?Sufres de hambre emocional? Te contamos c¨®mo superar ¡®el comer de m¨¢s¡¯ con ¨¦xito
Si piensas en comer todo el d¨ªa y no consigues saciarte, incluso despu¨¦s de haber comido, puede que tu mente te est¨¦ jugando una mala pasada. De la mano de Arla Foods te descubrimos c¨®mo detectar este trastorno y poder llevar as¨ª una vida mucho m¨¢s saludable.
¡°No eres t¨², soy yo¡±. Si el v¨ªnculo entre mente y est¨®mago fuese una relaci¨®n sentimental, el romance terminar¨ªa con esta m¨ªtica frase para romper lazos. ?El motivo de la ruptura? El hambre emocional. No es tu est¨®mago el que est¨¢ hambriento. Es, claramente, tu mente la que no puede evitar pensar en comer todo el d¨ªa¡ y tener un hambre voraz incluso minutos despu¨¦s de haber saciado las ansias.
Comer es un acto hedonista y aparte de alimentarnos por necesidad, lo hacemos como acto social. Descubrimos nuevos restaurantes y volvemos a los ¡°de siempre¡± para regodearnos ante una buena mesa, bebemos y brindamos en ella, disfrutamos de caprichos y cedemos ante los encantos de productos que, m¨¢s all¨¢ de cubrir nuestras carencias nutricionales, ensalzan nuestro placer social y gustativo. Nada malo en ello, por algo somos uno de esos pa¨ªses mediterr¨¢neos conocidos mundialmente por su cocina, tanto tradicional como creativa. El problema surge cuando no somos capaces de reconocer que hemos cruzado la barrera m¨¢s all¨¢ del deleite y podemos da?ar con ello nuestra salud.
El conflicto entre cuerpo y mente en t¨¦rminos de hambre surge por los impulsos imposibles de contener. Fruto de la ansiedad, nos hacen caer rendidos ante los encantos de los conocidos como alimentos hiperpalatables, aquellos cuya arma de seducci¨®n se moldea con cantidades considerables de az¨²car, grasa y sal. Deliciosos s¨ª, pero nada compatibles con nuestro bienestar. Son f¨¢ciles de comer y todo un reto a la hora de evitar cuando la ansiedad ataca.
Naturarla, la comunidad creada por Quesos Arla para inspirar d¨ªa a d¨ªa a los amantes de la cocina, la vida sana y la sosteniblidad, define a los ¡°hiperpalatables¡± como snacks, boller¨ªa, dulces o embutidos que aumentan la producci¨®n de dopamina cerebral, llev¨¢ndonos a un c¨ªrculo en el que la satisfacci¨®n es la ¨²nica misi¨®n. Las prisas, el trabajo, el aburrimiento, las preocupaciones y el sencillo acto de sentir, f¨¢cilmente hacen que comer sea una especie de escape.
Seg¨²n un informe del Comit¨¦ Cient¨ªfico de la Agencia Espa?ola de Seguridad Alimentaria y Nutrici¨®n (AESAN) sobre el impacto de los alimentos ultra-procesados en la salud de los consumidores, los hiperpalatables son seducci¨®n hecha comida con una ¡°combinacio?n de nutrientes que los hace especialmente apetecibles, induciendo a un consumo excesivo y con una baja capacidad saciante¡±. Aunque aclara, a su vez, ¡°que es importante no asociar el te?rmino ultra-procesado con alimentos de baja calidad nutricional, ya que esta no depende solo de la intensidad o complejidad del procesado sino de la composicio?n del alimento final¡±.
Comer para no sentir
Pong¨¢monos en situaci¨®n para entender mejor c¨®mo las emociones se entrometen en nuestra forma de comer. Echemos la vista a atr¨¢s al episodio 12 de Sexo en Nueva York (temporada 6), en el que el fisioterapeuta de los New York Nicks se lanza a decirle el ¡°te quiero¡± m¨¢s dulce a Miranda Hobbes. El Dr. Robert Leeds confesaba su amor y lo hac¨ªa con una monumental (literal, del tama?o de su cabeza) galleta con chispas de chocolate. Ella, incapaz de procesar tal muestra de afecto, se come la galleta entera. ¡°Si no la veo, no tengo por qu¨¦ lidiar con ello¡±, se excusaba Miranda al d¨ªa siguiente con Carrie.
