modelo ha vivido innovadoras variaciones: su esfera ovalada y curvada se ha dado la vuelta, se ha retorcido y se ha moldeado con gemas y materiales muy diversos. Ahora la novedad tiene que ver con el tama?o, un matiz sutil que, sin embargo, lo cambia todo. Con los ya cl¨¢sicos n¨²meros romanos y el cristal abombado, los nuevos Baignoire son mucho m¨¢s peque?os. Ya sea con una correa de charol negro, con un minimalista c¨ªrculo de oro (el material favoritos de Jeanne Toussaint, la m¨ªtica joyera de la casa durante los a?os treinta y cuarenta) o en su versi¨®n m¨¢s exclusiva, cubierto de diamantes, la idea de Cartier es que borren las fronteras entre un reloj y una pulsera. ¡°Dado que Cartier es joyero antes que relojero, se desdibujan las fronteras entre estos dos oficios fundadores para destacar lo mejor de ambos¡±, explica, Marie-Laure C¨¦d¨¨re, directora creativa de la casa francesa, ¡°la combinaci¨®n de una pulsera puramente artesanal y una esfera en miniatura liberada de cualquier atributo sublima esta referencia est¨¦tica presente en nuestro patrimonio¡±, a?ade.
M¨¢s all¨¢ de sus elementos est¨¦ticos, basados en el purismo de formas y la discreci¨®n, y pese a su reducido tama?o, los modelos incorporan todas las caracter¨ªsticas t¨¦cnicas de un reloj de alta gama. El dise?o al servicio de la funcionalidad y la funcionalidad al servicio de la ingenier¨ªa, es decir, los elementos que hacen que Cartier sea algo m¨¢s que una firma de lujo tradicional.
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