Seda y cortes l¨¢ser para un traje de noche de 1935: lo que esconde el vestido verde de Keira Knightley en ¡®Expiaci¨®n¡¯

Muchas pel¨ªculas han quedado reducidas en la mentalidad colectiva al recuerdo de una simple escena. A veces, incluso, a una escueta frase. La boda de Muriel ha pasado a la historia del cine por el momento en el que su hermana Joanie le susurra ¡°eres mala Muriel¡± o C¨®mo est¨¢ el servicio por el grito de ¡°se?oritoooooooooooo¡± de Gracita Morales. Otras lo han hecho por su vestuario. Much¨ªsimas otras. La tentaci¨®n vive arriba, Ni idea, Desayuno con diamantes o Grease. Ah, no. Esta ¨²ltima es inolvidable por sus pegadizas canciones. You¡¯re the one that I want ooh, ooh, ooh, honey. Un vestido verde tiene la culpa de que no olvidemos Expiaci¨®n.

La pel¨ªcula dirigida por Joe Wright se estren¨® en 2007 y est¨¢ inspirada en la novela hom¨®nima de Ian McEwan. La protagonizan Keira Knightley y James McAvoy. Demasiada flema brit¨¢nica para encandilar a todo el respetable. El argumento se resume en chica rica-ociosa y chico pobre-trabajador se camelan, la hermana adolescente de ella ¨Cque tiene delirios de escritora¨C le acusa a ¨¦l de abusar sexualmente de la prima de ellas y lo dem¨¢s es terreno abonado para que nos acusen en Twitter de promover el spoiler. Es un buen largometraje y est¨¢ reconocido. Gan¨® el premio Bafta a Mejor Pel¨ªcula y el Globo de Oro en la categor¨ªa de cinta dram¨¢tica.

Vamos a lo que nos ocupa; tenemos que hablar del soberbio vestido esmeralda que Keira Knightley (la enamorada con posibles de la peli) viste la fat¨ªdica noche en la que comienza la verdadera acci¨®n en el metraje. Una pieza de seda cortada al bies (ning¨²n dobladillo es comparable a la belleza de esta t¨¦cnica de corte) con escote en pico sobre el que se dibuja un lazo con perforaciones cortadas al l¨¢ser, espalda al aire, cadera acentuada desde la cintura y cola. As¨ª descrito parece mucho m¨¢s aparatoso de lo que aparenta en la pantalla.

El cerebro de todo el vestuario, y por ende de esta pieza, es Jacqueline Durran. La brit¨¢nica tom¨® prestados algunos de los elementos m¨¢s caracter¨ªsticos de la moda de la d¨¦cada para dise?ar este capricho de noche contextualizado en un caluroso verano de la campi?a inglesa de 1935. La descripci¨®n del mismo que Ian McEwan regala en el libro le sirvi¨® de patr¨®n: ¡°Arroj¨® el vestido rosa encima del negro y, pisando desde?osa las prendas en el suelo, cogi¨® el vestido de fiesta, el verde sin espalda que hab¨ªa estrenado despu¨¦s de los ex¨¢menes. Mientras se lo pon¨ªa aprob¨® la caricia firme del corte al bies de la seda de la enagua, y se sinti¨® gr¨¢cilmente inexpugnable, escurridiza y segura; fue una sirena la que se alz¨® para recibirla en el espejo de cuerpo entero¡±. Para dar cuerpo a esta base se inspir¨® en las fotograf¨ªas del franc¨¦s Jacques Henri Lartigue.

No solo existe una copia de la prenda. Se realizaron varias con distintos tintes para favorecer que brillase en unas escenas y pareciese m¨¢s opaco en otras aunque cuando se rod¨® esta escena en la que ella lo elige solo ten¨ªan una muestra y hubo que apa?¨¢rselas con esta versi¨®n porque una de las veces que Keira lo sac¨® del armario lo rompi¨®. Las joyas que adornan el vestido son de Chanel, firma con la que la actriz comenzaba a trabajar.

Afortunadamente la carrera de la figurinista Durran no muri¨® de ¨¦xito y a este triunfo le sigui¨® el dise?o de vestuario de Anna Karenina (por el que gan¨® el Oscar en 2013), Macbeth (2015) y Mujercitas (2020). Resulta curioso que la imagen que muchos espectadores tienen de la moda de los a?os treinta sea este vestido que est¨¢ dise?ado y confeccionado en los 2000. Es la magia del cine. Es tan poderosa que es capaz de enga?ar al ojo humano. Este vestido es en realidad una pareja formada por blusa y falda.