No es la primera vez que la pelirroja m¨¢s famosa de HBO a principios de los 2000 se ¡®com¨ªa¡¯ sus sentimientos. Lo hizo tambi¨¦n en la temporada 4. ?Su ¡®pecado¡¯? Una tarta de chocolate casera que se le cruzaba por el camino cada vez que asomaba por la cocina. Harta de tropezar con la misma piedra una y otra vez, la tira a la basura (para, nanosegundos despu¨¦s, sacarla de all¨ª y volver a hincarle el diente). El vivo y claro ejemplo de que solemos vincular el comer y el hambre con nuestras preocupaciones y tensiones. Incluso, cuando estamos en casa ¨C?hola, teletrabajo!¨C, resulta todav¨ªa m¨¢s dif¨ªcil saber controlarnos y lograr identificar qu¨¦ es hambre de verdad y qu¨¦ es hambre emocional, especialmente cuando creemos que comer nos va a hacer sentir mejor.
Alimenta Magazine, una publicaci¨®n del Instituto de Investigaci¨®n en Ciencias de la Alimentaci¨®n, considera que los alimentos hiperpalatables cumplen su labor en la mente a base de pura qu¨ªmica, ¡°estando dise?ados deliberadamente para que entre sus ingredientes clave se produzca una sinergia, por lo que resultan ma?s sabrosos¡±. Naturarla tambi¨¦n apunta en su p¨¢gina web que ¡°es normal que no nos apetezca prepararnos un plato de acelgas al llegar por la noche de trabajar. Necesitamos alg¨²n tipo de placer f¨¢cil y recargar energ¨ªa. Comemos m¨¢s que nunca, y nos movemos menos que nunca. Y ocho de cada 10 personas que hacen dieta fracasan¡±. Es ese mismo fracaso el que nos lanza en bucle a seguir tomando las decisiones incorrectas a la hora de buscar una alimentaci¨®n que nos haga felices y nos mantenga sanos.
El secreto est¨¢ en planear
El hambre fisiol¨®gica es aquella que surge cuando nuestros niveles de glucemia disminuyen al estar nuestro est¨®mago vac¨ªo. Poco a poco va incrementando, hasta que comemos y logramos conseguir esa sensaci¨®n de satisfacci¨®n. Pero, si vamos aplazando la ingesta, es m¨¢s probable que el hambre sea casi insoportable y decidamos romper con la rutina. Al fin y al cabo, si no hemos comido en todo el d¨ªa, qu¨¦ m¨¢s da ceder ante opciones que, de manera ¡®normal¡¯, ni siquiera hubi¨¦semos considerado.
Pain au chocolat, napolitanas, croissants, palmeras, helados¡ Cada vez que esperamos m¨¢s de tres o cuatro horas entre comidas, la mente empieza a procesar su siguiente presa. Torreznos, bocadillos, embutidos, galletas¡ Un no parar. Si tenemos una bolsa de patatas palpitando en la alacena, el hambre va a estar pendiente de su crujir, de esa gaseosa cargada de az¨²car y calor¨ªas vac¨ªas que la acompa?ar¨¢¡ y del sentimiento de culpabilidad que nos va a perseguir despu¨¦s.
Sin embargo, si somos capaces de crear nuevos h¨¢bitos, ese picoteo se convertir¨¢ en saludable. Prueba con unos crudit¨¦s de zanahoria ¨Csu textura, as¨ª como la de las manzanas, satisfacen de lo lindo¨C acompa?ados con un queso suave en lonchas como el de Quesos Arla ? Havarti, una tostada de pan de masa madre con semillas y un chorrito de aceite de oliva. As¨ª ayudar¨¢s a cumplir con nuestros requisitos de fibra diaria.
Si a es la hora de la comida o la cena, la apuesta son platos como esta sabrosa receta de quiche, elaborada con calabac¨ªn, berenjena, queso en lonchas?Quesos Arla ? Havarti y jam¨®n serrano . ?Te faltan energ¨ªas? Considera tambi¨¦n lanzarte a cocinar unas sencillas y deliciosas?barritas energ¨¦ticas elaboradas con queso Arla Protein en lonchas, que aportan prote¨ªnas, grasas y fibra alimentaria.
Adem¨¢s, conviene no pensar en comer sano como una dieta ni pensar en privarse de alimentos. Tan solo debemos utilizarlos con cabeza y combinarlos en platos saludables. Tener una actitud positiva frente a los alimentos y esforzarnos por integrar alg¨²n tipo de actividad f¨ªsica en nuestra rutina har¨¢n que tengamos una relaci¨®n m¨¢s llevadera con nuestra hambre. No hay nada malo con disfrutar del buen comer, el secreto del ¨¦xito para hacerlo es, simplemente, evitar centrar nuestras emociones en ella.
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