¡®Vivir bajo la amenaza de que podemos perder cosas nos vuelve conservadores¡¯
La psic¨®loga Mar¨ªa Dolores L¨®pez P¨¦rez explica c¨®mo enfrentarse a los temores que bloquean y paralizan en el d¨ªa a d¨ªa.
En sus m¨¢s de 35 a?os de pr¨¢ctica de psicolog¨ªa cl¨ªnica, Mar¨ªa Dolores L¨®pez P¨¦rez observ¨® que pr¨¢cticamente todos sus pacientes ten¨ªan, por debajo de sus diferencias, un problema com¨²n: el miedo se hab¨ªa instalado en sus vidas. De esa reflexi¨®n surgi¨® La sombra del miedo, un libro donde explica c¨®mo enfrentarse a los temores que nos bloquean y paralizan en una sociedad donde, en su opini¨®n, ¡°sentir miedo siempre ha tenido muy poca aceptaci¨®n¡±.?
?C¨®mo se vive este rechazo en estos tiempos de crisis, cuando parece que respiramos miedo en vena?
Precisamente porque estamos en tiempos de crisis se valora m¨¢s al empresario intr¨¦pido y creativo, que apueste todo su dinero para inventar una nueva forma de ganarse la vida. Para que la sociedad avance se necesita gente que arriesgue, y el miedo es un freno para el progreso. Pero, al mismo tiempo, por este car¨¢cter de sumisi¨®n que genera el miedo, no es contradictorio que se fomente desde esferas pol¨ªticas, para que al vivir bajo la amenaza de que podemos perder muchas cosas, nos conduzcan a posturas conservadoras que hacen de nosotros una sociedad mucho m¨¢s f¨¢cil de manejar y manipular.
Por un lado se produce este rechazo, pero por otro se incrementa el consumo de medicamentos contra la ansiedad, el insomnio, etc.
El tema de la medicaci¨®n creo que est¨¢ asociado a una sociedad de consumo, donde se tolera muy mal la enfermedad y el dolor. En mi opini¨®n se toman tantos medicamentos porque no se tolera la cuota de sufrimiento que todo ser lleva consigo y el camino m¨¢s f¨¢cil es tomar una pastilla que nos haga olvidar, que nos quite la ansiedad, que nos ponga euf¨®ricos, que nos despierte o que nos duerma. Queremos las cosas para ayer, y el conocerse y aceptarse es un proceso que lleva su tiempo y su esfuerzo.
?Con los miedos pasa como con los monos del zoo, que no hay que darles de comer?
Es cierto, no lo hab¨ªa pensado as¨ª, pero realmente pasa lo mismo. Al mono del zoo cuanto m¨¢s le das de comer m¨¢s te pide e incluso puede llegar a saltar para quitarte el cacahuete de la mano. Con los miedos pasa exactamente igual. Cuanto m¨¢s los alimentas, cuanto m¨¢s terreno cedes a su favor, m¨¢s crecen.
Habla en su libro de ¡°miedos clandestinos¡±, aquellos que se cuelan en la vida de forma sutil y permanecen escondidos en nuestro inconsciente, y asegura que hoy tenemos m¨¢s miedos clandestinos que nunca. ?Por qu¨¦??
A causa de la cuota de libertad alcanzada. Es decir, hace un par de siglos la sociedad estaba muy determinada, de mejor o peor manera, pero desde el nacimiento se sab¨ªa lo que iba a pasar. La mujer estaba centrada en la maternidad, por ejemplo. Las profesiones tambi¨¦n estaban predefinidas en cierta medida. En principio todo el mundo sab¨ªa m¨¢s o menos c¨®mo se iba a desarrollar su vida. En la actualidad, la vida occidental es mucho m¨¢s abierta, uno puede ser pr¨¢cticamente lo que se proponga, con lo cual hay tantas decisiones que tomar que en cualquier momento se puede originar el miedo. Por otro lado, se tiende a vivir en soledad, el respaldo familiar se ha perdido y es f¨¢cil caer en pensamientos del tipo ¡°estoy solo frente al mundo, y no s¨¦ c¨®mo va a ser el Otro, y me da miedo que no me acepte como trabajador, como pareja, como amigo¡¡±
Dice que ¡°cada vez que tenemos miedo, nos apartamos de nuestra verdadera esencia¡±. ?Qu¨¦ quiere decir exactamente? ?Cu¨¢l es esa ¡°verdadera esencia¡±?
Estamos en este mundo para crecer como personas, para ser cada d¨ªa un poco mejores con respecto a nosotros mismos. Esa es nuestra esencia, conocer nuestro mundo externo e interno, para cada d¨ªa manejarnos mejor en ¨¦l con arreglo a nuestros valores y creencias.
El miedo nos bloquea, nos paraliza y nos aparta, por lo tanto, de este camino. Nos impide desarrollar nuestros objetivos, y al tratarse de miedos clandestinos, el que se produzca ese bloqueo y paralizaci¨®n pierde el sentido defensivo.
?Cu¨¢l es la relaci¨®n entre amor y miedo?
El miedo est¨¢ muy unido a la falta de amor. Falta de amor hacia uno mismo, al que juzgo como inadecuado, insuficiente, carente de valor ante determinadas situaciones y por eso no quiero enfrentarlas. Y falta de amor hacia los dem¨¢s, a los que veo como jueces implacables que me pueden hacer da?o. Donde no hay amor, es terreno abonado para que surja el miedo. El odio es el opuesto al amor, ya que tienen el mismo referente, se trata de la misma variable, por eso se dice que del amor al odio hay un paso. Donde hay odio, hay o ha habido amor, pasi¨®n. El miedo no forma parte de esa dualidad, se alimenta de su ausencia. Por eso, el amor es el mejor recurso para enfrentar el miedo.
Me persigue un perro; veo una ara?a peluda; me subo a un escenario; voy al m¨¦dico a recoger unos an¨¢lisis. En todos estos casos me muero de miedo. ?Cu¨¢l es la diferencia?
La diferencia est¨¢ en que cuando veo a un perro, o a una ara?a peluda, puedo correr un cierto peligro de que el perro me muerda o de que la ara?a sea venenosa y letal. Y cuando voy al m¨¦dico o me subo a un escenario estoy en el mundo interno, en mis pensamientos que est¨¢n en el ¡°y si¡¡±: ¡°y si salen mal¡±, ¡°y si me dicen que me tengo que hacer una prueba dolorosa¡±, ¡°y si no lo resisto¡±, ¡°y si es c¨¢ncer¡±¡
Y cuando subo al escenario igual, me sobrecogen las hip¨®tesis: ¡°y si se me olvida el papel¡±, ¡°y si lo hago mal¡±, ¡°y si se r¨ªen de m¨ª¡±, ¡°y si ya nunca m¨¢s me dan un papel¡±, ¡°y si no tengo trabajo¡±
Los ¡°y si¡¡± siempre est¨¢n en nuestra cabeza.
¡°Las mujeres, en t¨¦rminos generales, somos m¨¢s vulnerables al miedo al rechazo, y los hombres, al fracaso¡±. Esto ha sido tradicionalmente as¨ª, pero ?podr¨ªa estar cambiando?
Creo que no, aunque la mujer este pr¨¢cticamente incorporada al mundo laboral, le importa m¨¢s llevarse bien con su equipo de trabajo, que destacar y promocionarse. El hombre, sin embargo, tiende m¨¢s a querer prosperar, y le interesan menos las relaciones interpersonales. Evidentemente, sin llevar ninguna de las dos cosas al extremo. Hay que entenderlo como una tendencia.
En general, ?c¨®mo marca a las mujeres esta diferencia?
Las mujeres suelen sacar mejores notas en el bachillerato, abandonan los estudios en menor n¨²mero que los varones para ponerse a trabajar, hay m¨¢s porcentaje de alumnas en la universidad, y en general suspenden menos. Pero cuando salen al mundo laboral empiezan a interferir factores emocionales en su progresi¨®n profesional. Y comienzan las cesiones en funci¨®n del cuidado de un hogar y unos hijos. Ser¨ªa ideal que esto no fuese as¨ª, y que la mujer tuviese y pudiese desarrollar en pie de igualdad estas dos facetas, pero de momento esto no lo hemos logrado. El mundo laboral hecho por hombres corta las alas a las mujeres, que tienen que hacerse como ellos para competir y luchar con sus valores y presupuestos. Habr¨ªa que feminizar el mundo laboral para que los valores fuesen otros, y ambos sexos tuvi¨¦semos cabida.
Recomienda seguir la pr¨¢ctica de escribir un ¡°cuaderno del miedo¡±. ?Qu¨¦ incluir en este cuaderno?
El objetivo ser¨ªa conocer mejor c¨®mo es nuestro miedo, ya que eso nos ayudar¨ªa a enfrentarlo mejor. Se trata de observar cu¨¢ndo tengo miedo, que es lo que pienso y c¨®mo es la situaci¨®n a la que me tengo que enfrentar. Al cabo de unas semanas puedo saber much¨ªsimo acerca de qu¨¦ me pone nervioso y por d¨®nde va mi cabeza. Y eso me ayudar¨¢ a? situarme en la realidad. Y poder trabajar mis miedos y potenciar mis recursos.
?Cu¨¢l es su estrategia favorita cuando usted misma se ve invadida por miedos clandestinos?
La confianza. Conf¨ªo en los dem¨¢s, en que sea lo que sea que tengan que hacer, lo van a hacer lo mejor posible. Y conf¨ªo en m¨ª, intentando hacer lo que tenga que hacer lo mejor posible, y si no sale bien, intento aprender de mis errores. Creo que tengo asumido que no soy perfecta y que no tengo por qu¨¦ serlo, porque nadie lo es y eso me da mucha tranquilidad a la hora de poder equivocarme.
@nataliamartin es periodista. Si quieres ponerte en contacto con ella escribe a natalia@vidasencilla.es
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